VENEZUELA: Un servicio fuera de serie

Publicado por Revista Eme (El Nacional) el Jueves, 21 de Julio del 2011
http://www.entornointeligente.com/articulo/1140329/VENEZUELA-Un-servicio-fuera-de-serie

E n fecha reciente tuve que llamar a Movistar porque no sabía cómo resolver un problema específico que tenía con mi teléfono y me urgía solucionarlo antes de salir de viaje. En el primer intento que hice me atendió un joven que, entre dientes y a la velocidad del rayo, de manera ininteligible me dio su nombre. Le pedí que me lo repitiera y lo anoté, así como también la hora en la que comenzamos la comunicación. Hice bien. Quizás les parezca que soy una neurótica por obrar de esta manera, pero he aprendido que debo hacerlo siempre que utilice cualquier servicio de atención al cliente. Más de una vez me he quedado rezongando porque quien me atendió se quedó en una voz impersonal que no quiso o no supo ocuparse de hacer bien el trabajo para el que fue seleccionado y por el que recibe un salario. Como es el caso del primer joven empleado que me atendió y que en su impaciencia tuvo el tupé de decirme "que me buscara a una persona que me ayudara", como si no fue para eso, justamente, para lo que lo contrataron a él. Aún sin salir de mi asombro y frustración, apenas colgué volví a llamar. En esta oportunidad me atendió otro joven, quien sí dijo su nombre en forma clara y comprensible: Misael. Le expliqué mi problema y escaldada por la llamada anterior, le advertí que se armara de paciencia porque yo en asuntos de nuevas tecnologías soy del mismísimo paleolítico. El joven se rió y se dispuso a ayudarme. Al otro lado de la línea no sólo me explicó paso a paso lo que tenía que hacer desde mi computadora, sino que se ofreció a dirigirme mientras yo lo hacía. La gentileza, el respeto, las ganas de ayudar y el espíritu de colaboración que este joven mostró durante toda la gestión fue excepcional. Con su ayuda pude resolver el motivo de mi llamada y aprendí lo que debo hacer en futuras ocasiones. Alabé su manera de trabajar, su especial atención en ofrecer un servicio esmerado y lo afortunada que yo había sido por toparme con él luego de la frustrante llamada anterior. Me dijo que hacía su trabajo como creía que debía hacerlo, que él se aproximaba al prójimo con los valores que Jesús enseñó a sus discípulos, que eran los mismos valores que desde niño le habían enseñado y había visto practicar a sus padres en su hogar. De un tiempo para acá me he propuesto estimular cada acción buena que recibo a mi paso con miras a estimular una Venezuela mejor. Por eso le pedí que me comunicara con su supervisor, porque quería reconocer sus méritos ante su jefe. Y eso hice. Recomendé que no lo dejaran escapar de sus filas de empleados y que apreciaran a este trabajador fuera de serie. Nos hacen falta muchos como él en todos los lugares que brindan servicio de atención al público. Misael Bastidas es el nombre completo de este venezolano ejemplar. Caraqueño, tiene 26 años, estudia quinto semestre de informática, es testigo de Jehová y trabaja para Movistar desde el pasado diciembre. Misael, deseo que el éxito te acompañe. No me cabe duda que será bien trabajado y bien merecido.