A finales de 2013, fue divulgado por la Autoridad de Antigüedades de Israel, el descubrimiento de tres telas raras que datan de hace unos 2.000 años. Estas fueron encontradas por el doctor Naama Sukenik, que opera bajo la dirección del profesor Zohar Amar, del Departamento de Estudios y Arqueología de la Tierra de Israel, y el Dr. David Illouz, del Departamento de Ciencias Biológicas, de la Universidad Bar Ilan.
Los tejidos se encontraban en las cuevas de Wadi Morbaat, localizadas al sur de Qumrán, en el desierto de Judea donde se encontraron los Rollos del Mar Muerto en los años 1940 y 1950. Un detallado estudio analizó 180 muestras de los materiales de las telas. La mayoría de ellos fueron pintados con sustancias derivadas de plantas.
El escrutinio del material fue coordinado por la Dra. Orit Shamir, restauradora orgánica por la Autoridad de Antigüedades. Los colores fueron probados mediante el análisis de instrumentos avanzados para identificar los colorantes (HPLC) por el Dr. Sukenik y asistido por los doctores Alexander y Rwak.
Las piezas aún se conservan en sus colores originales, el más prestigioso de los antiguos colores de Israel es el azul, el púrpura y carmesí. Se cree que fueron utilizados en las prendas de los residentes ricos de la región. “La importancia de estos tejidos es muy importante, prácticamente apenas hay paralelos en el registro arqueológico”, dijo en un comunicado, Yoli Schwartz, portavoz de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
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Para aquellos no familiarizados con las historias de la Biblia, en el libro de Éxodo, Dios da a Moisés las instrucciones precisas para la construcción del tabernáculo. La fabricación de piezas para el vestuario sacerdotal incluyó hilos azul, púrpura y carmesí (escarlata). Durante cientos de años, los estudiosos se han preguntado si en realidad había un color azul celestial descrito en la Biblia. Los estudiosos incluso plantearon la posibilidad de que el tchelet (Azul Celeste) en realidad sería morado o púrpura, porque el secreto de su fabricación se perdió.
Un análisis moderno demuestra que las telas fueron pintadas con dos materiales muy valiosos en la antigüedad, el argaman (púrpura) tomadas de un tipo de espina y el pulgón de Armenia. La tercera parte indica que los hilos fueron expuestos a la luz cuando fueron pintados luego cocidos y teñidos. También se encontró el uso adicional de un tipo de caracol para lograr el tinte azul.
La importancia del descubrimiento tiene un fuerte atractivo religioso. Desde agosto del 2013, están siendo entrenados en Israel los cohanim (sacerdotes) una iniciativa del Instituto del Templo. Ellos se están preparando junto con varias organizaciones para reconstruir el Beit HaMikdash (Templo de Salomón), en Jerusalén.
La tela para vestuario sacerdotal
Aunque muchos utensilios ya están listos para el Tercer Templo, los estudiosos judíos están divididos respecto a las vestiduras del Sumo Sacerdote, que ordenaría los sacrificios.
Hubo una disputa acerca de cómo sería su ropa, ya que una gran parte de las instrucciones del Éxodo son específicas, pero casi imposible de reproducirse sin un punto de referencia. Con este descubrimiento, se puede eliminar cualquier duda sobre cómo sería la ropa sacerdotal pendiente, algo que pondría fin a algunas divisiones y una reproducción fotográfica fiel a las instrucciones contenidas en el Éxodo.