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Miércoles, 16 de Mayo de 2012 00:00
Teólogos y especialistas advierten sobre grupos religiosos. Cómo evitar caer en manos de falsos líderes espirituales.
Durante los últimos años, la provincia, ha sido sede de pequeños grupos religiosos destructivos que se aprovechan de la vulnerabilidad espiritual de las personas para sacar provechos económicos. Algunas, aterrizaron hace muchos años y son, de acuerdo a la palabra de los especialistas, muy difíciles de desactivar ya que operan en la legalidad de la libertad de culto amparada en la Constitución Nacional. Sin embargo, no todas son destructivas y, en ocasiones, son un refugio sentimental sano para personas con problemas.Destructivas y ventajistas
Se calcula que en Argentina hay alrededor de 80 sectas destructivas que cuentan con unos 100.000 adeptos. En Mendoza, se calcula (no existen registros de cultos) operan desde el anonimato unas 30. Los Testigos de Jehová, por ejemplo, no son una secta destructiva y esto se afirma en la cantidad de adeptos con los que cuenta (alrededor de dos millones de acólitos en todo el mundo). El problema en cuestión son las sectas destructivas. Según el teólogo mendocino Adrian Sirolecci, “estos grupos de riesgo se fundamentan en la búsqueda del poder sobre personas en situación de vulnerabilidad en función de obtener algún rédito económico a través de un falso líder espiritual.
De esta forma, los líderes de las sectas, serán los dominadores; los que crean en ellos serán sus esclavos, y los que no se dobleguen serán eliminados.
En tanto, según Sirolecci, las tres grandes sectas destructivas que participan de esta idea en Mendoza son: la Iglesia Satanista (no se conoce sede pero si se sabe que tiene adeptos), la iglesia de Espiritismo No Ortodoxo y La Agrupación de Cultos Umbanda.
Sin embargo, vale aclarar que no todas las prácticas recién mencionadas están destinadas a tomar ventaja económica sobre las víctimas ya que algunas agrupaciones tienen fines absolutamente espirituales y de hecho están comprendidas en el registro nacional de cultos.
En tanto y más allá de la conveniencia económica estos grupos pueden originar otro tipo de peligros atados a la figura de un líder espiritual (todas las sectas destructivas tienen uno). Según el sociólogo Richard Ofshe “la jefatura del grupo por parte del líder exige una obediencia extraordinaria a los miembros. La habilidad de exigir estas demandas y reforzarlas con castigos, entre los que hay extorsión y una continuada y brutal humillación ante el grupo si no se obedece, explica como un individuo que en un principio es un idealista no violento puede desear participar en planes para asesinar a enemigos del grupo".
“Estos grupos no utilizan técnicas de reforma del pensamiento y se aprovechan de la situación de miseria y marginalidad que vive el país. Así, una de las maneras rápidas de reconocer estos grupos es analizando sus actitudes: rigidez en el credo, no cooperación con otras iglesias, autoconvencimiento de que fuera de su credo no hay posibilidades de “salvación", son apocalípticos y esperan el “fin del mundo", utilizan un lenguaje simple, emotivo y sentimental, piensan que este mundo es esencialmente malo y perverso” comentó Sirolecci.
Cómo evitar su atracción
Lo más importante es procurar evitar caer en ellas. Si todavía no ha sucedido ésto, el método preventivo es lo mejor. Hay que recordar básicamente que cuando intentan captar a un nuevo individuo buscan complacerle en todo lo posible a través de respuestas sencillas, gestos y charla amena.
Básicamente hay que tener en cuenta que lo que buscan los “captadores" es apelar a nuestras emociones. No intentan convencer a través de la mente, sino a través de la emotividad, creando así numerosas sensaciones de paz, armonía, alegría, etc. Especialmente “atacan" en momentos en los que descubren que el individuo pueda tener algún problema, estar deprimido o angustiado, etc. En ese momento, el individuo es más vulnerable y en poco tiempo puede terminar aceptando lo que propagan.
