Jerusalén, 2 may (EFE).- La Policía israelí disolvió hoy una violenta protesta en la ciudad de Raanana, al noreste de Tel Aviv, contra un acto convocado por los Testigos de Jehova que debió ser autorizado por un tribunal del país después de que las autoridades municipales lo hubieran prohibido.
La protesta, convocada por el rabino jefe de la ciudad, Isaac Peretz, atrajo a primera hora de la mañana a cientos de religiosos judíos que consideran las actividades de los Testigos de carácter proselitista y por tanto un peligro para la integridad del judaísmo, informó la edición digital del diario Haaretz.
“Cualquier judío que abandona el judaísmo se convierte en un asesino de judíos”, gritó uno de los manifestantes a los participantes que entraban al seminario de los Testigos, mientras otros les imploraban no entrar.
La protesta exigió la intervención policial cuando algunos manifestantes trataron de entrar en el recinto por uno de los accesos laterales y el arresto de dos de ellos provocó la ira de la multitud y una trifulca con los agentes del orden.
En Raanana, una ciudad dormitorio del centro de Israel, viven numerosos judíos religiosos que ven la actividad evangelizadora en sus calles como un peligro para la juventud.
La Municipalidad prohibió la celebración del seminario con el argumento de que amenazaba el orden público, pero un dictamen judicial hace unos días ordenó su libre convocatoria en virtud del derecho a la libertad de culto.
La jueza Varda Meroz, del Tribunal de Distrito de Lod, denunció que “la Alcaldía se había dejado guiar por el juicio (de los que se oponían al seminario) violando derechos y extralimitándose en los límites de la razón”.
Y sentenció que la municipalidad había “violado los derechos de los demandantes (los Testigos de Jehová) a la libertad de culto y reunión, así como a la dignidad, libertad e igualdad”.