Un grupo de 95 turistas tamaulipecos arribaron a las playas de Boca del Río para pasar unas vacaciones. Sin embargo, para poder llegar a esta entidad tuvieron que viajar cerca de 16 horas, en un camino lleno de peligros por la violencia que impera en el norte del país.
Sin decir sus nombres por temor al crimen organizado, los pasajeros relataron que trasladarse de Tamaulipas a Veracruz por la noche es un peligro, por eso tuvieron que salir desde muy temprano para poder viajar todo el día y en la noche ya estar en la entidad veracruzana.
Todos son parte de un grupo religioso de los Testigos de Jehová, llegaron a la ciudad de Veracruz para tener una reunión con otros correligionarios en una congregación de la zona.
Aprovechando su estancia acudieron la mañana de este lunes a la Playa Vicente Fox Quesada, para darse un chapuzón en las aguas del Golfo de México.
La mayoría, al bajar de las dos unidades turísticas que los trasladaban, se sorprendieron, al ver una cruz clavada en la banqueta, en el mismos sitio donde un motociclista murió en Semana Santa al estamparse contra un taxi.
“Poner allá en Tamaulipas una cruz a los muertos es otra sentencia de muerte, allá el que muere se le olvida porque el crimen no permite recordar a quienes ya se fueron, allá no hay cruces ni nada de esto”, señaló uno de los visitantes mientras veía fijamente el pequeño altar.
Sin decir sus nombres por temor al crimen organizado, los pasajeros relataron que trasladarse de Tamaulipas a Veracruz por la noche es un peligro, por eso tuvieron que salir desde muy temprano para poder viajar todo el día y en la noche ya estar en la entidad veracruzana.
Todos son parte de un grupo religioso de los Testigos de Jehová, llegaron a la ciudad de Veracruz para tener una reunión con otros correligionarios en una congregación de la zona.
Aprovechando su estancia acudieron la mañana de este lunes a la Playa Vicente Fox Quesada, para darse un chapuzón en las aguas del Golfo de México.
La mayoría, al bajar de las dos unidades turísticas que los trasladaban, se sorprendieron, al ver una cruz clavada en la banqueta, en el mismos sitio donde un motociclista murió en Semana Santa al estamparse contra un taxi.
“Poner allá en Tamaulipas una cruz a los muertos es otra sentencia de muerte, allá el que muere se le olvida porque el crimen no permite recordar a quienes ya se fueron, allá no hay cruces ni nada de esto”, señaló uno de los visitantes mientras veía fijamente el pequeño altar.
Contó que viajaron desde las seis de la mañana para andar en carretera de día, de lo contrario, ya entrada la tarde, salen grupos de jóvenes, no mayores de 20 años, armados hasta los dientes a detener a los camiones para asaltarnos en las carreteras, si te opones te matan, relató.
Los tamaulipecos viven en Ciudad Alemán y Ciudad Victoria, todos han visto como varios pueblos van quedando vacíos ante los embates del crimen, allá ni los soldados los ayudan –dicen- pues a los militares también los ejecutan al por mayor.
“Apenas mataron a 14 soldados de un jalón con una granada, y a con ellos a cuatro de los chamacos que los estaban atacando. Eso no sale en las noticias, lo que pasa allá no sale en televisión ni en los periódicos”, aseguró uno de los turistas.
Incluso es tan grave la situación que contó que los que tienen un hijo adolescente, en edad de secundaria o bachillerato ya sabe que puede que cuando van a la escuela el menor ya nunca regrese.
“Ya todos sabemos, si están en la edad, no nos queda más que darles la bendición cuando van a la escuela para que regresen con bien”, relató uno de los turistas.
Los tamaulipecos viven en Ciudad Alemán y Ciudad Victoria, todos han visto como varios pueblos van quedando vacíos ante los embates del crimen, allá ni los soldados los ayudan –dicen- pues a los militares también los ejecutan al por mayor.
“Apenas mataron a 14 soldados de un jalón con una granada, y a con ellos a cuatro de los chamacos que los estaban atacando. Eso no sale en las noticias, lo que pasa allá no sale en televisión ni en los periódicos”, aseguró uno de los turistas.
Incluso es tan grave la situación que contó que los que tienen un hijo adolescente, en edad de secundaria o bachillerato ya sabe que puede que cuando van a la escuela el menor ya nunca regrese.
“Ya todos sabemos, si están en la edad, no nos queda más que darles la bendición cuando van a la escuela para que regresen con bien”, relató uno de los turistas.
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