Lectura de la Biblia: Isaías 38 a 42
Núm. 1: Isaías 39:1—40:5
Núm. 2: ¿Cómo se realizarán las perspectivas de vida futura? (rs pág. 432 párr. 8–pág. 433 párr. 2)
Núm. 3: El insuperable valor de la educación divina (Fili. 6:8)
(Isaías 38:1-42:25)
38 En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Por consiguiente, Isaías hijo de Amoz el profeta entró a donde él y le dijo: "Esto es lo que ha dicho Jehová: 'Da mandatos a tu casa, porque tú mismo realmente morirás y no vivirás'". 2 Ante aquello, Ezequías volvió el rostro a la pared y empezó a orar a Jehová, 3 diciendo: "Te ruego, oh Jehová, recuerda, por favor, cómo he andado delante de ti en veracidad y con corazón completo, y lo que era bueno a tus ojos he hecho". Y Ezequías se puso a llorar profusamente. 4 Y la palabra de Jehová ahora ocurrió para Isaías, diciendo: 5 "Ve, y tienes que decir a Ezequías: 'Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de David tu antepasado: "He oído tu oración. He visto tus lágrimas. Mira, voy a añadir a tus días quince años; 6 y de la palma de la mano del rey de Asiria los libraré a ti y a esta ciudad, y ciertamente defenderé esta ciudad. 7 Y esto te es señal de parte de Jehová de que Jehová efectuará esta palabra que ha hablado: 8 Mira, voy a hacer que la sombra de las gradas, que, por el sol, había bajado en las gradas [de la escalera] de Acaz, retroceda diez gradas"'". Y el sol gradualmente volvió atrás diez gradas en las gradas [de la escalera] que había descendido. 9 Escrito de Ezequías el rey de Judá, cuando enfermó y revivió de su enfermedad. 10 Yo mismo dije: "En medio de mis días ciertamente entraré por las puertas del Seol. Tendré que ser privado del resto de mis años". 11 He dicho: "No veré a Jah, aun a Jah, en la tierra de los vivientes. Ya no miraré a la humanidad... con los habitantes de [la tierra de] cesación. 12 Mi propia habitación ha sido arrancada y quitada de mí como la tienda de pastores. He enrollado mi vida justamente como un obrero de telar; se procede a cortarme de los mismísimos hilos de la urdimbre. Desde la primera luz del día hasta la noche sigues entregándome. 13 Me he sosegado hasta la mañana. Como un león, así sigue quebrando todos mis huesos; desde la primera luz del día hasta la noche sigues entregándome. 14 Como el vencejo, el bulbul, así sigo chirriando; sigo zureando como la paloma. Mis ojos han mirado con languidez a la altura: 'Oh Jehová, estoy bajo opresión. Sé respaldo para mí'. 15 ¿Qué hablaré, y [qué], realmente, me dirá él? Él mismo también ha actuado. Sigo andando solemnemente todos mis años en la amargura de mi alma. 16 'Oh Jehová, a causa de eso ellos siguen viviendo; y como sucede con todos, en eso está la vida de mi espíritu. Y tú me restaurarás a salud y ciertamente me conservarás vivo. 17 ¡Mira! Por paz tuve lo que era amargo, sí, amargo; y tú mismo te has apegado a mi alma [y la has guardado] del hoyo de la desintegración. Porque has arrojado tras tus espaldas todos mis pecados. 18 Porque no es el Seol lo que puede elogiarte; la muerte misma no puede alabarte. Los que bajan al hoyo no pueden contemplar con esperanza tu apego a la verdad. 19 El vivo, el vivo, él es el que puede elogiarte, tal como yo puedo este día. El padre mismo puede dar conocimiento a sus propios hijos respecto a tu apego a la verdad. 20 Oh Jehová, [encárgate de] salvarme, y tocaremos mis piezas selectas para las cuerdas todos los días de nuestra vida en la casa de Jehová'". 21 E Isaías procedió a decir: "Que tomen una torta de higos secos comprimidos y [la] froten sobre el divieso, para que él reviva". 22 Mientras tanto, Ezequías dijo: "¿Cuál es la señal de que subiré a la casa de Jehová?".
39 En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán el rey de Babilonia envió cartas y un regalo a Ezequías, después que oyó que había estado enfermo pero estaba fuerte otra vez. 2 De modo que Ezequías empezó a regocijarse a causa de ellos y procedió a mostrarles su casa del tesoro, la plata y el oro y el aceite balsámico y el buen aceite y todo su arsenal y todo cuanto se hallaba en sus tesoros. Resultó que no hubo cosa alguna que Ezequías no les mostrara en su propia casa y en todo su dominio. 3 Después de aquello Isaías el profeta entró a donde el rey Ezequías y le dijo: "¿Qué dijeron estos hombres, y de dónde procedieron a venir a ti?". De modo que Ezequías dijo: "De una tierra distante vinieron a mí, de Babilonia". 4 Y él pasó a decir: "¿Qué vieron en tu casa?". A esto dijo Ezequías: "Todo lo que hay en mi casa vieron. Resultó que no hubo cosa alguna que no les mostrara en mis tesoros". 5 Isaías ahora dijo a Ezequías: "Oye la palabra de Jehová de los ejércitos: 6 '¡Mira! Vienen días, y todo lo que hay en tu propia casa y que tus antepasados han acumulado hasta este día realmente será llevado a Babilonia'. 'No quedará nada —ha dicho Jehová—. 7 Y algunos de tus propios hijos que saldrán de ti, de quienes llegarás a ser padre, serán tomados ellos mismos y realmente llegarán a ser oficiales de la corte en el palacio del rey de Babilonia'". 8 Ante eso, Ezequías dijo a Isaías: "La palabra de Jehová que has hablado es buena". Y pasó a decir: "Porque la paz y la verdad han de continuar en mis propios días".
40 "Consuelen, consuelen a mi pueblo —dice el Dios de ustedes—. 2 Hablen al corazón de Jerusalén y proclámenle que su servicio militar ha sido cumplido, que su error ha sido pagado por completo. Pues de la mano de Jehová ha recibido una cantidad plena por todos sus pecados." 3 ¡Escuchen! Alguien está clamando en el desierto: "¡Despejen el camino de Jehová! Hagan recta la calzada para nuestro Dios a través de la llanura desértica. 4 Que todo valle sea levantado y toda montaña y colina sea bajada. Y el terreno lleno de montículos tiene que llegar a ser tierra llana, y el terreno escabroso una llanura-valle. 5 Y la gloria de Jehová ciertamente será revelada, y toda carne tendrá que ver[la] juntamente, porque la mismísima boca de Jehová [lo] ha hablado". 6 ¡Escucha! Alguien está diciendo: "¡Clama!". Y uno dijo: "¿Qué he de clamar?". "Toda carne es hierba verde, y toda su bondad amorosa es como la flor del campo. 7 La hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado, porque el mismísimo espíritu de Jehová ha soplado sobre ella. De seguro la gente es hierba verde. 8 La hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado; pero en cuanto a la palabra de nuestro Dios, durará hasta tiempo indefinido." 9 Súbete aun a una montaña alta, mujer que traes buenas nuevas para Sión. Levanta la voz hasta con poder, mujer que traes buenas nuevas para Jerusalén. Levánta[la]. No tengas miedo. Di a las ciudades de Judá: "Aquí está su Dios". 10 ¡Mira! El Señor Soberano Jehová mismo vendrá aun como un fuerte, y su brazo estará gobernando para él. ¡Mira! Su galardón está con él, y el salario que él paga está delante de él. 11 Como pastor pastoreará su propio hato. Con su brazo juntará los corderos; y en su seno [los] llevará. Conducirá [con cuidado] a las que están dando de mamar. 12 ¿Quién ha medido las aguas en el simple hueco de su mano, y ha tomado las proporciones de los cielos mismos con un simple palmo, y ha incluido en una medida el polvo de la tierra, o ha pesado con indicador las montañas, y en la balanza las colinas? 13 ¿Quién ha tomado las proporciones del espíritu de Jehová, y quién como su hombre de consejo puede hacerle saber algo? 14 ¿Con quién consultó para que se le hiciera entender, o quién le instruye en la senda de la justicia, o le enseña conocimiento, o le hace conocer el mismísimo camino del verdadero entendimiento? 15 ¡Mira! Las naciones son como una gota de un cubo; y como la capa tenue de polvo en la balanza han sido estimadas. ¡Mira! Él alza las islas mismas como simple [polvo] fino. 16 Ni siquiera el Líbano basta para que se mantenga ardiendo un fuego, y los animales salvajes de este no bastan para una ofrenda quemada. 17 Todas las naciones son como algo inexistente delante de él; como nada y como una irrealidad le han sido estimadas. 18 ¿Y a quién pueden ustedes asemejar a Dios, y qué semejanza pueden poner al lado de él? 19 El artífice ha fundido una simple imagen fundida, y el metalario la reviste con oro, y forja cadenas de plata. 20 Escoge cierto árbol como contribución, un árbol que no esté podrido. Busca para sí un hábil artífice, para que prepare una imagen tallada a la cual no se pueda hacer tambalear. 21 ¿No saben ustedes? ¿No oyen? ¿No se les ha informado desde el principio? ¿No han aplicado entendimiento desde los fundamentos de la tierra? 22 Hay Uno que mora por encima del círculo de la tierra, los moradores de la cual son como saltamontes, Aquel que extiende los cielos justamente como una gasa fina, que los despliega como una tienda en la cual morar, 23 Aquel que reduce a nada a los altos funcionarios, que ha hecho a los mismísimos jueces de la tierra como una simple irrealidad. 24 Nunca han sido plantados todavía; nunca han sido sembrados todavía; nunca ha echado raíces en la tierra su tocón todavía. Y solo tiene uno que soplar sobre ellos, y se secan; y como rastrojo se los llevará el mismísimo viento de tempestad. 25 "Pero ¿a quién pueden ustedes asemejarme para que yo sea hecho su igual? —dice el Santo—. 26 Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna [de ellas] falta. 27 "¿Por qué razón dices tú, oh Jacob, y expresas tú, oh Israel: 'Mi camino ha sido ocultado de Jehová, y el que se me haga justicia elude a mi Dios mismo'? 28 ¿No has llegado a saber, o no has oído? Jehová, el Creador de las extremidades de la tierra, es un Dios hasta tiempo indefinido. Él no se cansa ni se fatiga. No se puede escudriñar su entendimiento. 29 Está dando poder al cansado; y hace que abunde en plena potencia el que se halla sin energía dinámica. 30 Los muchachos se cansan y también se fatigan, y los jóvenes mismos sin falta tropiezan, 31 pero los que estén esperando en Jehová recobrarán el poder. Se remontarán con alas como águilas. Correrán, y no se fatigarán; andarán, y no se cansarán."
41 "Atiendan a mí en silencio, oh islas; y recobren el poder los grupos nacionales mismos. Que se aproximen. Que hablen en aquel tiempo. Acerquémonos juntos para el juicio mismo. 2 "¿Quién ha suscitado [a alguien] desde el naciente? ¿[Quién] procedió en justicia a llamarlo a Sus pies, para dar delante de él las naciones, y para hacer que [él] vaya sojuzgando hasta a reyes? ¿[Quién] siguió dándo[los] como polvo a su espada, de manera que han sido impelidos de acá para allá como simple rastrojo con su arco? 3 ¿[Quién] siguió yendo tras ellos, siguió pasando adelante pacíficamente a pie por la senda [por la cual] no procedió a venir? 4 ¿Quién ha estado activo y ha hecho [esto], y ha llamado a las generaciones desde el comienzo? "Yo, Jehová, el Primero; y con los últimos soy lo mismo." 5 Las islas vieron y empezaron a temer. Las mismísimas extremidades de la tierra empezaron a temblar. Se acercaron y siguieron viniendo. 6 Se pusieron a ayudar cada cual a su compañero, y uno decía a su hermano: "Sé fuerte". 7 De manera que el artífice se puso a fortalecer al metalario; el que alisa con el martillo de fragua al que martilla en el yunque, diciendo respecto a la soldadura: "Está bien". Por fin, uno lo aseguró con clavos para que no se le pudiera hacer tambalear. 8 "Pero tú, oh Israel, eres mi siervo, tú, oh Jacob, a quien he escogido, la descendencia de Abrahán, mi amigo; 9 tú, a quien he asido desde las extremidades de la tierra, y tú, a quien he llamado hasta de las partes remotas de ella. Y por eso te dije: 'Tú eres mi siervo; te he escogido, y no te he rechazado. 10 No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia'. 11 "¡Mira! Todos los que se acaloran contra ti se avergonzarán y serán humillados. Los hombres que tienen una riña contigo llegarán a ser como nada, y perecerán. 12 Los buscarás, pero no los hallarás, a aquellos hombres que están en una lucha contigo. Llegarán a ser como algo inexistente y como nada, aquellos hombres que están en guerra contra ti. 13 Porque yo, Jehová tu Dios, tengo agarrada tu diestra, Aquel que te dice: 'No tengas miedo. Yo mismo ciertamente te ayudaré'. 14 "No tengas miedo, gusano Jacob, ustedes los hombres de Israel. Yo mismo ciertamente te ayudaré —es la expresión de Jehová, aun tu Recomprador, el Santo de Israel—. 15 ¡Mira! He hecho de ti un trillo, un nuevo instrumento trillador que tiene [dientes] de dos filos. Pisotearás las montañas y [las] triturarás; y reducirás las colinas como a tamo. 16 Las aventarás, y un viento mismo se las llevará, y un viento de tempestad mismo las impelerá en diferentes direcciones. Y tú mismo estarás gozoso en Jehová. En el Santo de Israel te jactarás acerca de ti mismo." 17 "Los afligidos y los pobres andan buscando agua, pero no la hay. A causa de la sed su lengua misma se ha secado. Yo mismo, Jehová, les responderé. Yo, el Dios de Israel, no los dejaré. 18 Sobre colinas peladas abriré ríos; y en medio de las llanuras-valles, manantiales. Convertiré el desierto en estanque de agua lleno de cañas; y la tierra árida, en fuentes de agua. 19 En el desierto pondré el cedro, la acacia y el mirto y el árbol oleífero. En la llanura desértica colocaré el enebro, el fresno y el ciprés al mismo tiempo; 20 a fin de que la gente vea y sepa y preste atención y tenga perspicacia al mismo tiempo, que la mismísima mano de Jehová ha hecho esto, y el Santo de Israel lo ha creado él mismo." 21 "Presenten ustedes su causa polémica —dice Jehová—. Produzcan sus argumentos —dice el Rey de Jacob—. 22 Produzcan e infórmennos las cosas que van a suceder. Las primeras cosas —lo que fueron— de veras informen, para que apliquemos nuestro corazón y sepamos el futuro de ellas. O hágannos oír hasta las cosas que vienen. 23 Informen acerca de las cosas que han de venir después, para que sepamos que ustedes son dioses. Sí, ustedes deben hacer lo bueno o hacer lo malo, para que miremos por todos lados y [lo] veamos al mismo tiempo. 24 ¡Miren! Ustedes son algo inexistente, y su logro nada es. Cosa detestable es cualquiera que los escoge a ustedes. 25 "He suscitado [a alguien] desde el norte, y vendrá. Desde el nacimiento del sol invocará mi nombre. Y vendrá sobre los gobernantes diputados como [si fueran] barro y tal como un alfarero que huella el material húmedo. 26 "¿Quién ha informado cosa alguna desde el comienzo, para que sepamos, o desde tiempos pasados, para que digamos: 'Tiene razón'? Realmente no hay nadie que informe. Realmente no hay nadie que haga [a uno] oír. Realmente no hay nadie que oiga dicho alguno de ustedes." 27 Hay un primero, [que dice] a Sión: "¡Mira! ¡Aquí están!", y a Jerusalén daré un portador de buenas nuevas. 28 Y seguí viendo, y no hubo ningún hombre; y de entre estos no hubo nadie tampoco que diera consejo. Y seguí preguntándoles, para que dieran una respuesta. 29 ¡Mira! Todos ellos son algo inexistente. Sus obras nada son. Sus imágenes fundidas son viento e irrealidad.
42 ¡Mira! ¡Mi siervo, a quien tengo firmemente asido! ¡Mi escogido, [a quien] mi alma ha aprobado! He puesto mi espíritu en él. Justicia para las naciones es lo que él sacará. 2 No clamará ni levantará [la voz], y en la calle no dejará oír su voz. 3 No romperá ninguna caña quebrantada; y en cuanto a una mecha de lino de disminuido resplandor, no la extinguirá. En apego a la verdad sacará la justicia. 4 Él no disminuirá en resplandor ni será quebrantado hasta que establezca la justicia en la tierra misma; y las islas mismas seguirán esperando su ley. 5 Esto es lo que ha dicho el Dios [verdadero], Jehová, el Creador de los cielos y el Magnífico que los extiende; Aquel que tiende la tierra y su producto, Aquel que da aliento a la gente sobre ella, y espíritu a los que andan en ella: 6 "Yo mismo, Jehová, te he llamado en justicia, y procedí a asirte de la mano. Y te salvaguardaré y te daré como pacto del pueblo, como luz de las naciones, 7 [y has de] abrir los ojos ciegos, sacar del calabozo al prisionero, de la casa de detención a los que están sentados en oscuridad. 8 "Yo soy Jehová. Ese es mi nombre; y a ningún otro daré yo mi propia gloria, ni mi alabanza a imágenes esculpidas. 9 "Las primeras cosas... miren, han llegado, pero nuevas cosas anuncio. Antes que empiecen a brotar, hago que ustedes [las] oigan". 10 Canten a Jehová una canción nueva, su alabanza desde la extremidad de la tierra, ustedes los que están bajando al mar y a lo que lo llena, islas y ustedes los que las habitan. 11 Levanten [la voz] el desierto y sus ciudades, los poblados que Quedar habita. Clamen de gozo los habitantes del peñasco. Desde la cima de las montañas vocee la gente. 12 Atribuyan ellos gloria a Jehová, y en las islas anuncien hasta su alabanza. 13 Como hombre poderoso Jehová mismo saldrá. Como guerrero despertará celo. Gritará, sí, soltará un grito de guerra; sobre sus enemigos se mostrará más poderoso. 14 "He estado callado por largo tiempo. Continué silencioso. Seguí ejerciendo autodominio. Como una mujer que está dando a luz voy a gemir, jadear y boquear a la misma vez. 15 Devastaré montañas y colinas, y secaré toda su vegetación. Y ciertamente tornaré ríos en islas, y secaré los estanques llenos de cañas. 16 Y ciertamente haré que los ciegos anden por un camino que no han conocido; en una vereda que no han conocido haré que pisen. Tornaré un lugar oscuro delante de ellos en luz, y terreno escabroso en tierra llana. Estas son las cosas que ciertamente les haré, y de seguro no los dejaré." 17 Tienen que ser vueltos atrás —quedarán muy avergonzados— los que están cifrando confianza en la imagen tallada, los que están diciendo a una imagen fundida: "Ustedes son nuestros dioses". 18 Oigan, sordos; y miren para ver, ciegos. 19 ¿Quién es ciego, si no mi siervo, y quién es sordo como mi mensajero a quien envío? ¿Quién es ciego como el recompensado, o ciego como el siervo de Jehová? 20 Era caso de ver muchas cosas, pero tú no seguiste vigilando. Era caso de abrir los oídos, pero no seguiste escuchando. 21 Jehová mismo por causa de su justicia se ha deleitado en que él engrandezca la ley y la haga majestuosa. 22 Pero es un pueblo saqueado y despojado, todos ellos atrapados en los agujeros, y en las casas de detención los han mantenido escondidos. Han llegado a ser para saqueo sin libertador, para pillaje sin nadie que diga: "¡Devuelve!". 23 ¿Quién entre ustedes prestará oído a esto? ¿Quién prestará atención y escuchará para tiempos posteriores? 24 ¿Quién ha dado a Jacob para simple pillaje, y a Israel a los saqueadores? ¿No es Jehová, Aquel contra quien hemos pecado, y en cuyos caminos ellos no quisieron andar, y cuya ley no escucharon? 25 Por lo tanto, Él siguió derramando sobre él furia, su cólera y la fuerza de guerra. Y esto siguió consumiéndolo todo en derredor, pero él no hizo caso; y siguió ardiendo contra él, pero él no quiso poner nada en el corazón.
Núm. 1: Isaías 39:1-40:5
39 En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán el rey de Babilonia envió cartas y un regalo a Ezequías, después que oyó que había estado enfermo pero estaba fuerte otra vez. 2 De modo que Ezequías empezó a regocijarse a causa de ellos y procedió a mostrarles su casa del tesoro, la plata y el oro y el aceite balsámico y el buen aceite y todo su arsenal y todo cuanto se hallaba en sus tesoros. Resultó que no hubo cosa alguna que Ezequías no les mostrara en su propia casa y en todo su dominio. 3 Después de aquello Isaías el profeta entró a donde el rey Ezequías y le dijo: "¿Qué dijeron estos hombres, y de dónde procedieron a venir a ti?". De modo que Ezequías dijo: "De una tierra distante vinieron a mí, de Babilonia". 4 Y él pasó a decir: "¿Qué vieron en tu casa?". A esto dijo Ezequías: "Todo lo que hay en mi casa vieron. Resultó que no hubo cosa alguna que no les mostrara en mis tesoros". 5 Isaías ahora dijo a Ezequías: "Oye la palabra de Jehová de los ejércitos: 6 '¡Mira! Vienen días, y todo lo que hay en tu propia casa y que tus antepasados han acumulado hasta este día realmente será llevado a Babilonia'. 'No quedará nada —ha dicho Jehová—. 7 Y algunos de tus propios hijos que saldrán de ti, de quienes llegarás a ser padre, serán tomados ellos mismos y realmente llegarán a ser oficiales de la corte en el palacio del rey de Babilonia'". 8 Ante eso, Ezequías dijo a Isaías: "La palabra de Jehová que has hablado es buena". Y pasó a decir: "Porque la paz y la verdad han de continuar en mis propios días".
40 "Consuelen, consuelen a mi pueblo —dice el Dios de ustedes—. 2 Hablen al corazón de Jerusalén y proclámenle que su servicio militar ha sido cumplido, que su error ha sido pagado por completo. Pues de la mano de Jehová ha recibido una cantidad plena por todos sus pecados." 3 ¡Escuchen! Alguien está clamando en el desierto: "¡Despejen el camino de Jehová! Hagan recta la calzada para nuestro Dios a través de la llanura desértica. 4 Que todo valle sea levantado y toda montaña y colina sea bajada. Y el terreno lleno de montículos tiene que llegar a ser tierra llana, y el terreno escabroso una llanura-valle. 5 Y la gloria de Jehová ciertamente será revelada, y toda carne tendrá que ver[la] juntamente, porque la mismísima boca de Jehová [lo] ha hablado".
Núm. 2: ¿Cómo se realizarán las perspectivas de vida futura? (rs pág. 432 párr. 8–pág. 433 párr. 2)
¿Cómo se realizarán las perspectivas de vida futura?
Hech. 24:15: "Tengo esperanza en cuanto a Dios, esperanza que estos mismos también abrigan, de que va a haber resurrección así de justos como de injustos." (Esto incluirá a personas que hayan servido fielmente a Dios en el pasado, así como a la gran cantidad de personas que nunca llegó a conocer suficiente acerca del Dios verdadero como para aceptar o rechazar Sus caminos.)
Juan 11:25, 26: "Le dijo Jesús [a la hermana del hombre a quien después hizo volver a la vida]: 'Yo soy la resurrección y la vida. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a vivir; y todo el que vive y ejerce fe en mí no morirá jamás. ¿Crees tú esto?'" (De modo que, además de la esperanza de la resurrección, Jesús ofreció otra cosa para las personas que estuvieran vivas cuando el mundo inicuo actual llegara a su fin. Los que tienen la esperanza de ser súbditos terrestres del Reino de Dios tienen la perspectiva de sobrevivir y absolutamente nunca morir.)
En la composición del cuerpo humano, ¿hay prueba de que este fuera diseñado para vivir para siempre?
Es de conocimiento general que el cerebro humano tiene una capacidad que excede por mucho la que usamos durante toda nuestra vida actual, sea que alcancemos 70 o hasta 100 años de edad. La Encyclopædia Britannica declara que el cerebro humano "está dotado de una potencialidad considerablemente mayor de la que se puede utilizar durante la vida de una persona" (1976, tomo 12, pág. 998). El científico Carl Sagan dice que el cerebro humano pudiera almacenar información que "llenaría unos veinte millones de volúmenes, tantos como en las bibliotecas más grandes del mundo" (Cosmos, 1980, pág. 278). Respecto a la capacidad del "sistema de archivar" del cerebro humano, el bioquímico Isaac Asimov escribió que tal sistema es "perfectamente capaz de encargarse de cualquier carga de aprendizaje y memoria que el ser humano probablemente haya de poner sobre él... y mil millones de veces más que esa cantidad, también" (The New York Times Magazine, 9 de octubre de 1966, pág. 146). (¿Por qué fue dotado de tal capacidad el cerebro humano si no habría de utilizarla? ¿No es razonable que los humanos, que tienen capacidad ilimitada para aprender, fueran de hecho diseñados para vivir para siempre?)
Núm. 3: El insuperable valor de la educación divina (Fili. 3:8)
(Filipenses 3:8) Pues, en cuanto a eso, de veras sí considero también que todas las cosas son pérdida a causa del sobresaliente valor del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor. Por motivo de él he sufrido la pérdida de todas las cosas y las considero como un montón de basura, a fin de ganar a Cristo. Así, como usted puede ver, el propósito de Dios de que haya sobrevivientes indica que ahora vivimos muy cerca del fin de este viejo sistema'.
*** w09 15/9 págs. 21-25 párrs. 1-16 El insuperable valor de la educación divina ***
El insuperable valor de la educación divina
"De veras sí considero también que todas las cosas son pérdida a causa del sobresaliente valor del conocimiento de Cristo Jesús." (FILI. 3:8)
DESDE temprana edad, Robert se destacó en los estudios. Cuando tenía apenas ocho años, una de sus maestras fue a su casa y le dijo que él podría lograr todo lo que quisiera en la vida, y que a ella le encantaría verlo convertido en médico. Ya de adolescente, tenía tan buenas notas que hubiera podido acceder a las mejores universidades de su país. Sin embargo, Robert decidió rechazar lo que muchos consideraban una oportunidad única a fin de alcanzar su meta de ser precursor regular.
2 Tal como Robert, muchos cristianos de todas las edades han tenido la oportunidad de progresar en el mundo actual, pero algunos de ellos han decidido dejarla pasar a fin de alcanzar metas espirituales (1 Cor. 7:29-31). ¿Por qué se han dedicado de lleno al ministerio estos cristianos? Sobre todo, porque aman a Jehová, pero también porque reconocen el insuperable valor de la educación divina. ¿Se ha preguntado recientemente cómo sería su vida si no hubiera conocido la verdad? Reflexionemos en algunas de las extraordinarias bendiciones que tenemos gracias a la educación que nos da Jehová. De ese modo aumentarán nuestro aprecio por las buenas nuevas y nuestro celo en la predicación.
El gran honor de ser enseñados por Jehová
3 En su gran bondad, Jehová está dispuesto a enseñar a los seres humanos imperfectos. Refiriéndose proféticamente a los cristianos ungidos, Isaías 54:13 declara: "Todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante". Estas palabras son aplicables por extensión a las "otras ovejas" de Cristo (Juan 10:16). ¿Cómo lo sabemos? Por lo que dice una profecía que se está cumpliendo en nuestros días. En una visión, Isaías contempló a mucha gente de todas las naciones que venía a adorar a Dios. De acuerdo con la profecía, se decían unos a otros: "Subamos a la montaña de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas" (Isa. 2:1-3). Así es, serían enseñados por Jehová. ¡Qué inmenso honor!
4 ¿Qué requisitos hemos de cumplir para recibir la educación divina? Uno muy importante es ser dóciles y dejarnos enseñar. El salmista David escribió: "Bueno y recto es Jehová. [...] [Él] enseñará a los mansos Su camino" (Sal. 25:8, 9). Además, Jesús dijo: "Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos" (Luc. 10:21). ¿Verdad que no es difícil sentir amor por un Dios que "da bondad inmerecida a los humildes"? (1 Ped. 5:5.)
5 ¿Fue por mérito propio que encontramos la verdad, que nos dimos cuenta de que este era el camino que debíamos seguir? No; jamás habríamos conocido a Dios por nuestros propios medios. Jesús dijo: "Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga" (Juan 6:44). Así es, Jehová atrae a "las cosas deseables de todas las naciones", es decir, a las personas mansas como ovejas, y lo hace mediante la predicación de las buenas nuevas y su espíritu santo (Ageo 2:7). ¿No se siente usted agradecido por ser una de las personas a quienes Jehová ha atraído hacia su Hijo? (Léase Jeremías 9:23, 24.)
El poder de mejorar la vida de la gente
6 Mediante una hermosa figura literaria, la profecía de Isaías describe una espectacular transformación que está teniendo lugar hoy día. Muchas personas que antes eran violentas se han vuelto pacíficas (léase Isaías 11:6-9). Otras, que se odiaban entre sí debido a diferencias raciales, tribales, culturales o de nacionalidad, han aprendido a vivir juntas en paz. Simbólicamente hablando, han convertido "sus espadas en rejas de arado" (Isa. 2:4). ¿A qué se deben estos sorprendentes cambios? A que esas personas han adquirido el "conocimiento de Jehová" y lo han puesto en práctica en su vida. Aunque los siervos de Dios son imperfectos, forman una verdadera hermandad internacional. El atractivo universal de las buenas nuevas y el excelente fruto que producen confirman el insuperable valor de la educación divina (Mat. 11:19).
7 El apóstol Pablo comparó la labor que realizan los siervos de Dios con una guerra espiritual. Él escribió: "Las armas de nuestro guerrear no son carnales, sino poderosas por Dios para derrumbar cosas fuertemente atrincheradas. Porque estamos derrumbando razonamientos y toda cosa encumbrada que se levanta contra el conocimiento de Dios" (2 Cor. 10:4, 5). ¿Cuáles son las "cosas fuertemente atrincheradas" que la educación divina derrumba? Las mentiras religiosas, las supersticiones y las filosofías humanas, para mencionar unas cuantas (Col. 2:8). Las enseñanzas de Jehová ayudan a la gente a abandonar conductas pecaminosas y a desarrollar cualidades cristianas (1 Cor. 6:9-11). Además, mejoran las relaciones familiares y le dan propósito a la vida. Esa es la educación que más se necesita hoy día.
8 Una de las cualidades que la gente puede desarrollar gracias a la ayuda de Jehová es la honradez, como lo demuestra la siguiente historia (Heb. 13:18). En la India, una señora empezó a estudiar la Biblia y se hizo publicadora no bautizada. Cierto día, mientras volvía a su casa después de trabajar en la construcción de un Salón del Reino, encontró una cadena de oro tirada en el suelo junto a una parada de autobús. Aunque ella era pobre y la cadena estaba valorada en 800 dólares, decidió ir a entregarla a la estación de policía, y le pidió a un anciano de la congregación que la acompañara. El oficial que los atendió no lo podía creer. Más tarde, otro policía le preguntó a la publicadora por qué había decidido devolver la cadena, a lo que ella respondió: "Porque las enseñanzas de la Biblia me han transformado. Ahora soy una persona honrada". Impresionado, el policía le dijo al anciano: "Este estado tiene treinta y ocho millones de habitantes. Si usted consiguiera que tan solo diez personas llegaran a ser como esta señora, eso sería maravilloso". La educación divina ha mejorado la vida de millones de personas de todo el mundo. ¿Verdad que esa es una poderosa razón para alabar a Jehová?
9 El poder transformador de las Escrituras, así como la ayuda que Jehová da mediante su espíritu, permite a la gente realizar cambios profundos en su vida (Rom. 12:2; Gál. 5:22, 23). Colosenses 3:10 da esta exhortación: "Vístanse de la nueva personalidad, que mediante conocimiento exacto va haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la ha creado". El mensaje de la Palabra de Dios tiene el poder de sacar a la luz lo que la persona realmente es en el interior y de cambiar su manera de pensar y sentir (léase Hebreos 4:12). Además, una vez que adquiere conocimiento exacto de la Biblia y empieza a obedecer las justas normas divinas, puede entablar una amistad con Dios y tener la esperanza de vivir para siempre.
Verdadera preparación para el futuro
10 Como Jehová sabe lo que está a punto de ocurrir, él es quien mejor puede prepararnos para el futuro. Él ya ha determinado el porvenir de la humanidad (Isa. 46:9, 10). La Biblia indica que "el gran día de Jehová está cerca" (Sof. 1:14). Y en ese día se cumplirán las palabras de Proverbios 11:4: "Las cosas valiosas no serán de ningún provecho en el día del furor, pero la justicia misma librará de la muerte". Cuando se ejecute la sentencia divina contra este mundo satánico, lo más importante será nuestra relación con Dios. De nada valdrá el dinero, pues como dice Ezequiel 7:19, "en las calles arrojarán su plata misma, y su propio oro llegará a ser una cosa aborrecible". Saber esto nos permite tomar buenas decisiones desde ahora.
11 Una manera en que la educación divina nos prepara para el día de Jehová es ayudándonos a establecer nuestras prioridades. El apóstol Pablo le escribió a Timoteo: "A los que son ricos en el presente sistema de cosas da órdenes de que no sean altaneros, y de que cifren su esperanza, no en las riquezas inseguras, sino en Dios". Aun si no somos ricos, este consejo inspirado puede sernos muy útil. Cifrar la esperanza en Dios y no en las riquezas implica "trabaj[ar] en lo bueno" y ser "ricos en obras excelentes" en vez de luchar por conseguir bienes materiales. Si damos prioridad a los asuntos espirituales, estableceremos "un fundamento excelente para el futuro" (1 Tim. 6:17-19). Ese espíritu de sacrificio refleja sabiduría, pues como dijo Jesús, "¿de qué provecho le será al hombre si gana todo el mundo, pero lo paga con perder su alma?" (Mat. 16:26, 27). En vista de lo cerca que está el día de Jehová, cada uno de nosotros debe preguntarse: "¿Dónde estoy yo acumulando tesoros? ¿Soy esclavo de Dios, o de las riquezas?" (Mat. 6:19, 20, 24).
12 La labor de predicar el Reino y hacer discípulos ocupa un lugar primordial entre las "obras excelentes" que la Biblia nos manda realizar (Mat. 24:14; 28:19, 20). Ahora bien, tal como sucedía en el siglo primero, hay quienes menosprecian nuestro ministerio (léase 1 Corintios 1:18-21). Pero eso no le quita valor al mensaje que llevamos ni le resta importancia a la comisión que tenemos de dar a la gente la oportunidad de aceptar las buenas nuevas mientras todavía queda tiempo (Rom. 10:13, 14). Además, si ayudamos al prójimo a beneficiarse de la educación divina, nosotros también recibiremos muchas bendiciones.
Las bendiciones que resultan de hacer sacrificios
13 Desde joven, el apóstol Pablo recibió la mejor preparación para triunfar en el mundo judío. No tendría más de 13 años cuando dejó Tarso, su ciudad natal, a fin de mudarse a Jerusalén y estudiar bajo la tutela de Gamaliel, un reconocido maestro de la Ley (Hech. 22:3). Tanto se destacó Pablo, que de haber continuado con su formación, habría alcanzado una prestigiosa posición en el judaísmo (Gál. 1:13, 14). Pero cuando aceptó las buenas nuevas y emprendió su ministerio, dejó atrás todo eso. ¿Se arrepintió de su decisión? No. De hecho, esto fue lo que escribió: "De veras sí considero también que todas las cosas son pérdida a causa del sobresaliente valor del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor. Por motivo de él he sufrido la pérdida de todas las cosas y las considero como un montón de basura" (Fili. 3:8).
14 Al igual que Pablo, los cristianos de la actualidad hacemos sacrificios por causa de las buenas nuevas (Mar. 10:29, 30). ¿Nos faltará lo necesario por ello? Veamos las siguientes palabras de Robert, a quien mencionamos al principio, pues reflejan bien el sentir de muchos hermanos: "No me arrepiento de nada. El ministerio de tiempo completo me da muchas alegrías y satisfacciones. Me ha permitido 'gustar y ver que Jehová es bueno'. Siempre que he sacrificado algo para alcanzar una meta espiritual, Jehová me ha bendecido dándome más de lo que estuve dispuesto a dejar. Al final, es como si no hubiera sacrificado nada, pues siempre salgo ganando" (Sal. 34:8; Pro. 10:22).
15 Si usted lleva algún tiempo participando en la obra de predicar y enseñar, seguro que también ha visto lo bueno que es Jehová. ¿Ha percibido alguna vez la ayuda del espíritu santo al presentar las buenas nuevas? ¿Ha visto cómo se ilumina el rostro de las personas cuando Jehová les abre el corazón para que presten atención al mensaje? (Hech. 16:14.) ¿Le ha ayudado él a superar algún obstáculo que le impedía dedicarse más de lleno al ministerio? ¿Ha sentido su apoyo en los momentos difíciles y ha recibido las fuerzas necesarias para seguir adelante cuando creía que no podía más? (Fili. 4:13.) Cuando vemos la mano de Jehová ayudándonos en nuestro ministerio, sentimos que él es más real y nos acercamos más a él (Isa. 41:10). ¿Verdad que es una auténtica bendición ser "colaboradores de Dios" en la importantísima obra de educación bíblica? (1 Cor. 3:9.)
16 Mucha gente sueña con hacer algo que deje huella. Pero como bien sabemos, los logros que se consiguen en este mundo, por muy extraordinarios que sean, suelen caer en el olvido. Sin embargo, lo que está haciendo Jehová hoy día para santificar su nombre quedará escrito de manera imborrable en la historia; nunca será olvidado (Pro. 10:7; Heb. 6:10). Por lo tanto, valoremos el maravilloso privilegio de participar en la histórica campaña de educación divina que se está llevando a cabo en nuestro día.
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