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Un caso llamativo se generó en una clínica privada de la capital correntina con una mujer, anciana, que profesa como Testigo de Jehová, y cuyos familiares presentaron un escrito por el cual ella se niega a recibir sangre. Sin embargo, otros de sus familiares sí piden la transfusión.
El caso se registra en un centro médico privado de la ciudad de Corrientes, con una mujer muy anciana que ingresó por una cirugía tras una lesión en sus huesos.
Por su edad, y bajo nivel de glóbulos rojos, se le requirió una transfusión sanguínea, a la que unos de sus familiares directos se negaron por profesar ella la religión Testigo de Jehová. Presentaron un escrito en el que la mujer deja sentado su negativa a recibir sangre en caso de ser necesario.
La situación generó conflicto entre los familiares de la anciana, pues otros familiares pidieron a los médicos que se avance con la transfusión para revertir el estado de salud delicado en que se encuentra.
Los médicos esperaban una resolución acordada de la familia, mientras tanto retrasaron la transfusión por las cuestiones legales implicadas.
El último parte médico de la anciana indicaba su pase a la Unidad de Terapia Intensiva, desde la sala de internación en que se encontraba, debido al deterioro de su cuadro que incluso ameritaría la asistencia respiratoria invasiva.
El caso en la ciudad de Corrientes recuerda a lo ocurrido a mediados de junio con Pablo Albarracín, quien recibió seis balazos en un intento de robo, y por su condición de testigo de Jehová se negaba a recibir transfusiones de sangre necesarias para poder vivir.
El hecho generó polémica incluso en la propia familia del joven Pablo Albarracín, quien manifestó cuatro años atrás en un documento que se oponía a recibir transfusiones de sangre debido a su fe religiosa. No obstante, el padre de Albarracín se mostró en desacuerdo con la decisión de su hijo, ya que la transfusión era necesaria para una mejor calidad de vida.
También el caso de una joven Testigo de Jehová murió en el norte entrerriano por negarse a recibir una transfusión de sangre. La mujer, de 35 años, residía en Villa del Rosario, una localidad rural del noreste entrerriano, y contrajo neumonía y por consejo de un médico de esa localidad fue trasladada hasta el sanatorio Garat de Concordia, donde luego de estar internada 15 días, murió el 26 de mayo tras negarse a ser transfundida.
Nota del Blog. Recuerden que la muerte se debió al grave estado por la neumonía y no por no recibir la transfusión.
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