Lectura de la Biblia: Eclesiastés 7 a 12
Núm. 1: Eclesiastés 9:13–10:11
Núm. 2: El amor no es celoso (1 Cor. 13:4)
Núm. 3: ¿Cómo afecta la señal de los últimos días a los verdaderos cristianos? (rs pág. 424 párrs. 1, 2)
(Eclesiastés 7:1-12:14)
7 Mejor es un nombre que el buen aceite, y el día de la muerte que el día en que uno nace. 2 Mejor es ir a la casa del duelo que ir a la casa del banquete, porque ese es el fin de toda la humanidad; y el que está vivo debe poner [esto] en su corazón. 3 Mejor es la irritación que la risa, porque por el mal humor del rostro se mejora el corazón. 4 El corazón de los sabios está en la casa del duelo, pero el corazón de los estúpidos está en la casa del regocijo. 5 Mejor es oír la reprensión de alguien sabio que ser el hombre que oye la canción de los estúpidos. 6 Pues como el sonido de los espinos debajo de la olla, así es la risa del estúpido; y esto también es vanidad. 7 Porque la mera opresión puede hacer que un sabio se porte como loco; y una dádiva puede destruir el corazón. 8 Mejor es el fin de un asunto, posteriormente, que su principio. Mejor es el que es paciente que el que es altivo de espíritu. 9 No te des prisa en tu espíritu a sentirte ofendido, porque el ofenderse es lo que descansa en el seno de los estúpidos. 10 No digas: "¿Por qué ha sucedido que los días anteriores resultaron ser mejores que estos?", porque no se debe a sabiduría el que hayas preguntado acerca de esto. 11 Buena es la sabiduría junto con una herencia, y es ventajosa para los que ven el sol. 12 Porque la sabiduría es para una protección [lo mismo que] el dinero es para una protección; pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría misma conserva vivos a sus dueños. 13 Ve la obra del Dios [verdadero], pues ¿quién puede enderezar lo que él ha torcido? 14 En un día bueno demuestra que estás en el bien, y en un día calamitoso ve que el Dios [verdadero] ha hecho aun esto exactamente como aquello, a fin de que la humanidad no descubra nada en absoluto después de ella. 15 Todo lo he visto yo durante mis días vanos. Existe el justo que perece en su justicia, y existe el inicuo que continúa largo tiempo en su maldad. 16 No te hagas justo en demasía, ni te muestres excesivamente sabio. ¿Por qué debes causarte desolación? 17 No seas inicuo en demasía, ni llegues a ser tonto. ¿Por qué debes morir cuando no es tu tiempo? 18 Mejor es que te asgas de lo uno, pero de lo otro tampoco retires la mano; porque el que teme a Dios saldrá con todos ellos. 19 La sabiduría misma es más fuerte, para el sabio, que diez hombres en poder que haya en una ciudad. 20 Pues no hay en la tierra hombre justo que siga haciendo el bien y no peque. 21 Además, no des tu corazón a todas las palabras que hable la gente, para que no oigas a tu siervo invocar el mal contra ti. 22 Porque tu propio corazón sabe bien, aun muchas veces, que tú, hasta tú, has invocado el mal contra otros. 23 Todo esto lo he sometido a examen con sabiduría. Dije: "Ciertamente me haré sabio". Pero estuvo lejos de mí. 24 Lo que ha llegado a ser está muy lejos y es sumamente profundo. ¿Quién puede descubrirlo? 25 Yo mismo me volví, aun mi corazón lo hizo, para saber y para explorar y para buscar la sabiduría y la razón de las cosas, y para saber acerca de la iniquidad de la estupidez y la tontedad de la locura; 26 y descubría: Más amarga que la muerte [hallé] a la mujer que es ella misma redes para cazar, y cuyo corazón es redes barrederas, [y] cuyas manos son grilletes. Uno es bueno ante el Dios [verdadero] si escapa de ella, pero uno peca si es capturado por ella. 27 "¡Ve! Esto he hallado —dijo el congregador—, una cosa [tomada] tras otra, para averiguar el resumen, 28 el cual mi alma ha buscado de continuo, pero yo no he hallado. Un hombre entre mil he hallado, pero una mujer entre todas estas no he hallado. 29 ¡Ve! Esto solo he hallado, que el Dios [verdadero] hizo a la humanidad recta, pero ellos mismos han buscado muchos planes."
Eclesiastés 8
Eclesiastés 8
8 ¿Quién hay como el sabio? ¿Y quién hay que conozca la interpretación de una cosa? La sabiduría misma del hombre hace brillar su rostro, y hasta la severidad de su rostro es cambiada [a algo mejor]. 2 Yo [digo:] "Guarda la misma orden del rey, y eso por consideración al juramento de Dios. 3 No te des prisa, para que salgas de delante de él. No te quedes plantado en una cosa mala. Pues todo aquello que él se deleita [en hacer] lo hace, 4 porque la palabra del rey es el poder de control; y ¿quién puede decirle: '¿Qué haces?'?". 5 El que guarda el mandamiento no conocerá ninguna cosa calamitosa, y el corazón sabio conocerá tanto el tiempo como el juicio. 6 Pues existe un tiempo y juicio aun para todo asunto, porque la calamidad de la humanidad es abundante sobre ella. 7 Pues no hay quien sepa lo que llegará a ser, porque ¿quién puede informarle justamente cómo llegará a ser? 8 No hay hombre que tenga poder sobre el espíritu para restringir el espíritu; tampoco hay poder de control en el día de la muerte; ni hay licencia alguna en la guerra. Y la iniquidad no proveerá escape a los que se entregan a ella. 9 Todo esto he visto, y hubo un aplicar mi corazón a toda obra que se ha hecho bajo el sol, [durante] el tiempo que el hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo. 10 Pero, aunque esto es así, he visto a los inicuos ser enterrados, que entraban y que se iban del lugar santo mismo y eran olvidados en la ciudad donde habían actuado de aquella manera. Esto también es vanidad. 11 Por cuanto la sentencia contra una obra mala no se ha ejecutado velozmente, por eso el corazón de los hijos de los hombres ha quedado plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo. 12 Aunque un pecador esté haciendo lo malo cien veces y continuando largo tiempo según le plazca, sin embargo también me doy cuenta de que les resultará bien a los que temen al Dios [verdadero], porque le han tenido temor. 13 Pero de ninguna manera le resultará bien al inicuo, ni prolongará sus días, que son como una sombra, porque no le tiene temor a Dios. 14 Existe una vanidad que se lleva a cabo en la tierra: que existen justos a quienes les está sucediendo como si fuera por la obra de los inicuos, y existen inicuos a quienes les está sucediendo como si fuera por la obra de los justos. Dije que esto también es vanidad. 15 Y yo mismo encomié el regocijo, porque la humanidad no tiene nada mejor bajo el sol que comer y beber y regocijarse, y que esto los acompañe en su duro trabajo durante los días de su vida, que el Dios [verdadero] les ha dado bajo el sol. 16 De acuerdo con esto apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a ver la ocupación que se efectúa en la tierra, porque hay uno que no ve sueño con sus ojos, ni de día ni de noche. 17 Y vi toda la obra del Dios [verdadero], que la humanidad no puede averiguar la obra que se ha hecho bajo el sol; por mucho y duro que siga trabajando la humanidad en buscar, sin embargo no averiguan. Y aunque dijeran que son suficientemente sabios para saberlo, no podrían averiguarlo.
Eclesiastés 9
Eclesiastés 9
9 Pues puse todo esto en mi corazón, aun para escudriñar todo esto: que los justos y los sabios y sus obras están en la mano del Dios [verdadero]. Los hombres no se dan cuenta de todo el amor o el odio que hubo antes de ellos. 2 Todos son lo mismo en lo que tienen todos. Un mismo suceso resultante hay para el justo y el inicuo, el bueno y el limpio y el inmundo, y el que sacrifica y el que no sacrifica. El bueno es lo mismo que el pecador; el que jura es lo mismo que cualquiera que ha temido un firme juramento. 3 Esto es lo calamitoso en todo cuanto se ha hecho bajo el sol, que, porque hay un mismo suceso resultante para todos, el corazón de los hijos de los hombres también está lleno de lo malo; y hay locura en su corazón durante su vida, y después de eso... ¡a los muertos! 4 Pues, respecto a cualquiera que está unido a todos los vivientes, existe confianza, porque un perro vivo está en mejor situación que un león muerto. 5 Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado. 6 También, su amor y su odio y sus celos ya han perecido, y no tienen ya más porción hasta tiempo indefinido en cosa alguna que tenga que hacerse bajo el sol. 7 Ve, come tu alimento con regocijo y bebe tu vino con buen corazón, porque ya el Dios [verdadero] se ha complacido en tus obras. 8 En toda ocasión resulten blancas tus prendas de vestir, y no falte el aceite sobre tu cabeza. 9 Ve la vida con la esposa que amas, todos los días de tu vida vana que Él te ha dado bajo el sol, todos los días de tu vanidad, porque esa es tu porción en la vida y en tu duro trabajo con que trabajas duro bajo el sol. 10 Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas. 11 Regresé para ver, bajo el sol, que los veloces no tienen la carrera, ni los poderosos la batalla, ni tienen los sabios tampoco el alimento, ni tienen los entendidos tampoco las riquezas, ni aun los que tienen conocimiento tienen el favor; porque el tiempo y el suceso imprevisto les acaecen a todos. 12 Porque tampoco conoce el hombre su tiempo. Justamente como peces que se cogen en una red dañina, y como pájaros que se cogen en una trampa, así son cogidos en lazo los hijos de los hombres en un tiempo calamitoso, cuando este cae sobre ellos de repente. 13 También esto vi respecto a la sabiduría bajo el sol... y ella me pareció grande: 14 Había una ciudad pequeña, y los hombres en ella eran pocos; y vino a ella un gran rey, y la cercó y edificó contra ella grandes fortalezas. 15 Y fue hallado en ella un hombre —necesitado, [pero] sabio—, y ese proveyó escape para la ciudad por su sabiduría. Pero ningún hombre se acordó de aquel hombre necesitado. 16 Y yo mismo dije: "Mejor es la sabiduría que el poderío; sin embargo, la sabiduría del necesitado es despreciada, y sus palabras no son escuchadas". 17 Más son de oírse las palabras de los sabios en tranquilidad que el clamor de uno que gobierna entre gente estúpida. 18 La sabiduría es mejor que los útiles de pelear, y simplemente un solo pecador puede destruir mucho bien.
Eclesiastés 10
Eclesiastés 10
10 Las moscas muertas son lo que hace que el aceite del ungüentario hieda, borbotee. [Eso mismo] hace un poco de tontedad al que es precioso por sabiduría y gloria. 2 El corazón del sabio está a su diestra, pero el corazón del estúpido a su siniestra. 3 Y, también, por cualquier camino en que esté andando el tonto, su propio corazón le falta, y él ciertamente le dice a todo el mundo que es tonto. 4 Si el espíritu de un gobernante se levantara contra ti, no dejes tu propio lugar, porque la calma misma templa grandes pecados. 5 Existe algo calamitoso que he visto bajo el sol, como cuando sale una equivocación a causa del que está en el poder: 6 La tontedad ha sido colocada en muchos puestos encumbrados, pero los ricos mismos siguen morando meramente en condición baja. 7 He visto a siervos a caballo, pero a príncipes andando en la tierra justamente como siervos. 8 El que cava un hoyo, él mismo caerá directamente en él; y al que rompe a través de un muro de piedra, una serpiente lo morderá. 9 El que saque piedras de la cantera se lastimará con ellas. El que parta troncos tendrá que tener cuidado con ellos. 10 Si un instrumento de hierro se ha embotado y alguien no ha amolado su filo, entonces empleará con esfuerzo sus propias energías vitales. De manera que el usar la sabiduría para lograr éxito significa ventaja. 11 Si la serpiente muerde cuando no se produce encantamiento, entonces no hay ventaja para el que se entrega a usar la lengua. 12 Las palabras de la boca del sabio significan favor, pero los labios del estúpido se tragan a este. 13 El comienzo de las palabras de su boca es tontedad, y el fin de su boca, posteriormente, es locura calamitosa. 14 Y el tonto habla muchas palabras. El hombre no sabe lo que llegará a suceder; y lo que llegará a suceder después de él, ¿quién se lo puede informar? 15 El duro trabajo de los estúpidos los fatiga, porque ni uno solo ha llegado a saber por dónde ir a la ciudad. 16 ¿Cómo te irá a ti, oh país, cuando tu rey es un muchacho y tus propios príncipes siguen comiendo aun por la mañana? 17 Feliz eres tú, oh país, cuando tu rey es el hijo de personas nobles, y tus propios príncipes comen al tiempo apropiado para poderío, no simplemente para beber. 18 Por gran pereza se hunde el envigado, y porque se dejan bajar las manos hay goteras en la casa. 19 El pan es para la risa de los trabajadores, y el vino mismo regocija la vida; pero el dinero es lo que tiene buena acogida en todo. 20 Ni aun en tu alcoba invoques el mal contra el rey mismo, y en los cuartos interiores donde te acuestas no invoques el mal contra ningún rico; porque una criatura voladora de los cielos transmitirá el sonido, y algo que es dueño de alas informará el asunto.
Eclesiastés 11
Eclesiastés 11
11 Envía tu pan sobre la superficie de las aguas, pues con el transcurso de muchos días lo hallarás otra vez. 2 Da una porción a siete, o aun a ocho, pues no sabes qué calamidad ocurrirá en la tierra. 3 Si las nubes están llenas [de agua], derraman un verdadero aguacero sobre la tierra; y si un árbol cae hacia el sur o si hacia el norte, en el lugar donde caiga el árbol, allí resultará estar. 4 El que está vigilando el viento no sembrará; y el que está mirando las nubes no segará. 5 Tal como no te das cuenta de cuál es el camino del espíritu en los huesos dentro del vientre de la que está encinta, de igual manera no conoces la obra del Dios [verdadero], que hace todas las cosas. 6 Por la mañana siembra tu semilla, y hasta el atardecer no dejes descansar la mano; pues no sabes dónde tendrá éxito esto, aquí o allí, o si ambos a la par serán buenos. 7 La luz también es dulce, y bueno es para los ojos ver el sol; 8 pues si un hombre viviera aun muchos años, que en todos ellos se regocije. Y que se acuerde de los días de la oscuridad, aunque pudieran ser muchos; todo [día] que ha venido es vanidad. 9 Regocíjate, joven, en tu juventud, y hágate bien tu corazón en los días de tu mocedad, y anda en los caminos de tu corazón y en las cosas vistas por tus ojos. Pero sabe que debido a todas estas el Dios [verdadero] te traerá a juicio. 10 Por eso, quita de tu corazón la irritación, y evita a tu carne la calamidad; pues la juventud y la flor de la vida son vanidad.
Núm. 1: Eclesiastés 6:1-12
9 13También esto vi respecto a la sabiduría bajo el sol... y ella me pareció grande: 14 Había una ciudad pequeña, y los hombres en ella eran pocos; y vino a ella un gran rey, y la cercó y edificó contra ella grandes fortalezas. 15 Y fue hallado en ella un hombre —necesitado, [pero] sabio—, y ese proveyó escape para la ciudad por su sabiduría. Pero ningún hombre se acordó de aquel hombre necesitado. 16 Y yo mismo dije: "Mejor es la sabiduría que el poderío; sin embargo, la sabiduría del necesitado es despreciada, y sus palabras no son escuchadas". 17 Más son de oírse las palabras de los sabios en tranquilidad que el clamor de uno que gobierna entre gente estúpida. 18 La sabiduría es mejor que los útiles de pelear, y simplemente un solo pecador puede destruir mucho bien.
10 Las moscas muertas son lo que hace que el aceite del ungüentario hieda, borbotee. [Eso mismo] hace un poco de tontedad al que es precioso por sabiduría y gloria. 2 El corazón del sabio está a su diestra, pero el corazón del estúpido a su siniestra. 3 Y, también, por cualquier camino en que esté andando el tonto, su propio corazón le falta, y él ciertamente le dice a todo el mundo que es tonto. 4 Si el espíritu de un gobernante se levantara contra ti, no dejes tu propio lugar, porque la calma misma templa grandes pecados. 5 Existe algo calamitoso que he visto bajo el sol, como cuando sale una equivocación a causa del que está en el poder: 6 La tontedad ha sido colocada en muchos puestos encumbrados, pero los ricos mismos siguen morando meramente en condición baja. 7 He visto a siervos a caballo, pero a príncipes andando en la tierra justamente como siervos. 8 El que cava un hoyo, él mismo caerá directamente en él; y al que rompe a través de un muro de piedra, una serpiente lo morderá. 9 El que saque piedras de la cantera se lastimará con ellas. El que parta troncos tendrá que tener cuidado con ellos. 10 Si un instrumento de hierro se ha embotado y alguien no ha amolado su filo, entonces empleará con esfuerzo sus propias energías vitales. De manera que el usar la sabiduría para lograr éxito significa ventaja. 11 Si la serpiente muerde cuando no se produce encantamiento, entonces no hay ventaja para el que se entrega a usar la lengua.
Núm. 2: El amor no es celoso (1 Cor. 13:4)
(1 Corintios 13:4) El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha,
*** W99 15/2 18-23 El camino del amor nunca falla***
El amor ayuda a vencer el orgullo
4 Después de su introducción sobre el amor, Pablo escribió a los corintios: "El amor no es celoso" (1 Corintios 13:4). Los celos pueden manifestarse con la envidia o el resentimiento por la buena fortuna o los logros del prójimo. Los celos son destructivos, física, emocional y espiritualmente (Proverbios 14:30; Romanos 13:13; Santiago 3:14-16).
5 De modo que podemos preguntarnos: "¿Tengo envidia cuando parece que se me pasa por alto con relación a algún privilegio teocrático?". Si la respuesta es afirmativa, no perdamos la esperanza. El escritor bíblico Santiago nos recuerda que en todos los seres humanos imperfectos está presente una "tendencia hacia la envidia" (Santiago 4:5). El amor a los hermanos puede ayudarnos a recuperar el equilibrio. Nos permite regocijarnos con los que se regocijan y no ver como una afrenta personal el que otros reciban algún beneficio o reconocimiento (compárese con 1 Samuel 18:7-9).
6 Pablo añade que el amor "no se vanagloria, no se hincha" (1 Corintios 13:4). Si tenemos algún talento o habilidad, no tenemos por qué jactarnos. Parece ser que este era el problema de algunos hombres ambiciosos que se habían introducido en la antigua congregación de Corinto. Es posible que supieran expresar mejor las ideas o fueran más eficientes. Su intento de sobresalir puede que contribuyera a que la congregación se dividiera en facciones (1 Corintios 3:3, 4; 2 Corintios 12:20). Esta situación se agravó tanto que Pablo más tarde tuvo que censurar a los corintios por 'soportar a los irrazonables', a quien llamó en tono crítico "apóstoles superfinos" (2 Corintios 11:5, 19, 20).
7 Hoy puede desarrollarse una situación similar. Por ejemplo, quizá algunos tengan la tendencia de jactarse de sus logros en el ministerio o sus privilegios en la organización de Dios. Aunque tengamos una habilidad especial que no tengan otros miembros de la congregación, ¿nos da esto licencia para hincharnos? Al fin y al cabo, se espera que utilicemos cualquier talento innato que poseamos para promover la unidad, no nuestra persona (Mateo 23:12; 1 Pedro 5:6).
8 Pablo escribió que aunque la congregación tiene muchos miembros, "Dios compuso el cuerpo" (1 Corintios 12:19-26). El término griego que se traduce por compuso significa "combinar con armonía", como en la mezcla de colores. Por tanto, ningún miembro de la congregación debe hincharse por sus habilidades ni intentar dominar a los demás. El orgullo y la ambición no tienen lugar en la organización de Dios (Proverbios 16:19; 1 Corintios 14:12; 1 Pedro 5:2, 3).
*** W79 1/2 17-21 El amor en acción***
CÓMO DEBE MANIFESTARSE EN ACCIÓN EL AMOR
7 Primera a los Corintios 13:4 declara: "El amor es sufrido y bondadoso." ¿Qué requiere esto de nosotros? Cuando se nos provoca, oprime, irrita o pinta en falsos colores, ¿cuál debe ser nuestra respuesta? La persona sufrida evita la acción apresurada o los estallidos emocionales. Soporta pacientemente en medio de las circunstancias difíciles, con la esperanza de que ello ayude a cambiar de proceder a los que son responsables de la situación desagradable. Por la misma razón, debemos ser bondadosos, no ásperos, duros ni malévolos, sino tiernos, apacibles, amigables y serviciales. (Compare con Romanos 12:20, 21; 1 Pedro 2:18-23.) Por interés genuino en los compañeros de creencia, gustosamente debemos sobrellevar sus idiosincrasias o particularidades de temperamento y cualesquier debilidades de conciencia que puedan tener. No debemos insistir en nuestro derechos, sino abstenernos de usar nuestra libertad cristiana al mayor grado. Así no causaremos tropiezo a otros ni les daremos una excusa para abandonar la adoración verdadera.—Rom. 14:1-4, 19-21.
8 Además se nos dice: "El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha." (1 Cor. 13:4) Si realmente amamos a nuestros hermanos cristianos, ¿cómo pudiera ser que sintiéramos celos o envidia debido a lo que ellos lograran, o las bendiciones o habilidades que tuvieran? Más bien, nos regocijaríamos con ellos y nos alegraríamos por la parte que pueden desempeñar en edificar a la congregación. (Rom. 12:15, 16) De manera similar, ¿cómo pudiéramos constantemente darnos realce y recalcar nuestros propios logros y experiencias? Esto pudiera ser desanimador para los que nos escucharan. Pudieran empezar a pensar que, en comparación, ellos han hecho muy poco. Nuestro jactarnos y gloriarnos solo derribaría a otros y distraería de la gloria que debe darse a Jehová Dios. ¡Qué desamoroso sería eso! Sería mucho mejor minimizar nuestro propio papel. Somos simplemente esclavos de Dios, y a él debe ir todo el crédito y la alabanza por el crecimiento que se logra en la congregación cristiana. (1 Cor. 3:5-9) La humildad evitará que tengamos una opinión inflada de nosotros mismos y nos restringirá de tratar de impresionar a otros con una supuesta importancia.
Núm. 3: ¿Cómo afecta la señal de los últimos días a los verdaderos cristianos? (rs pág. 424 párrs. 1, 2)
*** rs pág. 424 párrs. 1-2 Últimos días ***
'Los verdaderos discípulos de Cristo serán objeto de odio de parte de todas las naciones por causa del nombre de él' (Mat. 24:9)
Esta persecución no les viene a causa de que se inmiscuyan en la política, lo cual no hacen, sino 'a causa del nombre de Jesucristo', porque Sus seguidores se apegan a él como el Rey Mesiánico nombrado por Jehová, porque obedecen a Cristo antes que a cualquier gobernante humano, porque se adhieren lealmente a Su Reino y no se envuelven en los asuntos de los gobiernos humanos. Como lo muestra la historia moderna, eso es lo que los testigos de Jehová han experimentado en todas partes de la Tierra.
'La predicación de estas buenas nuevas del reino en toda la tierra habitada para testimonio' (Mat. 24:14)
El mensaje que se predicaría es que el Reino de Dios en las manos de Jesucristo ha comenzado a gobernar en los cielos, que pronto pondrá fin al entero inicuo sistema de cosas, que bajo su gobernación la humanidad será elevada a la perfección y que la Tierra será convertida en un paraíso. Esas buenas nuevas se están predicando hoy en más de 200 países y grupos insulares, hasta las partes más distantes de la Tierra. Los testigos de Jehová dedican centenares de millones de horas a esta actividad cada año, y vez tras vez van de casa en casa para que, hasta donde sea posible, a toda persona se dé la oportunidad de escuchar.
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