Mérida, Yuc.- Los Testigos de Jehová deploran el estado de inseguridad que hay en varias entidades del norte del país, y en Yucatán cada día se suman más feligreses porque están convencidos de que la única arma letal contra la violencia, sigue siendo la oración y la práctica de una vida basada en la fe en Dios y en el amor por los semejantes.
Así lo reveló en entrevista el anciano líder local de esa asociación religiosa en Mérida, don Jorge Pacheco, quien admitió que la palabra de Dios siempre será la primera y la última que debe pronunciarse para que el mundo recupere la cordura.
De acuerdo con el vocero de la congregación religiosa no católica, la congregación evaluó su desarrollo apenas el pasado 28 de abril cuando llevaron a cabo, en el Estadio Azteca, su asamblea nacional y comentó que las cifras revelaron que, a la fecha, el crecimiento ha sido de un 300% de los pasados 16 años, lo que significa que cada vez se consolida más esta asociación.
La razón social de la agrupación es Watch Tower Bible and Tract Society of Pensilvania (Torre de Vigía), y tienen representación en 236 países y unos 7 millones y medio de creyentes, y entre ellos destacan los poco más de 523 mil mexicanos, por lo que la fundación destina anualmente varios millones de dólares para la capacitación de los precursores especiales y los misioneros.
El dirigente admitió que algunos preceptos de los Testigos de Jehová son sumamente estrictos, pero aclaró que de ninguna manera promueven algunos graves pecados, como ya lo han hecho los dirigentes, católicos cuyo pasado es oscurantista y que algunas veces permiten los enfrentamientos destructivos.
Explicó que su labor pastoral se limita a convocar a los padres y madres de familia para que no permitan el asecho de las drogas, el alcoholismo y mucho menos los placeres banales que solo destruyen la unidad, por lo que ellos van casa por casa para leer su biblia, y para demostrar que la oración puede cambiar a las personas negativas, en positivas, pero porque su contenido es de paz y amor. -Manolo García Figueroa
No hay comentarios.:
Publicar un comentario