12/11/12
Hace 45 años, Marta Giunta y su esposo Vicente decidieron unirse a la religión y cuando llegó el momento, no dudaron en bautizarse. Sentada en las gradas del Estadio Malvinas Argentinas, donde ayer culminó un nuevo y multitudinario encuentro de Testigos de Jehová, la mujer asegura que en todas las etapas de su vida la fe fue el motor que les permitió afrontar todos los problemas.
Dice incluso, que haber aplicado a su realidad la enseñanzas de la Biblia le sirvió, ante todo, para ser una persona buena.
Con el mismo ánimo que Marta, al menos 14 mil creyentes aglutinados en esta congregación cristiana compartieron en familia la tarde el domingo. Hubo cánticos, discursos por parte de referentes a nivel mundial, lecturas bíblicas y hasta representaciones teatrales llevadas a la realidad diaria de los mendocinos.
Así, en esta última de las tres jornadas del encuentro anual que comenzó el viernes, la "Asamblea de Distrito de los Testigos de Jehová" centró sus actividades en el lema "Protejamos el Corazón".
Para lograr la adhesión de todos los credos, los testigos de Jehová comenzaron a trabajar desde hace varias semanas atrás, invitando a los mendocinos de manera personal, a través de las visitas que realizan casa por casa.
Justamente, el sábado se realizaron 149 bautismos, donde los nuevos miembros adultos fueron sumergidos de cuerpo entero en el agua que simboliza la unión con Cristo, el perdón de los pecados y la recepción del Espíritu Santo.
Carlos Csizmas, a cargo del área de prensa de este evento, estimó que al menos 36 mil mendocinos concurrieron al estadio a lo largo de los tres días. El corazón, "representa a la persona interior, lo que nos motiva y nos da el poder de movernos de manera ética ante las diferentes situaciones de la vida", explicó al hacer referencia al mensaje que en esta edición pretendió transmitir el encuentro.
Entre los asistentes se pudo ver a familias enteras y parejas con niños que siguieron de cerca cada una de las actividades. Susana de Spat (60), por ejemplo, acudió al estadio con su esposo, su suegra, sus tres hijas (con sus respectivas parejas) y todos los nietos. Ella asegura que haber pasado el domingo junto a sus seres más queridos en la asamblea, fue la mejor decisión.
"Es maravilloso estar acá. Lo que se siente es mucha paz", comenta Susana y agrega que haberse sumado a esta creencia le dio las herramientas necesarias para sobrellevar los problemas que se le presentan a diario.
En la actualidad, se estima que unos 12 mil miembros de Mendoza siguen esta doctrina cuya sede central se encuentra en Brooklyn, Estados Unidos. Liliana G. (34) forma parte este grupo.
Por eso, desde el sábado ella se encargó de todos los preparativos para asistir a la nueva reunión del distrito oeste (el otro es el que está ubicado en los departamentos del Sur mendocino).
Ayer, al mediodía, la joven viajó desde San Roque (Maipú) para no perderse las reflexiones que tuvieron lugar durante todo el día. "Esto me ayuda mucho, me hace muy bien", comenta sentada en uno de los salones internos del estadio, donde las ponencias podían seguirse a través de una pantalla grande.
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