Domingo, 17 de julio de 2011 a las 08:00
Arqueólogos hallaron en Israel restos de la que podría ser la ciudad bíblica de David (CNN). |
VALLE DE ELAH, Israel (CNN) — Arqueólogos descubrieron en Israel restos de la que podría ser la ciudad bíblica del rey David, la primera evidencia de que el antiguo imperio judío existió.
La Biblia hace mención de un poderoso reino de David –el segundo rey de Israel- en el siglo X a.c., el cual se extendía de Egipto hasta el Éufrates, sin embargo, nunca se ha encontrado evidencia de que existió.
Actualmente, un descubrimiento arqueológico en Khirbet Qeiyafa, en el Valle de Elah, a 30 kilómetros de Jerusalén, parece dar señales de un establecimiento judío.
El profesor Yosef Garfinkel, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, dijo que la evidencia encontrada en el lugar incluye un fragmento de cerámica con una inscripción que se cree es de una forma antigua de hebreo y semillas de aceitunas que datan de 3,000 años atrás.
“Los edificios y el muro de la ciudad son colindantes. Esto es típico del concepto urbano de Judea”.
“Tenemos huesos de animales. Había miles de huesos de animales. Tenemos borregos, ganado y cabras. Pero no tenemos cerdos. En las ciudades de Canaan y Filistea puedes encontrar hasta un 20% de huesos de cerdos”, agregó Garfinkel.
Sólo se ha excavado el 10% del lugar, por lo que es probable que haya más hallazgos significativos.
El reino de David se describe en la Biblia como el primer Estado judío, así como los primeros rasgos del judaísmo, cristianismo e islamismo, pero durante décadas ha sido calificado por arqueólogos como sólo una historia.
En una región donde la historia, creencias e ideologías pueden jugar un papel tan importante, el descubrimiento es polémico. Otros arqueólogos desacreditan la trascendencia del hallazgo.
El profesor Israel Finkelstein, de la Universidad de Tel Aviv, destacó que los restos no son evidencia de un poderoso Estado bíblico.
“No estamos hablando de algún gran imperio con una maravillosa capital, como consideramos a Asiria en el siglo IX a.c., o incluso el reino del norte de Israel en el siglo IX. a.c. Aquí estamos en una fase formativa del surgimiento de Judea”.
“Khirbet Qeiyafa no hace a Judea un gran imperio con grandes ejércitos", agregó Finkesltein.
Garfinkel argumentó que aunque no fuera el gran imperio de la Biblia, su existencia es significativa.
“Lo que la gente está tratando de hacer es decir que el Reino de Judea nunca existió. Lo que yo digo es que sí existió. Es uno pequeño, no tan glorioso como la Biblia lo presenta. Pero eso no significa que no existiera”.
La Biblia hace mención de un poderoso reino de David –el segundo rey de Israel- en el siglo X a.c., el cual se extendía de Egipto hasta el Éufrates, sin embargo, nunca se ha encontrado evidencia de que existió.
Actualmente, un descubrimiento arqueológico en Khirbet Qeiyafa, en el Valle de Elah, a 30 kilómetros de Jerusalén, parece dar señales de un establecimiento judío.
El profesor Yosef Garfinkel, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, dijo que la evidencia encontrada en el lugar incluye un fragmento de cerámica con una inscripción que se cree es de una forma antigua de hebreo y semillas de aceitunas que datan de 3,000 años atrás.
“Los edificios y el muro de la ciudad son colindantes. Esto es típico del concepto urbano de Judea”.
“Tenemos huesos de animales. Había miles de huesos de animales. Tenemos borregos, ganado y cabras. Pero no tenemos cerdos. En las ciudades de Canaan y Filistea puedes encontrar hasta un 20% de huesos de cerdos”, agregó Garfinkel.
Sólo se ha excavado el 10% del lugar, por lo que es probable que haya más hallazgos significativos.
El reino de David se describe en la Biblia como el primer Estado judío, así como los primeros rasgos del judaísmo, cristianismo e islamismo, pero durante décadas ha sido calificado por arqueólogos como sólo una historia.
En una región donde la historia, creencias e ideologías pueden jugar un papel tan importante, el descubrimiento es polémico. Otros arqueólogos desacreditan la trascendencia del hallazgo.
El profesor Israel Finkelstein, de la Universidad de Tel Aviv, destacó que los restos no son evidencia de un poderoso Estado bíblico.
“No estamos hablando de algún gran imperio con una maravillosa capital, como consideramos a Asiria en el siglo IX a.c., o incluso el reino del norte de Israel en el siglo IX. a.c. Aquí estamos en una fase formativa del surgimiento de Judea”.
“Khirbet Qeiyafa no hace a Judea un gran imperio con grandes ejércitos", agregó Finkesltein.
Garfinkel argumentó que aunque no fuera el gran imperio de la Biblia, su existencia es significativa.
“Lo que la gente está tratando de hacer es decir que el Reino de Judea nunca existió. Lo que yo digo es que sí existió. Es uno pequeño, no tan glorioso como la Biblia lo presenta. Pero eso no significa que no existiera”.
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