El caso del testigo de Jehová divide opiniones en Santiago sobre el respeto a la profesión de fe

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Publicado el 03/06/2012 - La situación de Pablo Albarracini, el joven testigo de Jehová que manifestó su voluntad de no recibir una transfusión sanguínea y hoy se debate entre la vida y la muerte, dividió la opinión de los expertos y generó diversas reacciones en la sociedad argentina.

La última posición al respecto la fijó la Corte Suprema de Justicia, al ordenar que se respete la condición religiosa del testigo de Jehová, ante el reclamo interpuesto por el padre del paciente, desesperado ante el cuadro crítico que presentaba.

En este sentido, están los especialistas que comparten la decisión del máximo órgano jurídico de la Nación, al considerar que existe una situación previa al cuadro actual, cuando el paciente tomó una decisión en “forma autónoma, libre, responsable y consciente”, mientras otros aseguran que “el valor de la vida es mayor que la creencia de una persona; ninguna concepción religiosa puede ir en contra de la protección de la vida”.

Respeto

La licenciada Josefina Fantoni, coordinadora de la Diplomatura en Bioética de la Facultad de Humanidades de la Unse, consideró que, al tratarse de una cuestión religiosa, vale considerar la situación desde el respeto de la decisión de cada persona de elegir libremente su profesión de fe, y en este sentido, si la decisión “ha sido tomada con libertad, autonomía y responsabilidad”.

“Ante esta situación, y ante el estado en que se encuentra, lo que cabe es respetar la decisión de la persona bajo estas condiciones. Nadie desconoce cuál ha sido la decisión de este muchacho, pues ha sido previo a este cuadro que está sufriendo, por lo tanto hay que ajustarse a eso”, explicó.

Por otro lado, analizó la situación científica, respecto de la existencia de métodos alternativos a la transfusión sanguínea.

“Según las opiniones que se escucharon estos días, la única manera de recuperar el estado de necesidad sanguínea no está dado solamente sobre la transfusión de sangre, sino que hay otros elementos químicos, científicos que puede ayudar a la persona a recuperar la necesidad que tiene. Estos métodos alternativos, se deben usar cuando uno sabe que está en presencia de un testigo de Jehová, que se conoce se niegan a ser transfundidos”, amplió.

Reconoció que al médico se le puede plantear un conflicto ético ya que por juramento hipocrático defienden la vida, pero diferenció la situación al analizar que “no se está dejando morir al paciente, si es que se están empleando métodos alternativos a la transfusión”.

Por otro lado, indicó que existe otra razón para el análisis, como lo es el contexto, de religión.

“Los testigos de Jehová entienden la defensa de la vida de esa manera y hay que respetar eso”, sentenció finalmente la licenciada Fantoni en diálogo con EL LIBERAL.