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La policía en Uzbekistán tienen por primera vez utiliza la tortura contra un testigo de Jehová, una mujer de 54 años de edad, de la Región Horezm, ahogando a ella para forzar una confesión a la importación de la literatura religiosa.
Gulchehra Abdullayeva, un residente de la aldea de Muhayo en Hazarasp Distrito en la Región Horezm, ha decidido hacer público sobre los detalles de su detención y el juicio, el Foro 18 la agencia de noticias religiosa ha informado.
Como testigo de Jehová, se quejó a cuatro agencias estatales y las Naciones Unidas sobre la tortura que se enfrentaba.
El 25 de julio, el Juzgado de primera instancia Hazarasp le impuso una multa de cinco veces el salario mínimo mensual (316.000 sumas, o alrededor de $ 120).
El juez consideró Abdullayeva, que trabaja como pediatra, culpable de violar el artículo 241 del Código de Delitos Administrativos - "violación de las reglas de la enseñanza de las creencias religiosas".
En sus denuncias, la mujer dijo que su confesión fue forzada.
Abdullayeva fue detenido el 15 de julio, dos semanas después de que ella había regresado de Kazajstán, donde ella había estado en una visita privada.
Ella fue detenido por agentes al mando del capitán Atahan Boltayev del departamento local de Policía Judicial.
Mesa insistió en que Abdullayeva había pasado de contrabando libros acerca de los Testigos de Jehová procedentes de Kazajstán y exigió que la mujer les entregue a las autoridades.
Después de Abdullayeva, dijo que no había traído ningún publicaciones religiosas, la policía registró su casa sin orden judicial.
Al no encontrar nada, los policías exigieron que la mano de Abdullayeva, al menos en algún tipo de literatura religiosa.
Abdullayeva, al igual que los testigos de Jehová de muchos otros en Uzbekistán, no llevar los libros religiosos en el país.
Después de haber sido claramente rechazado, los agentes la llevaron a una comisaría de policía donde le hicieron ponerse de pie durante cuatro horas sin agua, mientras que la temperatura era de más de 40 grados, y poner una máscara de gas sobre la cabeza y se bloquea el suministro de aire.
Abdullayeva no era capaz de soportar la tortura y escribió un comunicado diciendo que ella era testigo de Jehová.