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En Candelaria los Testigos de Jehová construyeron un salón entre todos, en base a un sistema internacional de construcción que guarda un modelo característico y evita que se vean salones de ricos y salones de pobres. En Misiones comenzó en esa localidad y continúa en Capioví, Puerto Rico, Garhuapé, Montecarlo, Cerro Azul y otros. "Queremos hacer resaltar como el voluntariado hace maravillas cuando el espíritu unificador de la enseñanza divina mueve los corazones dispuestos a colaborar con conocimientos o sin ellos en alabar a Dios con nuestro trabajo", dijo un dirigente de los Testigos de Jehová, Walter Peralta.
La organización efectúa los trabajos con un grupo de construcción formado por testigos de Jehová con aptitudes en la construcción, hombres y mujeres. Reciben una capacitación especial y recorren cada país efectuando el trabajo de remodelar o construir a nuevo salones que previamente han cumplido con las normativas vigente de construcción, como escrituración a nombre de nuestra Asociación, aprobación de planos, y otros requisitos legales.
Aprobado el proyecto el grupo se dirige y se efectúa las tareas con la ayuda de los testigos de la zona. Las obras se hacen en 30 días aproximadamente y se trabaja de martes a sábado.
En el país existen cinco grupos de construcción y en los últimos cinco años se han construido cerca de 130 salones. Actualmente se completan como cinco salones por mes.
El dinero para sufragar estos gastos surge de las contribuciones voluntarias de los testigos de Jehová de todo el mundo y permite que junto con la labor voluntaria de trabajadores de la zona se concreten los trabajos de manera rápida y con el gozo de haber colaborado. Todo esto nos hace más consciente de cuidarlo, mantenerlo y sirve en la comunidad como una fuente de conocimiento espiritual gratuito.
En la provincia de Misiones comenzó en Candelaria y continúa con Capioví, Puerto Rico, Garhuapé, Montecarlo, Cerro Azul y otros.
Queremos hacer resaltar como el voluntariado hace maravillas cuando el espíritu unificador de la enseñanza divina mueve los corazones dispuestos a colaborar con conocimientos o sin ellos en alabar a Dios con nuestro trabajo.
En Candelaria trabajaron un promedio de 30 personas durante 28 días de 8 a 18 horas, pero es de destacar que tuvimos un sábado con 85 personas y otros de 60 personas. No se produjeron accidentes por que se cuida la seguridad, incluso la seguiridad alimentaria porque la mediodía las congregaciones vecinas colaboraban con el almuerzo en un comedor adecuadamente organizado para tal evento.
Una vez más los testigos de Jehová consideran que debe resaltarse el hecho altruista y laborioso que significa su obra.
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