La adaptación
Respecto al camuflaje, se puede preguntar si Dios diseñó a los animales de esta manera porque se propuso que vivieran los unos a costa de los otros y que por eso necesitaban ayuda para sobrevivir. Es de notar que cuando Dios creó al hombre y a la mujer, los animales no les tenían miedo ni se tenían miedo los unos a los otros. La Biblia nos dice por qué, al declarar que Dios dio al hombre y a la bestia “vegetación verde para alimento.”—Génesis 1:29, 30.
Pero, después de la rebelión del hombre, la creación terrestre cayó en una condición caótica. El hombre dejó de dominar sobre los animales con amor. Después del Diluvio, a manera de concesión para su supervivencia, se le dio permiso al hombre para que comiera la carne de animales como alimento. (Génesis 9:2-4) Después de verse envueltos en este estado caótico, los animales también empezaron a vivir los unos a costa de los otros. Puesto que Dios había creado una gran variedad de características para que la vida animal fuera interesante, les sería posible a muchos animales adaptarse a su nueva situación por medio de utilizar ciertas características para sobrevivir.
La humanidad ha hecho más o menos la misma cosa. Ciertamente no fue el propósito de Dios que el hombre matara a su prójimo y a veces hasta practicara el canibalismo. Pero el hombre también tiene la capacidad para adaptarse a nuevas circunstancias a fin de sobrevivir, aun hasta el punto de utilizar métodos de camuflaje en tiempo de guerra.
En el nuevo orden de Dios, los hombres y los animales se encontrarán nuevamente en la condición pacífica que Dios se propuso para ellos. Entonces ninguno de ellos temerá la muerte repentina ni tendrá que preocuparse de que su provisión de alimento no sea adecuada.—Isaías 11:9; Oseas 2:18; Revelación 21:4, 5.