Lectura de la Biblia: Salmo 120-134
Núm. 1: Salmo 124:1–126:6
Núm. 2: El Reino de Dios creará un mundo de amor y armonía (rs pág. 306 párrs. 1-3)
Núm. 3: Cómo mantener el ojo “sencillo” (Mat. 6:22, 23)
Núm. 1: Salmo 124:1–126:6
Núm. 2: El Reino de Dios creará un mundo de amor y armonía (rs pág. 306 párrs. 1-3)
Núm. 3: Cómo mantener el ojo “sencillo” (Mat. 6:22, 23)
(Salmos 120:encabezamiento-134:3)
Salmos 120
Canción de las Subidas.
120 A Jehová clamé en la angustia mía, y él procedió a responderme. 2 Oh Jehová, de veras libra mi alma de los labios falsos, de la lengua mañosa. 3 ¿Qué se te dará, y qué se te añadirá, oh lengua mañosa? 4 Flechas aguzadas de un poderoso, juntamente con brasas ardientes de las retamas. 5 ¡Ay de mí, porque he habitado como forastero en Mesec! He residido junto con las tiendas de Quedar. 6 Por demasiado tiempo ha residido mi alma con los odiadores de la paz. 7 Yo abogo por paz; pero cuando hablo, ellos favorecen guerra.
Salmos 121
Canción para las Subidas.
121 Alzaré mis ojos a las montañas. ¿De dónde vendrá mi ayuda? 2 Mi ayuda viene de Jehová, el Hacedor del cielo y de la tierra. 3 No es posible que él permita que tu pie tambalee. A Aquel que te guarda no le es posible adormecerse. 4 ¡Mira! No estará adormecido ni se dormirá, aquel que está guardando a Israel. 5 Jehová te está guardando. Jehová es tu sombra a tu mano derecha. 6 De día el sol mismo no te herirá, ni la luna de noche. 7 Jehová mismo te guardará contra toda calamidad. Él guardará tu alma. 8 Jehová mismo guardará tu salida y tu entrada desde ahora y hasta tiempo indefinido.
Salmos 122
Canción de las Subidas. De David.
122 Me regocijé cuando estuvieron diciéndome: “Vamos a la casa de Jehová”. 2 Nuestros pies resultaron estar plantados dentro de tus puertas, oh Jerusalén. 3 Jerusalén es una que está edificada como ciudad que ha sido bien trabada en unidad, 4 a la cual han subido las tribus, las tribus de Jah, como recordatorio a Israel para dar gracias al nombre de Jehová. 5 Porque allí han estado asentados los tronos para juicio, tronos para la casa de David. 6 Pidan la paz de Jerusalén. Los que te aman, [oh ciudad,] estarán libres de cuidado. 7 Continúe la paz dentro de tu antemural, la libertad de cuidado dentro de tus torres de habitación. 8 Por amor a mis hermanos y mis compañeros ciertamente hablaré ahora: “Haya paz dentro de ti”. 9 Por amor de la casa de Jehová nuestro Dios ciertamente seguiré buscando el bien para ti.
Salmos 123
Canción de las Subidas.
123 A ti he alzado mis ojos, oh Tú que moras en los cielos. 2 ¡Mira! Como los ojos de los siervos están dirigidos a la mano de su amo, como los ojos de la sierva están dirigidos a la mano de su ama, así nuestros ojos están dirigidos a Jehová nuestro Dios hasta que nos muestre favor. 3 Muéstranos favor, oh Jehová, muéstranos favor; porque hasta grado abundante se nos ha hartado de desprecio. 4 En abundancia nuestra alma ha sido hartada del escarnio de los que están con desahogo, del desprecio de parte de los arrogantes.
Salmos 124
Canción de las Subidas. De David.
124 “De no haber sido porque Jehová resultó estar por nosotros —diga ahora Israel—, 2 de no haber sido porque Jehová resultó estar por nosotros cuando hombres se levantaron contra nosotros, 3 entonces nos habrían tragado aun vivos, cuando la cólera de ellos ardía contra nosotros. 4 Entonces las mismísimas aguas nos habrían arrollado, el torrente mismo habría pasado sobre nuestra alma. 5 Entonces habrían pasado sobre nuestra alma las aguas de la presunción. 6 Bendito sea Jehová, que no nos ha dado como presa a los dientes de ellos. 7 Nuestra alma es como un pájaro que ha escapado de la trampa de los que usan señuelo. La trampa está quebrada, y nosotros mismos hemos escapado. 8 Nuestra ayuda está en el nombre de Jehová, el Hacedor del cielo y de la tierra.”
Salmos 125
Canción de las Subidas.
125 Los que confían en Jehová son como el monte Sión, al que no se le puede hacer tambalear, sino que mora aun hasta tiempo indefinido. 2 Jerusalén... como hay montañas todo en derredor de ella, así Jehová está todo en derredor de su pueblo desde ahora y hasta tiempo indefinido. 3 Porque el cetro de iniquidad no seguirá descansando sobre la suerte de los justos, a fin de que los justos no alarguen la mano a ninguna mala acción. 4 Oh, haz bien, oh Jehová, a los buenos, aun a los que son rectos en su corazón. 5 En cuanto a los que se desvían a sus caminos torcidos, Jehová hará que se vayan con los practicantes de lo que es perjudicial. Habrá paz sobre Israel.
Salmos 126
Canción de las Subidas.
126 Cuando Jehová recogió de vuelta a los cautivos de Sión, nos pusimos como los que estaban soñando. 2 En aquel tiempo nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de clamor gozoso. En aquel tiempo procedieron a decir entre las naciones: “Jehová ha hecho una cosa grande en lo que ha hecho con ellos”. 3 Jehová ha hecho una cosa grande en lo que ha hecho con nosotros. Nos hemos puesto gozosos. 4 De veras recoge de vuelta, oh Jehová, a nuestra compañía de cautivos, como los cauces de los arroyos en el Négueb. 5 Los que siembran con lágrimas segarán aun con clamor gozoso. 6 El que sin falta sale, aun llorando, llevando consigo una bolsa llena de semilla, sin falta entrará con un clamor gozoso, trayendo consigo sus gavillas.
Salmos 127
Canción de las Subidas. De Salomón.
127 A menos que Jehová mismo edifique la casa, de nada vale que sus edificadores hayan trabajado duro en ella. A menos que Jehová mismo guarde la ciudad, de nada vale que el guarda se haya quedado despierto. 2 De nada vale que ustedes estén levantándose muy de mañana, que estén sentados tarde, que estén comiendo alimento con dolores. Justamente así él da sueño aun a su amado. 3 ¡Miren! Los hijos son una herencia de parte de Jehová; el fruto del vientre es un galardón. 4 Como flechas en la mano de un hombre poderoso, así son los hijos de la juventud. 5 Feliz es el hombre físicamente capacitado que ha llenado su aljaba de ellos. No serán avergonzados, porque hablarán con enemigos en la puerta.
Salmos 128
Canción de las Subidas.
128 Feliz es todo el que teme a Jehová, que anda en sus caminos. 2 Porque comerás el afán de tus propias manos. Feliz serás, y te irá bien. 3 Tu esposa será como vid que produce fruto en las partes más recónditas de tu casa. Tus hijos serán como plantones de olivos todo en derredor de tu mesa. 4 ¡Mira! Así será bendecido el hombre físicamente capacitado que teme a Jehová. 5 Jehová te bendecirá desde Sión. Ve también el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, 6 y ve a los hijos de tus hijos. Haya paz sobre Israel.
Salmos 129
Canción de las Subidas.
129 “Por bastante tiempo me han mostrado hostilidad desde mi juventud —diga ahora Israel—, 2 por bastante tiempo me han mostrado hostilidad desde mi juventud; sin embargo, no han prevalecido contra mí. 3 Aradores han arado sobre mi espalda misma; han alargado sus surcos.” 4 Jehová es justo. Ha cortado en pedazos las sogas de los inicuos. 5 Quedarán avergonzados, y ellos mismos se volverán atrás, todos los que odian a Sión. 6 Se harán como la hierba verde de los techos, que antes que la hayan arrancado se ha secado, 7 de la cual el segador no ha llenado su propia mano, ni el que recoge gavillas su propio seno. 8 Ni han dicho los que van pasando: “La bendición de Jehová esté sobre ustedes. Los hemos bendecido en el nombre de Jehová”.
Salmos 130
Canción de las Subidas.
130 Desde las profundidades te he invocado, oh Jehová. 2 Oh Jehová, de veras oye mi voz. Resulten atentos tus oídos a la voz de mis súplicas. 3 Si errores fuera lo que tú vigilas, oh Jah, oh Jehová, ¿quién podría estar de pie? 4 Porque hay el [verdadero] perdón contigo, a fin de que se te tema. 5 He tenido esperanza, oh Jehová, mi alma ha tenido esperanza, y su palabra he esperado. 6 Mi alma [ha esperado] a Jehová más que los vigías la mañana, al vigilar en espera de la mañana. 7 Siga Israel esperando a Jehová. Porque con Jehová está la bondad amorosa, y de modo abundante está la redención con él. 8 Y él mismo redimirá a Israel de todos sus errores.
Salmos 131
Canción de las Subidas. De David.
131 Oh Jehová, mi corazón no ha sido altivo, ni mis ojos han sido altaneros; ni he andado en cosas demasiado grandes, ni en cosas demasiado maravillosas para mí. 2 De seguro he sosegado y aquietado mi alma como un niño destetado sobre su madre. Mi alma está como un niño destetado sobre mí. 3 Espere Israel a Jehová desde ahora y hasta tiempo indefinido.
Salmos 132
Canción de las Subidas.
132 Respecto a David, acuérdate, oh Jehová, de todas sus humillaciones; 2 de cómo juró a Jehová, de cómo hizo un voto al Poderoso de Jacob: 3 “Ciertamente no entraré en la tienda de mi casa. Ciertamente no subiré sobre el diván de mi magnífico canapé, 4 ciertamente no daré sueño a mis ojos, no, ni ligero sueño a mis propios ojos radiantes, 5 hasta que halle un lugar para Jehová, un magnífico tabernáculo para el Poderoso de Jacob”. 6 ¡Miren! Lo hemos oído en Efrata, lo hemos hallado en los campos del bosque. 7 Entremos en su magnífico tabernáculo; inclinémonos ante el escabel de sus pies. 8 De veras levántate, oh Jehová, a tu lugar de descanso, tú y el Arca de tu fuerza. 9 Vistan tus sacerdotes mismos de justicia, y clamen gozosamente los tuyos que te son leales. 10 A causa de David tu siervo, no vuelvas atrás el rostro de tu ungido. 11 Jehová ha jurado a David, verdaderamente no se retraerá de ello: “Del fruto de tu vientre pondré en tu trono. 12 Si tus hijos guardan mi pacto y mis recordatorios que yo les enseñaré, los hijos de ellos también para siempre se sentarán sobre tu trono”. 13 Porque Jehová ha escogido a Sión; la ha ansiado como morada para sí: 14 “Este es mi lugar de descanso para siempre; aquí moraré, porque la he ansiado. 15 Sus provisiones bendeciré sin falta. A sus pobres satisfaré con pan. 16 Y a sus sacerdotes vestiré de salvación; y los que le son leales sin falta clamarán gozosamente. 17 Allí haré crecer el cuerno de David. He puesto en orden una lámpara para mi ungido. 18 A sus enemigos vestiré de vergüenza; pero sobre él florecerá su diadema”.
Salmos 133
Canción de las Subidas. De David.
133 ¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad! 2 Es como el buen aceite sobre la cabeza, que viene bajando sobre la barba —la barba de Aarón—, que viene bajando hasta el cuello de sus prendas de vestir. 3 Es como el rocío de Hermón que viene descendiendo sobre las montañas de Sión. Porque allí ordenó Jehová [que estuviera] la bendición, [aun] vida hasta tiempo indefinido.
Salmos 134
Canción de las Subidas.
134 Oh, bendigan a Jehová, ustedes todos los siervos de Jehová, ustedes los que están de pie en la casa de Jehová durante las noches. 2 Alcen las manos en santidad y bendigan a Jehová. 3 Que Jehová te bendiga desde Sión, él, el Hacedor del cielo y de la tierra.
Núm. 1: Salmo 124:1–126:6
Canción de las Subidas. De David.
124 “De no haber sido porque Jehová resultó estar por nosotros —diga ahora Israel—, 2 de no haber sido porque Jehová resultó estar por nosotros cuando hombres se levantaron contra nosotros, 3 entonces nos habrían tragado aun vivos, cuando la cólera de ellos ardía contra nosotros. 4 Entonces las mismísimas aguas nos habrían arrollado, el torrente mismo habría pasado sobre nuestra alma. 5 Entonces habrían pasado sobre nuestra alma las aguas de la presunción. 6 Bendito sea Jehová, que no nos ha dado como presa a los dientes de ellos. 7 Nuestra alma es como un pájaro que ha escapado de la trampa de los que usan señuelo. La trampa está quebrada, y nosotros mismos hemos escapado. 8 Nuestra ayuda está en el nombre de Jehová, el Hacedor del cielo y de la tierra.”
Canción de las Subidas.
125 Los que confían en Jehová son como el monte Sión, al que no se le puede hacer tambalear, sino que mora aun hasta tiempo indefinido. 2 Jerusalén... como hay montañas todo en derredor de ella, así Jehová está todo en derredor de su pueblo desde ahora y hasta tiempo indefinido. 3 Porque el cetro de iniquidad no seguirá descansando sobre la suerte de los justos, a fin de que los justos no alarguen la mano a ninguna mala acción. 4 Oh, haz bien, oh Jehová, a los buenos, aun a los que son rectos en su corazón. 5 En cuanto a los que se desvían a sus caminos torcidos, Jehová hará que se vayan con los practicantes de lo que es perjudicial. Habrá paz sobre Israel.
Canción de las Subidas.
126 Cuando Jehová recogió de vuelta a los cautivos de Sión, nos pusimos como los que estaban soñando. 2 En aquel tiempo nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de clamor gozoso. En aquel tiempo procedieron a decir entre las naciones: “Jehová ha hecho una cosa grande en lo que ha hecho con ellos”. 3 Jehová ha hecho una cosa grande en lo que ha hecho con nosotros. Nos hemos puesto gozosos. 4 De veras recoge de vuelta, oh Jehová, a nuestra compañía de cautivos, como los cauces de los arroyos en el Négueb. 5 Los que siembran con lágrimas segarán aun con clamor gozoso. 6 El que sin falta sale, aun llorando, llevando consigo una bolsa llena de semilla, sin falta entrará con un clamor gozoso, trayendo consigo sus gavillas.
Núm. 2: El Reino de Dios creará un mundo de
amor y armonía (rs pág. 306 párrs. 1-3)
amor y armonía (rs pág. 306 párrs. 1-3)
*** rs pág. 306 párrs. 1-3 Reino ***
Proveer un mundo en el cual las personas se amen genuinamente unas a otras
Juan 13:35: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos [por consiguiente encaminados a estar asociados con Jesús en el Reino celestial o ser los súbditos terrestres de ese Reino], si tienen amor entre ustedes mismos.”
Poner a los animales y los humanos en relación armoniosa entre sí
Isa. 11:6-9: “El lobo realmente morará por un tiempo con el cordero, y el leopardo mismo se echará con el cabrito, y el becerro y el leoncillo crinado y el animal bien alimentado todos juntos; y un simple muchachito será guía sobre ellos. Y la vaca y la osa mismas pacerán; sus crías se echarán juntas. Y hasta el león comerá paja justamente como el toro. Y el niño de pecho ciertamente jugará sobre el agujero de la cobra; y sobre la abertura para la luz de una culebra venenosa realmente pondrá su propia mano un niño destetado. No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña.” (También Isaías 65:25.)
Oseas 2:18: “Para ellos ciertamente celebraré un pacto en aquel día en conexión con la bestia salvaje del campo y con la criatura volátil de los cielos y la cosa que se arrastra del suelo, [...] y sí haré que se acuesten en seguridad.”
Proveer un mundo en el cual las personas se amen genuinamente unas a otras
Juan 13:35: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos [por consiguiente encaminados a estar asociados con Jesús en el Reino celestial o ser los súbditos terrestres de ese Reino], si tienen amor entre ustedes mismos.”
Poner a los animales y los humanos en relación armoniosa entre sí
Isa. 11:6-9: “El lobo realmente morará por un tiempo con el cordero, y el leopardo mismo se echará con el cabrito, y el becerro y el leoncillo crinado y el animal bien alimentado todos juntos; y un simple muchachito será guía sobre ellos. Y la vaca y la osa mismas pacerán; sus crías se echarán juntas. Y hasta el león comerá paja justamente como el toro. Y el niño de pecho ciertamente jugará sobre el agujero de la cobra; y sobre la abertura para la luz de una culebra venenosa realmente pondrá su propia mano un niño destetado. No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña.” (También Isaías 65:25.)
Oseas 2:18: “Para ellos ciertamente celebraré un pacto en aquel día en conexión con la bestia salvaje del campo y con la criatura volátil de los cielos y la cosa que se arrastra del suelo, [...] y sí haré que se acuesten en seguridad.”
Núm. 3: Cómo mantener el ojo “sencillo” (Mat. 6:22, 23)
(Mateo 6:22-23) ”La lámpara del cuerpo es el ojo. Por eso, si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará brillante; 23 pero si tu ojo es inicuo, todo tu cuerpo estará oscuro. Si en realidad la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande es esa oscuridad!(Mateo 6:22-23) ”La lámpara del cuerpo es el ojo. Por eso, si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará brillante; 23 pero si tu ojo es inicuo, todo tu cuerpo estará oscuro. Si en realidad la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande es esa oscuridad!
*** w86 1/5 pag 10-14***
“Por eso, si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará brillante.” (MATEO 6:22.)
LA VISTA, por lo general, se considera el más preciado e importante de todos los sentidos, especialmente por aquellos que la han perdido. Los científicos dicen que cada segundo diez billones de partículas de luz pasan a través de las pupilas de nuestros ojos. Al converger estas en la retina, son recibidas por cien millones de células conocidas como bastoncillos y conos retinales. Activadas por la luz, estas células nerviosas comienzan a enviar señales eléctricas al cerebro. Allí gran parte de los 100.000 millones de neuronas entran en función para descifrar lo que acaban de recibir y decidir qué reacción se necesita. Todo esto se lleva a cabo en una fracción de segundo. Verdaderamente el ojo es un imponente y maravilloso ejemplo de la creación por un ser inteligente. (Salmo 139:14.)
2 Aunque los científicos saben mucho de las funciones biológicas del ojo y del cerebro, su conocimiento en cuanto a cómo y por qué respondemos como lo hacemos a lo que perciben nuestros ojos es muy limitado. Por ejemplo, no se comprende a cabalidad por qué una persona tiene mayor preferencia por el color rojo que por el azul, mientras que otra tal vez prefiera el azul al rojo; tampoco se comprende por qué diferentes colores nos afectan de diferentes maneras. La relación que existe entre la visión y la reacción sigue siendo un misterio. Pero Jehová, el Hacedor del ojo, y su Hijo y colaborador, Jesucristo, conocen muy bien los detalles complicados del ojo físico, y saben cómo el ojo influye en nuestras acciones y en nuestra vida.
“La lámpara del cuerpo”
3 Jesús dijo que “la lámpara del cuerpo es el ojo”. (Mateo 6:22.) Una lámpara se utiliza para alumbrar un lugar oscuro, para que sepamos dónde estamos, qué hacer, por dónde caminar, y así sucesivamente. Al admitir luz en nuestro cuerpo, nuestros ojos tienen la misma función que una lámpara. Nos permiten estar al tanto de lo que hay a nuestro alrededor y responder de manera inteligente y específica, más bien que andar a tientas, tropezar y posiblemente sufrir algún daño.
4 Sin embargo, el grado al que el ojo puede servir de lámpara para el cuerpo depende mucho de la condición en que esté. Por esta razón, Jesús pasó a decir: “Por eso, si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará brillante; pero si tu ojo es inicuo, todo tu cuerpo estará oscuro. Si en realidad la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande oscuridad es ésa!”. (Mateo 6:22, 23.) Aquí podemos ver la gran influencia que el ojo ejerce en nuestro entero derrotero de vida, ya sea para bien o para mal.
La influencia del ojo
5 Considere el caso de la primera mujer, Eva. El grado al que el ojo influyó en sus acciones puede verse en el relato bíblico acerca del encuentro que ella tuvo con el Engañador, Satanás el Diablo. (2 Corintios 11:3; 1 Timoteo 2:14.) Satanás le dijo que ‘se le abrirían los ojos’ si sencillamente pasaba por alto el mandato de Dios y tomaba del fruto del “árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo” y lo comía. ¿Cómo respondió ella? La Biblia nos dice: “Por consiguiente, la mujer vio que el árbol era bueno para alimento, y que a los ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo”. Ella permitió que sus ojos se fijaran en algo que le era prohibido. Deliberadamente usó mal sus ojos. ¿Cuál fue el resultado? “Empezó a tomar de su fruto y a comerlo.” (Génesis 2:17; 3:4-6.)
6 Sin duda, esta no fue la primera vez que Eva vio el “árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo” ni su fruto. No obstante, algo diferente estaba sucediendo. Esta vez el fruto parecía “algo que anhelar” y “deseable para contemplarlo”. Normalmente el anhelo y el deseo no provienen del ojo, sino del corazón. Pero lo que el ojo ve intensifica el anhelo y el deseo del corazón, es tanto así que pudiera resultar en alguna acción. En el caso de Eva, tal acción produjo consecuencias desastrosas tanto para ella y su esposo Adán como para toda su futura prole, incluso nosotros hoy día. (Romanos 5:12; Santiago 1:14, 15.)
7 Para mostrar, sin embargo, que es posible resistir cualquier influencia mala que tal vez recibamos por los ojos, podríamos considerar el ejemplo de Jesucristo. De nuevo, fue el mismo Tentador, Satanás, quien presentó la prueba. En su tercer esfuerzo por apartar a Jesús de hacer la voluntad de Dios, “el Diablo lo llevó consigo a una montaña excepcionalmente alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria”. Note que Satanás no solo le ofreció verbalmente a Jesús todo el poder y la gloria del mundo a cambio de un acto de adoración. Más bien, “le mostró” estas cosas, aprovechándose así de la poderosa influencia del ojo. Pero debido a que no distrajo su vista con la oferta tentadora de Satanás, sino que la mantuvo fija en su relación con su Padre celestial, Jehová, Jesús logró frustrar los planes astutos de Satanás. (Mateo 4:8-10.)
8 ¿Qué podemos aprender de los ejemplos anteriores? Primero, que aquello en que fijemos la vista puede fortalecer los buenos o los malos deseos del corazón. Puede hacer que actuemos de una manera que resulte en bendición o en desastre para nosotros mismos y otras personas. Segundo, queda claro que la vista es un medio favorito de Satanás para engañar a sus víctimas. Parece que de todos los “designios” que él usa para extraviar a la humanidad, el de atraer los ojos es uno de los más poderosos. (2 Corintios 2:11.)
9 Hoy día Satanás todavía emplea la misma táctica en sus planes para apartar a la gente de hacer la voluntad de Dios. Por medio de las cosas relucientes y atractivas del mundo, Satanás promueve “el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno”. (1 Juan 2:16.) Esto se puede ver claramente por las propagandas comerciales del mundo. ¿No es cierto que los anuncios comerciales que se valen del impacto visual son los que llegan a tener mayor éxito? Los miles de coloridos carteles y llamativos letreros, las atractivas fotografías en las revistas y periódicos, los astutos anuncios de televisión —y los miles de millones de dólares que cuesta producirlos— dan testimonio del hecho de que el propósito de la propaganda comercial es el de estimular “el deseo de los ojos” de los consumidores.
10 Aunque muchos de estos anuncios publicitarios tal vez dejen muy poco para la imaginación, lo más sutil en esto es que tales anuncios no solo promueven artículos de consumo, sino también estilos de vida. Muy a menudo tales artículos se exhiben dando la idea de que quienes los usan son las personas más privilegiadas, influyentes, felices y bien parecidas. El mensaje que se transmite es que si el consumidor usa esos productos, su “medio de vida” automáticamente encajará dentro de una de esas categorías. Los anunciantes saben que una vez que alguien acepta cierto estilo de vida, se requerirá poco para persuadirlo a aceptar los artículos y productos que acompañan a tal estilo de vida. A la luz de esto, ¡cuán sensato es que los cristianos dedicados presten atención al consejo que se registra en Hebreos 13:5! Allí leemos: “Que el modo de vivir de ustedes sea exento del amor al dinero, y estén contentos con las cosas presentes”.
Mantenga su ojo “sencillo”, no “inicuo”
11 Puesto que a diario nos enfrentamos con una serie de distracciones atractivas a los ojos, podemos comprender con más claridad por qué Jesucristo nos amonestó a mantener nuestro ojo “sencillo”, y no “inicuo”. (Mateo 6:22, 23.) ¿Qué significa eso? La palabra que se vierte aquí como “sencillo” se deriva de la palabra griega ha·plous′, que básicamente significa unidad de mente o devoción a un solo propósito. Por otra parte, la palabra “inicuo” en el griego original es po·ne·ros′, y significa malo, inútil, malvado. De modo que el ‘ojo sencillo’, en vez de dejarse distraer o desviar por todo lo que sucede, fija la atención en una sola cosa. Por el contrario, el ‘ojo inicuo’ es falso, astuto y codicioso, y lo atraen las actividades dudosas y oscuras.
12 Pero, ¿en qué debe fijarse la vista de modo que ‘todo el cuerpo esté brillante’? Una consideración del contexto de estas palabras nos ayudará a hallar la respuesta. En los versículos anteriores Jesús estaba hablando acerca de “tesoros sobre la tierra” y “tesoros en el cielo”. Él dijo que “donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón”. Luego, después de hablar del ojo, de nuevo enfatizó la necesidad de mostrar unidad de propósito, diciendo: “Nadie puede servir como esclavo a dos amos”, a Dios y a las Riquezas. En los siguientes versículos, él da consejo sobre el punto de vista que debemos tener tocante a las necesidades diarias y concluye con la siguiente amonestación: “Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Él, y todas estas otras cosas les serán añadidas”. (Mateo 6:19-34.)
13 ¿Qué podemos sacar de todo esto? Jesús aquí está hablando de metas en la vida, y nos señala lo inútil que es el seguir tras las cosas materiales y las bendiciones que se obtienen de cultivar interés en los asuntos espirituales. Obviamente nos está diciendo que si fijamos nuestra vista exclusivamente en los intereses del Reino, ‘todo nuestro cuerpo estará brillante’. ¿Por qué? Porque si nuestra meta en la vida es hacer la voluntad de Dios, procuraremos reflejar las gloriosas buenas nuevas en todo aspecto de nuestra vida. No solo podremos mirar hacia un futuro seguro, sino que también estaremos libres de las cosas oscuras y solapadas que resultan de llevar una vida dedicada a búsquedas egoístas. (2 Corintios 4:1-6.)
14 El apóstol Pablo reforzó las palabras de Jesús al decir: “Los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y dañinos, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina”. (1 Timoteo 6:9.) ¡Estas palabras ciertamente tienen solidez! Los informes noticieros están llenos de relatos acerca de senadores, alcaldes, jueces, banqueros, empresarios y otros empleados de oficinas que han cometido delitos y que, de acuerdo con un informe, “sustraen por lo menos 200.000 millones de dólares cada año” en los Estados Unidos solamente. La ‘tentación y el lazo’ de llegar a ser ricos ha hecho que personas que en un tiempo fueron respetables se convirtieran en delincuentes y criminales. De seguro no queremos que se nos ‘precipite a destrucción y ruina’, experimentando así la “oscuridad” de la cual advirtió Jesús. (Véase Proverbios 23:4, 5.)
15 Sin embargo, ¿son los que fijan la vista en llegar a ser ricos los únicos que se enfrentan al peligro de andar en la oscuridad? No, pues “el deseo de los ojos” también incluye muchas otras cosas. Recuerde las palabras de Jesús registradas en Mateo 5:28: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. Sin duda, esa advertencia también pudiera aplicar a permitir que los ojos de uno se fijen en cosas que han sido diseñadas para excitar o despertar pasiones y deseos ilícitos.
16 También están las inquietudes sobre las que habló Jesús: el comer, el beber y el vestirse. (Mateo 6:25-32.) Aunque estas cosas son necesarias, el deseo excesivo de siempre querer tener lo último en la moda, lo más costoso y lo más deseado en el mercado puede esclavizar la mente y el corazón. (Romanos 16:18; Filipenses 3:19.) Aun en la recreación, pasatiempos, deportes, ejercicios, etcétera, debemos ejercer equilibrio apropiado y guardarnos contra el caer en las novedades y antojos de este mundo. En todo esto, sería bueno tener presente las sabias palabras que se registran en Proverbios 27:20: “El Seol y el lugar de la destrucción mismos no se satisfacen; tampoco se satisfacen los ojos del hombre”. Ciertamente debemos ejercer autodominio para no poner en peligro nuestra espiritualidad al tratar de satisfacer nuestros ojos.
Las bendiciones por mantener “sencillo” el ojo
17 Los que han mantenido “sencillo” su ojo y han fijado su vista atentamente en las promesas del Reino han recibido muchas bendiciones de parte de Jehová. Esto se ilustra muy bien por las experiencias que se han recibido de muchas partes del mundo y de personas con diferentes antecedentes. Considere los siguientes ejemplos:
“Mientras servía en un lugar donde hay mayor necesidad de predicadores en Colombia, América del Sur, tenía que vivir de un ingreso mensual de aproximadamente $100 (E.U.A.). Ya había comenzado a servir de precursor cuando, a principios del mes, me caí y me fracturé un tobillo. Como resultado, se me agotaron los recursos en gastos médicos y no recibiría más dinero sino hasta el fin del mes. La fecha de aportar mi contribución al Salón del Reino ya se había acercado, pero si daba esa contribución, me quedaría sin dinero para comprar alimento la semana siguiente. Después de considerar el asunto por varios días, pensé que el alquiler del salón tenía que pagarse, de modo que eché el dinero en la caja de contribución. A la mañana siguiente, recibí una carta de una hermana de los Estados Unidos que me había visitado en Colombia. Adjunto recibí dinero colombiano que le había sobrado de su visita. Era exactamente la cantidad que yo había echado en la caja de contribución”.
Una calurosa tarde de un día martes, tres compañeros de trabajo de Ki, quien dirige un consultorio médico en Taechun, Corea, lo invitaron a pasarse la tarde en la playa. Aunque la idea era tentadora, Ki sabía que si iba, no regresaría a tiempo para asistir al Estudio de Libro de Congregación aquella noche. De modo que rechazó la invitación. Momentos más tarde, trajeron a los tres compañeros de trabajo a la clínica... ¡muertos! Tuvieron un trágico accidente de tráfico poco después de salir de la clínica. A Ki le apenó lo ocurrido, pero se alegró de no haber perdido la vida por haberse apegado al buen hábito que había desarrollado a través de los años. (Hebreos 10:24, 25.)
18 Hasta a los niños se les puede enseñar a mantener su vista fija en los intereses del Reino, como se ilustra por la siguiente experiencia:
“Cuando nos enteramos, por parte de dos visitantes, que los hermanos de tres congregaciones de las Filipinas tenían que conseguir $1.000 (E.U.A.), por congregación —una gran suma de dinero en el caso de ellos— para reconstruir su Salón del Reino que se había quemado en un incendio, mi esposo y yo decidimos contribuir. ¿Y qué hay de nuestros cuatro hijos cuyas edades eran de cuatro meses a seis años? Cada semana, cuando mi esposo cobraba, comprábamos una moneda de un dólar de plata para cada niño. Mi esposo mantenía las monedas separadas de modo que cada cual supiera cuánto dinero tenía. También les mencionábamos algunas de las cosas que podían comprar con el dinero. Pero siempre nos decían lo mismo... querían contribuirlo a los hermanos”. Junto con sus $99 (E.U.A.), los niños también enviaron una carta sencilla. Los hermanos de las Filipinas se sintieron tan conmovidos por el amor y la generosidad de estos niños, que muchos soltaron lágrimas cuando se les leyó la carta.
19 “En cuanto a tus ojos, directamente adelante deben mirar, sí, tus propios ojos radiantes deben mirar con fijeza directamente enfrente de ti.” (Proverbios 4:25.) ¡Qué sensato es el que prestemos atención a este consejo y no dejemos que nuestros ojos anden errantes de modo que nos extraviemos! “Vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios —aconseja Pablo—, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos.” También instó a ‘seguir percibiendo cuál es la voluntad de Jehová’. (Efesios 5:15-17.) Al hacer eso, podremos tener la seguridad de que tendremos éxito en mantener “sencillo” nuestro ojo y podremos mirar con confianza hacia un futuro brillante: vida eterna en el nuevo sistema de cosas que Dios nos ha prometido. (Compárese con 2 Corintios 4:17, 18.)
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¿Es su ojo “sencillo”?
“Por eso, si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará brillante.” (MATEO 6:22.)
LA VISTA, por lo general, se considera el más preciado e importante de todos los sentidos, especialmente por aquellos que la han perdido. Los científicos dicen que cada segundo diez billones de partículas de luz pasan a través de las pupilas de nuestros ojos. Al converger estas en la retina, son recibidas por cien millones de células conocidas como bastoncillos y conos retinales. Activadas por la luz, estas células nerviosas comienzan a enviar señales eléctricas al cerebro. Allí gran parte de los 100.000 millones de neuronas entran en función para descifrar lo que acaban de recibir y decidir qué reacción se necesita. Todo esto se lleva a cabo en una fracción de segundo. Verdaderamente el ojo es un imponente y maravilloso ejemplo de la creación por un ser inteligente. (Salmo 139:14.)
2 Aunque los científicos saben mucho de las funciones biológicas del ojo y del cerebro, su conocimiento en cuanto a cómo y por qué respondemos como lo hacemos a lo que perciben nuestros ojos es muy limitado. Por ejemplo, no se comprende a cabalidad por qué una persona tiene mayor preferencia por el color rojo que por el azul, mientras que otra tal vez prefiera el azul al rojo; tampoco se comprende por qué diferentes colores nos afectan de diferentes maneras. La relación que existe entre la visión y la reacción sigue siendo un misterio. Pero Jehová, el Hacedor del ojo, y su Hijo y colaborador, Jesucristo, conocen muy bien los detalles complicados del ojo físico, y saben cómo el ojo influye en nuestras acciones y en nuestra vida.
“La lámpara del cuerpo”
3 Jesús dijo que “la lámpara del cuerpo es el ojo”. (Mateo 6:22.) Una lámpara se utiliza para alumbrar un lugar oscuro, para que sepamos dónde estamos, qué hacer, por dónde caminar, y así sucesivamente. Al admitir luz en nuestro cuerpo, nuestros ojos tienen la misma función que una lámpara. Nos permiten estar al tanto de lo que hay a nuestro alrededor y responder de manera inteligente y específica, más bien que andar a tientas, tropezar y posiblemente sufrir algún daño.
4 Sin embargo, el grado al que el ojo puede servir de lámpara para el cuerpo depende mucho de la condición en que esté. Por esta razón, Jesús pasó a decir: “Por eso, si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará brillante; pero si tu ojo es inicuo, todo tu cuerpo estará oscuro. Si en realidad la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande oscuridad es ésa!”. (Mateo 6:22, 23.) Aquí podemos ver la gran influencia que el ojo ejerce en nuestro entero derrotero de vida, ya sea para bien o para mal.
La influencia del ojo
5 Considere el caso de la primera mujer, Eva. El grado al que el ojo influyó en sus acciones puede verse en el relato bíblico acerca del encuentro que ella tuvo con el Engañador, Satanás el Diablo. (2 Corintios 11:3; 1 Timoteo 2:14.) Satanás le dijo que ‘se le abrirían los ojos’ si sencillamente pasaba por alto el mandato de Dios y tomaba del fruto del “árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo” y lo comía. ¿Cómo respondió ella? La Biblia nos dice: “Por consiguiente, la mujer vio que el árbol era bueno para alimento, y que a los ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo”. Ella permitió que sus ojos se fijaran en algo que le era prohibido. Deliberadamente usó mal sus ojos. ¿Cuál fue el resultado? “Empezó a tomar de su fruto y a comerlo.” (Génesis 2:17; 3:4-6.)
6 Sin duda, esta no fue la primera vez que Eva vio el “árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo” ni su fruto. No obstante, algo diferente estaba sucediendo. Esta vez el fruto parecía “algo que anhelar” y “deseable para contemplarlo”. Normalmente el anhelo y el deseo no provienen del ojo, sino del corazón. Pero lo que el ojo ve intensifica el anhelo y el deseo del corazón, es tanto así que pudiera resultar en alguna acción. En el caso de Eva, tal acción produjo consecuencias desastrosas tanto para ella y su esposo Adán como para toda su futura prole, incluso nosotros hoy día. (Romanos 5:12; Santiago 1:14, 15.)
7 Para mostrar, sin embargo, que es posible resistir cualquier influencia mala que tal vez recibamos por los ojos, podríamos considerar el ejemplo de Jesucristo. De nuevo, fue el mismo Tentador, Satanás, quien presentó la prueba. En su tercer esfuerzo por apartar a Jesús de hacer la voluntad de Dios, “el Diablo lo llevó consigo a una montaña excepcionalmente alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria”. Note que Satanás no solo le ofreció verbalmente a Jesús todo el poder y la gloria del mundo a cambio de un acto de adoración. Más bien, “le mostró” estas cosas, aprovechándose así de la poderosa influencia del ojo. Pero debido a que no distrajo su vista con la oferta tentadora de Satanás, sino que la mantuvo fija en su relación con su Padre celestial, Jehová, Jesús logró frustrar los planes astutos de Satanás. (Mateo 4:8-10.)
8 ¿Qué podemos aprender de los ejemplos anteriores? Primero, que aquello en que fijemos la vista puede fortalecer los buenos o los malos deseos del corazón. Puede hacer que actuemos de una manera que resulte en bendición o en desastre para nosotros mismos y otras personas. Segundo, queda claro que la vista es un medio favorito de Satanás para engañar a sus víctimas. Parece que de todos los “designios” que él usa para extraviar a la humanidad, el de atraer los ojos es uno de los más poderosos. (2 Corintios 2:11.)
9 Hoy día Satanás todavía emplea la misma táctica en sus planes para apartar a la gente de hacer la voluntad de Dios. Por medio de las cosas relucientes y atractivas del mundo, Satanás promueve “el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno”. (1 Juan 2:16.) Esto se puede ver claramente por las propagandas comerciales del mundo. ¿No es cierto que los anuncios comerciales que se valen del impacto visual son los que llegan a tener mayor éxito? Los miles de coloridos carteles y llamativos letreros, las atractivas fotografías en las revistas y periódicos, los astutos anuncios de televisión —y los miles de millones de dólares que cuesta producirlos— dan testimonio del hecho de que el propósito de la propaganda comercial es el de estimular “el deseo de los ojos” de los consumidores.
10 Aunque muchos de estos anuncios publicitarios tal vez dejen muy poco para la imaginación, lo más sutil en esto es que tales anuncios no solo promueven artículos de consumo, sino también estilos de vida. Muy a menudo tales artículos se exhiben dando la idea de que quienes los usan son las personas más privilegiadas, influyentes, felices y bien parecidas. El mensaje que se transmite es que si el consumidor usa esos productos, su “medio de vida” automáticamente encajará dentro de una de esas categorías. Los anunciantes saben que una vez que alguien acepta cierto estilo de vida, se requerirá poco para persuadirlo a aceptar los artículos y productos que acompañan a tal estilo de vida. A la luz de esto, ¡cuán sensato es que los cristianos dedicados presten atención al consejo que se registra en Hebreos 13:5! Allí leemos: “Que el modo de vivir de ustedes sea exento del amor al dinero, y estén contentos con las cosas presentes”.
Mantenga su ojo “sencillo”, no “inicuo”
11 Puesto que a diario nos enfrentamos con una serie de distracciones atractivas a los ojos, podemos comprender con más claridad por qué Jesucristo nos amonestó a mantener nuestro ojo “sencillo”, y no “inicuo”. (Mateo 6:22, 23.) ¿Qué significa eso? La palabra que se vierte aquí como “sencillo” se deriva de la palabra griega ha·plous′, que básicamente significa unidad de mente o devoción a un solo propósito. Por otra parte, la palabra “inicuo” en el griego original es po·ne·ros′, y significa malo, inútil, malvado. De modo que el ‘ojo sencillo’, en vez de dejarse distraer o desviar por todo lo que sucede, fija la atención en una sola cosa. Por el contrario, el ‘ojo inicuo’ es falso, astuto y codicioso, y lo atraen las actividades dudosas y oscuras.
12 Pero, ¿en qué debe fijarse la vista de modo que ‘todo el cuerpo esté brillante’? Una consideración del contexto de estas palabras nos ayudará a hallar la respuesta. En los versículos anteriores Jesús estaba hablando acerca de “tesoros sobre la tierra” y “tesoros en el cielo”. Él dijo que “donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón”. Luego, después de hablar del ojo, de nuevo enfatizó la necesidad de mostrar unidad de propósito, diciendo: “Nadie puede servir como esclavo a dos amos”, a Dios y a las Riquezas. En los siguientes versículos, él da consejo sobre el punto de vista que debemos tener tocante a las necesidades diarias y concluye con la siguiente amonestación: “Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Él, y todas estas otras cosas les serán añadidas”. (Mateo 6:19-34.)
13 ¿Qué podemos sacar de todo esto? Jesús aquí está hablando de metas en la vida, y nos señala lo inútil que es el seguir tras las cosas materiales y las bendiciones que se obtienen de cultivar interés en los asuntos espirituales. Obviamente nos está diciendo que si fijamos nuestra vista exclusivamente en los intereses del Reino, ‘todo nuestro cuerpo estará brillante’. ¿Por qué? Porque si nuestra meta en la vida es hacer la voluntad de Dios, procuraremos reflejar las gloriosas buenas nuevas en todo aspecto de nuestra vida. No solo podremos mirar hacia un futuro seguro, sino que también estaremos libres de las cosas oscuras y solapadas que resultan de llevar una vida dedicada a búsquedas egoístas. (2 Corintios 4:1-6.)
14 El apóstol Pablo reforzó las palabras de Jesús al decir: “Los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y dañinos, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina”. (1 Timoteo 6:9.) ¡Estas palabras ciertamente tienen solidez! Los informes noticieros están llenos de relatos acerca de senadores, alcaldes, jueces, banqueros, empresarios y otros empleados de oficinas que han cometido delitos y que, de acuerdo con un informe, “sustraen por lo menos 200.000 millones de dólares cada año” en los Estados Unidos solamente. La ‘tentación y el lazo’ de llegar a ser ricos ha hecho que personas que en un tiempo fueron respetables se convirtieran en delincuentes y criminales. De seguro no queremos que se nos ‘precipite a destrucción y ruina’, experimentando así la “oscuridad” de la cual advirtió Jesús. (Véase Proverbios 23:4, 5.)
15 Sin embargo, ¿son los que fijan la vista en llegar a ser ricos los únicos que se enfrentan al peligro de andar en la oscuridad? No, pues “el deseo de los ojos” también incluye muchas otras cosas. Recuerde las palabras de Jesús registradas en Mateo 5:28: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. Sin duda, esa advertencia también pudiera aplicar a permitir que los ojos de uno se fijen en cosas que han sido diseñadas para excitar o despertar pasiones y deseos ilícitos.
16 También están las inquietudes sobre las que habló Jesús: el comer, el beber y el vestirse. (Mateo 6:25-32.) Aunque estas cosas son necesarias, el deseo excesivo de siempre querer tener lo último en la moda, lo más costoso y lo más deseado en el mercado puede esclavizar la mente y el corazón. (Romanos 16:18; Filipenses 3:19.) Aun en la recreación, pasatiempos, deportes, ejercicios, etcétera, debemos ejercer equilibrio apropiado y guardarnos contra el caer en las novedades y antojos de este mundo. En todo esto, sería bueno tener presente las sabias palabras que se registran en Proverbios 27:20: “El Seol y el lugar de la destrucción mismos no se satisfacen; tampoco se satisfacen los ojos del hombre”. Ciertamente debemos ejercer autodominio para no poner en peligro nuestra espiritualidad al tratar de satisfacer nuestros ojos.
Las bendiciones por mantener “sencillo” el ojo
17 Los que han mantenido “sencillo” su ojo y han fijado su vista atentamente en las promesas del Reino han recibido muchas bendiciones de parte de Jehová. Esto se ilustra muy bien por las experiencias que se han recibido de muchas partes del mundo y de personas con diferentes antecedentes. Considere los siguientes ejemplos:
“Mientras servía en un lugar donde hay mayor necesidad de predicadores en Colombia, América del Sur, tenía que vivir de un ingreso mensual de aproximadamente $100 (E.U.A.). Ya había comenzado a servir de precursor cuando, a principios del mes, me caí y me fracturé un tobillo. Como resultado, se me agotaron los recursos en gastos médicos y no recibiría más dinero sino hasta el fin del mes. La fecha de aportar mi contribución al Salón del Reino ya se había acercado, pero si daba esa contribución, me quedaría sin dinero para comprar alimento la semana siguiente. Después de considerar el asunto por varios días, pensé que el alquiler del salón tenía que pagarse, de modo que eché el dinero en la caja de contribución. A la mañana siguiente, recibí una carta de una hermana de los Estados Unidos que me había visitado en Colombia. Adjunto recibí dinero colombiano que le había sobrado de su visita. Era exactamente la cantidad que yo había echado en la caja de contribución”.
Una calurosa tarde de un día martes, tres compañeros de trabajo de Ki, quien dirige un consultorio médico en Taechun, Corea, lo invitaron a pasarse la tarde en la playa. Aunque la idea era tentadora, Ki sabía que si iba, no regresaría a tiempo para asistir al Estudio de Libro de Congregación aquella noche. De modo que rechazó la invitación. Momentos más tarde, trajeron a los tres compañeros de trabajo a la clínica... ¡muertos! Tuvieron un trágico accidente de tráfico poco después de salir de la clínica. A Ki le apenó lo ocurrido, pero se alegró de no haber perdido la vida por haberse apegado al buen hábito que había desarrollado a través de los años. (Hebreos 10:24, 25.)
18 Hasta a los niños se les puede enseñar a mantener su vista fija en los intereses del Reino, como se ilustra por la siguiente experiencia:
“Cuando nos enteramos, por parte de dos visitantes, que los hermanos de tres congregaciones de las Filipinas tenían que conseguir $1.000 (E.U.A.), por congregación —una gran suma de dinero en el caso de ellos— para reconstruir su Salón del Reino que se había quemado en un incendio, mi esposo y yo decidimos contribuir. ¿Y qué hay de nuestros cuatro hijos cuyas edades eran de cuatro meses a seis años? Cada semana, cuando mi esposo cobraba, comprábamos una moneda de un dólar de plata para cada niño. Mi esposo mantenía las monedas separadas de modo que cada cual supiera cuánto dinero tenía. También les mencionábamos algunas de las cosas que podían comprar con el dinero. Pero siempre nos decían lo mismo... querían contribuirlo a los hermanos”. Junto con sus $99 (E.U.A.), los niños también enviaron una carta sencilla. Los hermanos de las Filipinas se sintieron tan conmovidos por el amor y la generosidad de estos niños, que muchos soltaron lágrimas cuando se les leyó la carta.
19 “En cuanto a tus ojos, directamente adelante deben mirar, sí, tus propios ojos radiantes deben mirar con fijeza directamente enfrente de ti.” (Proverbios 4:25.) ¡Qué sensato es el que prestemos atención a este consejo y no dejemos que nuestros ojos anden errantes de modo que nos extraviemos! “Vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios —aconseja Pablo—, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos.” También instó a ‘seguir percibiendo cuál es la voluntad de Jehová’. (Efesios 5:15-17.) Al hacer eso, podremos tener la seguridad de que tendremos éxito en mantener “sencillo” nuestro ojo y podremos mirar con confianza hacia un futuro brillante: vida eterna en el nuevo sistema de cosas que Dios nos ha prometido. (Compárese con 2 Corintios 4:17, 18.)
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