Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado (Rom. 5:12). |
Todos conocemos muy bien el relato de la rebelión que tuvo lugar en el jardín de Edén. De hecho, estamos sufriendo las consecuencias de la desobediencia de Adán. Por más que nos empeñamos en hacer bien las cosas, siempre cometemos errores por los que tenemos que pedir perdón a Dios. Hasta el apóstol Pablo se lamentó: “Lo bueno que deseo no lo hago, pero lo malo que no deseo es lo que practico. [...] ¡Hombre desdichado que soy!” (Rom. 7:19, 24). Nuestros primeros padres cometieron la insensatez de rechazar el gobierno de Dios y elegir el de “la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás” (Rev. 12:9). Adán escuchó a su esposa y comió también del fruto prohibido. Así perdió su relación perfecta con Dios y nos sometió a todos al cruel yugo del pecado y la muerte. La humanidad entera quedó bajo la dominación de un rey rival, “el dios de este mundo”, Satanás (2 Cor. 4:4, Biblia de Jerusalén; Rom. 7:14). w10 15/8 1:1, 3, 4 |
Colección personal de Literatura de los testigos de Jehová, Noticias de prensa, ayudas varias. Para un estudio actualizado visite wol.jw.org. telegram @kapapri gmail kapapri@gmail.com
Buscar este blog
Traductor
lunes, 23 de enero de 2012
Texto Diario Sábado 28 de Enero
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario