Lectura de la Biblia: Jeremías 5 a 7
Núm. 1: Jeremías 5:15-25
Núm. 2: ¿Por qué permitió Dios el matrimonio entre hermanos en el pasado? (rs pág. 239 párrs.1, 2)
Núm. 3: ¿De que manera nos defiende Jehová de los peligros que amenazan nuestra espiritualidad?
(Jeremías 5:1-7:34)
5 Anden discurriendo por las calles de Jerusalén y vean, ahora, y sepan, y busquen ustedes mismos en sus plazas públicas si acaso pueden hallar un hombre, si acaso existe alguien que haga justicia, alguien que busque fidelidad, y yo la perdonaré. 2 Aunque dijeran ellos: "¡Tan ciertamente como que Jehová vive!", con eso estarían jurando a lo que es pura falsedad. 3 Oh Jehová, ¿no están esos ojos tuyos hacia la fidelidad? Los has golpeado, pero ellos no han enfermado. Los exterminaste. Rehusaron aceptar disciplina. Hicieron sus rostros más duros que un peñasco. Rehusaron volverse. 4 Hasta yo mismo había dicho: "De seguro son de clase baja. Obraron tontamente, porque han pasado por alto el camino de Jehová, el juicio de su Dios. 5 Yo ciertamente procederé a ir a los grandes y hablaré con ellos; porque ellos mismos tienen que haberse fijado en el camino de Jehová, el juicio de su Dios. De seguro ellos mismos tienen que haber quebrado el yugo todos juntos; tienen que haber roto las ataduras". 6 Por eso un león del bosque los ha herido, un lobo mismo de las llanuras desérticas sigue despojándolos con violencia, un leopardo se mantiene despierto junto a sus ciudades. Todo el que sale de ellas queda despedazado. Porque sus transgresiones han llegado a ser muchas; sus actos de infidelidad han llegado a ser numerosos. 7 ¿Cómo puedo perdonarte por esta mismísima cosa? Tus propios hijos me han dejado, y siguen jurando por lo que no es Dios. Y yo seguí satisfaciéndolos, pero ellos continuaron cometiendo adulterio, y a la casa de una prostituta van en tropas. 8 Caballos sobrecogidos de calor sexual, que tienen testículos [fuertes], han llegado a ser ellos. Cada uno le relincha a la esposa de su compañero. 9 "¿No debo yo pedir cuentas a causa de estas mismísimas cosas? —es la expresión de Jehová—. O en una nación que es así, ¿no debe vengarse mi alma?" 10 "Suban ustedes contra sus filas [de vides] y arruinen, pero no hagan un verdadero exterminio. Quiten sus sarmientos que están creciendo con exuberancia, porque no pertenecen a Jehová. 11 Porque la casa de Israel y la casa de Judá positivamente han tratado traidoramente conmigo —es la expresión de Jehová—. 12 Han negado a Jehová, y siguen diciendo: 'Él no es. Y no vendrá sobre nosotros ninguna calamidad, y no veremos espada ni hambre'. 13 Y los profetas mismos llegan a ser un viento, y la palabra no está en ellos. Así es como se les hará a ellos." 14 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová, el Dios de los ejércitos: "Por la razón de que ustedes están diciendo esta cosa, mira que voy a hacer que mis palabras en tu boca sean un fuego, y este pueblo será pedazos de leña, y ciertamente los devorará". 15 "¡Mira!, voy a traer sobre ustedes una nación de lejos, oh casa de Israel —es la expresión de Jehová—. Es una nación duradera. Es una nación de mucho tiempo atrás, una nación cuyo lenguaje no conoces, y no puedes oír [con entendimiento] lo que hablan. 16 Su aljaba es como una sepultura abierta; todos ellos son hombres poderosos. 17 Ellos también ciertamente se comerán tu cosecha y tu pan. Los hombres se comerán a tus hijos y a tus hijas. Se comerán tus rebaños y tus vacadas. Se comerán tu vid y tu higuera. Destrozarán con la espada tus ciudades fortificadas en las que estás confiando." 18 "Y aun en aquellos días —es la expresión de Jehová— no llevaré a cabo un exterminio de ustedes. 19 Y tiene que suceder que ustedes dirán: '¿Debido a qué razón nos ha hecho todas estas cosas Jehová nuestro Dios?'. Y tendrás que decirles: 'Tal como ustedes me han dejado a mí y se han puesto a servir a un dios extranjero en la tierra de ustedes, así servirán ustedes a extraños en una tierra que no es de ustedes'." 20 Anuncien esto en la casa de Jacob, y publíquenlo en Judá, y digan: 21 "Oye esto, ahora, oh pueblo imprudente que carece de corazón: Tienen ojos, pero no pueden ver; tienen oídos, pero no pueden oír. 22 '¿Ni siquiera a mí me temen ustedes —es la expresión de Jehová—, o no están con fuertes dolores siquiera a causa de mí, que he puesto la arena como límite para el mar, una disposición reglamentaria de duración indefinida que no puede traspasar? Aunque se agiten sus olas, no obstante no pueden prevalecer; y [aunque], en efecto, se pongan bulliciosas, no obstante no pueden traspasarlo. 23 Pero este pueblo mismo ha llegado a tener un corazón terco y rebelde; se han desviado y siguen andando en su proceder. 24 Pero no han dicho en su corazón: "Temamos, ahora, a Jehová nuestro Dios, Aquel que está dando el aguacero y la lluvia del otoño y la lluvia de la primavera en su estación, Aquel que guarda para nosotros hasta las semanas prescritas de la cosecha". 25 Los propios errores de ustedes han apartado estas cosas, y sus propios pecados han retenido de ustedes lo que es bueno. 26 "'Porque entre mi pueblo se ha hallado a hombres inicuos. Siguen atisbando, como cuando se agachan los pajareros. Han colocado una [trampa] ruinosa. Es a hombres a quienes atrapan. 27 Como una jaula está llena de criaturas voladoras, así sus casas están llenas de engaño. Por eso se han hecho grandes y ganan riquezas. 28 Se han puesto gordos; se han hecho brillantes. También han rebosado de cosas malas. No han defendido ninguna causa judicial, ni la causa judicial del huérfano de padre, para lograr éxito; y no han tomado a su cargo el juicio de los pobres'". 29 "¿No debo yo pedir cuentas a causa de estas mismas cosas? —es la expresión de Jehová—, o, en una nación que es así, ¿no debe vengarse mi alma? 30 Una situación pasmosa, hasta una cosa horrible, se ha hecho que exista en el país: 31 Los profetas mismos realmente profetizan en falsedad; y en cuanto a los sacerdotes, van sojuzgando conforme a sus poderes. Y mi propio pueblo así [lo] ha amado; ¿y qué harán ustedes al final de ello?"
6 Pónganse a cubierto, oh hijos de Benjamín, de en medio de Jerusalén; y toquen el cuerno en Teqoa. Y sobre Bet-hakerem alcen una señal de fuego; porque la calamidad misma se ha asomado por el norte, aun un gran estallido. 2 La hija de Sión realmente se ha parecido a una mujer grata a la vista y de crianza melindrosa. 3 A ella procedieron a venir los pastores y sus hatos. Contra ella plantaron [sus] tiendas todo en derredor. Pacieron cada uno en su propia parte. 4 Contra ella han santificado la guerra: "¡Levántense, y subamos al mediodía!". "¡Ay de nosotros, porque ha declinado el día, porque las sombras del atardecer siguen extendiéndose!" 5 "Levántense, y subamos durante la noche y arruinemos sus torres de habitación." 6 Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: "Corten leña y amontonen contra Jerusalén un cerco de sitiar. Es la ciudad a la cual se tiene que pedir cuentas. Ella no es otra cosa sino opresión en medio de ella. 7 Como una cisterna mantiene frescas sus aguas, así ella ha mantenido fresca su maldad. En ella se oye violencia y expoliación; enfermedad y plaga se hallan delante de mi rostro constantemente. 8 Déjate corregir, oh Jerusalén, para que mi alma no se aparte de ti disgustada; para que no te ponga como un yermo desolado, una tierra no habitada". 9 Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: "Sin falta rebuscarán al resto de Israel tal como a una vid. Vuelve a poner tu mano como uno que está vendimiando sobre los zarcillos de las vides". 10 "¿A quién hablaré y advertiré, para que oigan? ¡Mira! Su oído es incircunciso, de manera que no pueden prestar atención. ¡Mira! La mismísima palabra de Jehová ha venido a ser para ellos un oprobio, en la cual [palabra] no pueden deleitarse. 11 Y con la furia de Jehová me he llenado. Me he fatigado de contener[me]." "Derrámala sobre el niño en la calle y sobre el grupo íntimo de jóvenes al mismo tiempo; porque ellos también serán atrapados, un hombre junto con su esposa, un viejo junto con uno que está lleno de días. 12 Y sus casas ciertamente serán transferidas a otros para posesión, los campos y las esposas al mismo tiempo. Porque extenderé mi mano contra los habitantes del país", es la expresión de Jehová. 13 "Porque desde el menor de ellos aun hasta el mayor de ellos, cada uno está sacando para sí ganancia injusta; y desde el profeta aun hasta el sacerdote, cada uno está obrando falsamente. 14 Y tratan de sanar el quebranto de mi pueblo livianamente, diciendo: '¡Hay paz! ¡Hay paz!', cuando no hay paz. 15 ¿Sintieron ellos vergüenza porque era cosa detestable lo que habían hecho? En primer lugar, positivamente no sienten ninguna vergüenza; en segundo lugar, ni siquiera han llegado a saber sentirse humillados. Por eso caerán entre los que están cayendo; cuando yo tenga que pedirles cuentas, tropezarán", ha dicho Jehová. 16 Esto es lo que ha dicho Jehová: "Deténganse en los caminos, y vean, y pregunten acerca de las veredas de mucho tiempo atrás, dónde, sí, está el buen camino; y anden en él, y hallen desahogo para sus almas". Pero ellos siguieron diciendo: "No vamos a andar". 17 "Y levanté sobre ustedes atalayas: '¡Presten atención al sonido del cuerno!'." Pero ellos siguieron diciendo: "No vamos a prestar atención". 18 "Por lo tanto, ¡oigan, oh naciones! Y sabe, oh asamblea, lo que habrá entre ellos. 19 ¡Escucha, oh tierra! Aquí voy a traer calamidad sobre este pueblo como el fruto de sus pensamientos, porque no prestaron atención a mis propias palabras; y mi ley... también siguieron rechazándola." 20 "¿Qué me importa que traigas hasta olíbano desde Seba y la caña aromática desde el país lejano? Los holocaustos de ustedes no sirven para ningún placer, y sus mismísimos sacrificios no me han sido gratos." 21 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: "Mira, voy a poner tropiezos para este pueblo, y ciertamente tropezarán por ellos, padres e hijos juntos; el vecino y su compañero... perecerán". 22 Esto es lo que ha dicho Jehová: "¡Mira! Viene un pueblo de la tierra del norte, y hay una nación grande a la que se despertará desde las partes más remotas de la tierra. 23 Empuñarán el arco y la jabalina. Es un [pueblo] cruel, y no tendrán piedad. Su misma voz resonará justamente como el mar, y sobre caballos montarán. Está dispuesto en orden de batalla como un hombre de guerra contra ti, oh hija de Sión". 24 Hemos oído el informe acerca de él. Nuestras manos han caído. Angustia misma se ha apoderado de nosotros, dolores de parto como los de una mujer que está dando a luz. 25 No salgas al campo, y no andes siquiera por el camino; porque allí está la espada que pertenece al enemigo, hay terror todo en derredor. 26 Oh hija de mi pueblo, cíñete de saco y revuélcate en las cenizas. Haz que tu duelo sea el que se hace por un [hijo] único, el plañido de amargura; porque de repente vendrá sobre nosotros el violento despojador. 27 "Yo te he hecho ensayador de metales entre mi pueblo, uno que hace un escudriñamiento cabal; y notarás y tendrás que examinar su camino. 28 Todos ellos son los hombres más tercos, que andan por todos lados como calumniadores... cobre y hierro. Todos ellos son ruinosos. 29 El fuelle ha sido chamuscado. Procedente de su fuego hay plomo. Uno ha seguido refinando con intensidad simplemente para nada, y los que son malos no han sido separados. 30 Plata rechazada es lo que la gente ciertamente los llamará, porque Jehová los ha rechazado."
7 La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, diciendo: 2 "Ponte de pie en la puerta de la casa de Jehová, y tienes que proclamar allí esta palabra, y tienes que decir: 'Oigan la palabra de Jehová, todos ustedes los de Judá, que están entrando en estas puertas para inclinarse ante Jehová. 3 Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: "Hagan buenos sus caminos y sus tratos, y ciertamente haré que sigan residiendo en este lugar. 4 No cifren su confianza en palabras falaces, diciendo: '¡El templo de Jehová, el templo de Jehová, el templo de Jehová son ellos!'. 5 Porque si positivamente hacen buenos sus caminos y sus tratos, si positivamente llevan a cabo la justicia entre un hombre y su compañero, 6 si a ningún residente forastero, a ningún huérfano de padre y a ninguna viuda oprimen, y sangre inocente no derraman en este lugar, y tras otros dioses no andan para su propia calamidad, 7 yo, en cambio, ciertamente haré que sigan residiendo en este lugar, en la tierra que di a sus antepasados, desde tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido"'". 8 "Miren, ustedes están cifrando su confianza en palabras falaces... ciertamente no será de ningún provecho en absoluto. 9 ¿Acaso se puede hurtar, asesinar y cometer adulterio y jurar en falso y hacer humo de sacrificio a Baal y andar tras otros dioses que ustedes no habían conocido, 10 y acaso tienen que venir ustedes y estar de pie delante de mí en esta casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, y tienen que decir: 'Ciertamente seremos librados', a pesar de hacer todas estas cosas detestables? 11 ¿Acaso esta casa sobre la cual se ha llamado mi nombre ha llegado a ser sencillamente una cueva de salteadores a los ojos de ustedes? Miren, yo mismo también [lo] he visto", es la expresión de Jehová. 12 "'Sin embargo, vayan, sí, a mi lugar que estaba en Siló, donde al principio hice residir mi nombre, y vean lo que le hice a causa de la maldad de mi pueblo Israel. 13 Y ahora, por la razón de que ustedes siguieron haciendo todas estas obras —es la expresión de Jehová—, y yo seguí hablándoles, madrugando y hablando, pero no escucharon, y seguí llamándolos, pero no respondieron, 14 yo ciertamente haré también a la casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, en la que ustedes confían, y al lugar que di a ustedes y a sus antepasados, tal como hice a Siló. 15 Y ciertamente los arrojaré de delante de mi rostro, tal como arrojé a todos sus hermanos, a toda la prole de Efraín.' 16 "Y en cuanto a ti, no ores a favor de este pueblo, ni levantes a favor de ellos un clamor rogativo ni una oración, ni me implores, porque no te estaré escuchando. 17 ¿No ves lo que andan haciendo en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? 18 Los hijos están recogiendo trozos de leña, y los padres están prendiendo el fuego, y las esposas están amasando pasta de harina a fin de hacer tortas de sacrificio a la 'reina de los cielos'; y hay un derramar de libaciones a otros dioses con el propósito de ofenderme. 19 '¿Es a mí a quien están ofendiendo? —es la expresión de Jehová—. ¿No es a sí mismos, con el propósito de [acarrear] vergüenza a sus rostros?' 20 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: '¡Mira! Mi cólera y mi furia se derraman sobre este lugar, sobre humanidad y sobre animal doméstico, y sobre el árbol del campo y sobre el fruto del suelo; y tiene que arder, y no se extinguirá'. 21 "Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: 'Añadan aquellos holocaustos de ustedes a sus sacrificios, y coman carne. 22 Porque no hablé con sus antepasados, ni les mandé en el día que los saqué de la tierra de Egipto respecto a los asuntos de holocausto y sacrificio. 23 Pero esta palabra sí la expresé en mandato a ellos, y dije: "Obedezcan mi voz, y ciertamente llegaré a ser su Dios, y ustedes mismos llegarán a ser mi pueblo; y tienen que andar en todo el camino que yo les mande, a fin de que les vaya bien"'. 24 Pero ellos no escucharon, ni inclinaron su oído, sino que se pusieron a andar en los consejos en la terquedad de su corazón malo, de modo que se hicieron retrógrados en dirección, y no adelantadores, 25 desde el día en que los antepasados de ustedes salieron de la tierra de Egipto hasta el día de hoy; y yo seguí enviando a ustedes todos mis siervos los profetas, madrugando diariamente y enviándo[los]. 26 Pero ellos no me escucharon, y no inclinaron su oído, sino que siguieron endureciendo su cerviz. ¡Obraron peor que sus antepasados! 27 "Y tienes que hablarles todas estas palabras, pero no te escucharán; y tienes que llamarlos, pero no te responderán. 28 Y tienes que decirles: 'Esta es la nación cuyo pueblo no ha obedecido la voz de Jehová su Dios, y no ha aceptado disciplina. La fidelidad ha perecido, y ha sido cortada de su boca'. 29 "Córtate tu cabello no cortado y arrója[lo], y sobre las colinas peladas levanta una endecha, porque Jehová ha rechazado y abandonará a la generación con la cual está furioso. 30 'Porque los hijos de Judá han hecho lo que es malo a mis ojos —es la expresión de Jehová—. Han puesto sus cosas repugnantes en la casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, a fin de contaminarla. 31 Y han edificado los lugares altos de Tófet, que está en el valle del hijo de Hinón, a fin de quemar a sus hijos y sus hijas en el fuego, cosa que yo no había mandado y que no había subido a mi corazón.' 32 "'Por lo tanto, ¡mira!, vienen días —es la expresión de Jehová— cuando ya no se dirá [que es] Tófet y el valle del hijo de Hinón, sino el valle de la matanza; y tendrán que enterrar en Tófet sin que haya suficiente lugar. 33 Y los cuerpos muertos de este pueblo tendrán que llegar a ser alimento para las criaturas voladoras de los cielos y para las bestias de la tierra, sin que nadie [las] haga temblar. 34 Y ciertamente haré cesar de las ciudades de Judá y de las calles de Jerusalén la voz de alborozo y la voz de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia; porque el país llegará a ser solo un lugar devastado.'"
Núm. 1: Jeremías 5:1-25
Anden discurriendo por las calles de Jerusalén y vean, ahora, y sepan, y busquen ustedes mismos en sus plazas públicas si acaso pueden hallar un hombre, si acaso existe alguien que haga justicia, alguien que busque fidelidad, y yo la perdonaré. 2 Aunque dijeran ellos: "¡Tan ciertamente como que Jehová vive!", con eso estarían jurando a lo que es pura falsedad. 3 Oh Jehová, ¿no están esos ojos tuyos hacia la fidelidad? Los has golpeado, pero ellos no han enfermado. Los exterminaste. Rehusaron aceptar disciplina. Hicieron sus rostros más duros que un peñasco. Rehusaron volverse. 4 Hasta yo mismo había dicho: "De seguro son de clase baja. Obraron tontamente, porque han pasado por alto el camino de Jehová, el juicio de su Dios. 5 Yo ciertamente procederé a ir a los grandes y hablaré con ellos; porque ellos mismos tienen que haberse fijado en el camino de Jehová, el juicio de su Dios. De seguro ellos mismos tienen que haber quebrado el yugo todos juntos; tienen que haber roto las ataduras". 6 Por eso un león del bosque los ha herido, un lobo mismo de las llanuras desérticas sigue despojándolos con violencia, un leopardo se mantiene despierto junto a sus ciudades. Todo el que sale de ellas queda despedazado. Porque sus transgresiones han llegado a ser muchas; sus actos de infidelidad han llegado a ser numerosos. 7 ¿Cómo puedo perdonarte por esta mismísima cosa? Tus propios hijos me han dejado, y siguen jurando por lo que no es Dios. Y yo seguí satisfaciéndolos, pero ellos continuaron cometiendo adulterio, y a la casa de una prostituta van en tropas. 8 Caballos sobrecogidos de calor sexual, que tienen testículos [fuertes], han llegado a ser ellos. Cada uno le relincha a la esposa de su compañero. 9 "¿No debo yo pedir cuentas a causa de estas mismísimas cosas? —es la expresión de Jehová—. O en una nación que es así, ¿no debe vengarse mi alma?" 10 "Suban ustedes contra sus filas [de vides] y arruinen, pero no hagan un verdadero exterminio. Quiten sus sarmientos que están creciendo con exuberancia, porque no pertenecen a Jehová. 11 Porque la casa de Israel y la casa de Judá positivamente han tratado traidoramente conmigo —es la expresión de Jehová—. 12 Han negado a Jehová, y siguen diciendo: 'Él no es. Y no vendrá sobre nosotros ninguna calamidad, y no veremos espada ni hambre'. 13 Y los profetas mismos llegan a ser un viento, y la palabra no está en ellos. Así es como se les hará a ellos." 14 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová, el Dios de los ejércitos: "Por la razón de que ustedes están diciendo esta cosa, mira que voy a hacer que mis palabras en tu boca sean un fuego, y este pueblo será pedazos de leña, y ciertamente los devorará". 15 "¡Mira!, voy a traer sobre ustedes una nación de lejos, oh casa de Israel —es la expresión de Jehová—. Es una nación duradera. Es una nación de mucho tiempo atrás, una nación cuyo lenguaje no conoces, y no puedes oír [con entendimiento] lo que hablan. 16 Su aljaba es como una sepultura abierta; todos ellos son hombres poderosos. 17 Ellos también ciertamente se comerán tu cosecha y tu pan. Los hombres se comerán a tus hijos y a tus hijas. Se comerán tus rebaños y tus vacadas. Se comerán tu vid y tu higuera. Destrozarán con la espada tus ciudades fortificadas en las que estás confiando." 18 "Y aun en aquellos días —es la expresión de Jehová— no llevaré a cabo un exterminio de ustedes. 19 Y tiene que suceder que ustedes dirán: '¿Debido a qué razón nos ha hecho todas estas cosas Jehová nuestro Dios?'. Y tendrás que decirles: 'Tal como ustedes me han dejado a mí y se han puesto a servir a un dios extranjero en la tierra de ustedes, así servirán ustedes a extraños en una tierra que no es de ustedes'." 20 Anuncien esto en la casa de Jacob, y publíquenlo en Judá, y digan: 21 "Oye esto, ahora, oh pueblo imprudente que carece de corazón: Tienen ojos, pero no pueden ver; tienen oídos, pero no pueden oír. 22 '¿Ni siquiera a mí me temen ustedes —es la expresión de Jehová—, o no están con fuertes dolores siquiera a causa de mí, que he puesto la arena como límite para el mar, una disposición reglamentaria de duración indefinida que no puede traspasar? Aunque se agiten sus olas, no obstante no pueden prevalecer; y [aunque], en efecto, se pongan bulliciosas, no obstante no pueden traspasarlo. 23 Pero este pueblo mismo ha llegado a tener un corazón terco y rebelde; se han desviado y siguen andando en su proceder. 24 Pero no han dicho en su corazón: "Temamos, ahora, a Jehová nuestro Dios, Aquel que está dando el aguacero y la lluvia del otoño y la lluvia de la primavera en su estación, Aquel que guarda para nosotros hasta las semanas prescritas de la cosecha". 25 Los propios errores de ustedes han apartado estas cosas, y sus propios pecados han retenido de ustedes lo que es bueno.
Núm. 2: ¿Por qué permitió Dios el matrimonio entre hermanos en el pasado? (rs pág. 239 párrs.1, 2)
*** rs pág. 239 Matrimonio ***
¿Por qué permitió Dios en el pasado el matrimonio entre hermano y hermana?
El registro bíblico sí indica que Caín se casó con una de sus hermanas (Gén. 4:17; 5:4) y que Abrán se casó con su media hermana (Gén. 20:12). Pero más tarde, en la Ley dada mediante Moisés, dichas uniones matrimoniales fueron prohibidas específicamente (Lev. 18:9, 11). No se permiten entre los cristianos hoy día. El casarse con un pariente cercano resulta en una probabilidad superior a la probabilidad promedio de que se pasen a la prole factores hereditarios dañinos.
¿Por qué no fue impropio el matrimonio entre hermano y hermana al principio de la historia de la humanidad? Dios creó a Adán y Eva perfectos y se propuso que toda la humanidad descendiera de ellos (Gén. 1:28; 3:20). Es obvio que habría algunos matrimonios de parientes cercanos, especialmente durante las primeras generaciones. Incluso después que surgió el pecado, había relativamente poco peligro de que durante las primeras generaciones los hijos nacieran con deformidades notables, pues la raza humana estaba mucho más cerca de la perfección que habían tenido Adán y Eva. De esto da testimonio la longevidad de la gente de aquellos tiempos. (Véase Génesis 5:3-8; 25:7.) Pero unos 2.500 años después que Adán llegó a ser pecador, Dios prohibió el matrimonio incestuoso. Esto sirvió de protección a la prole y elevó la moralidad sexual de los siervos de Jehová por encima de la de la gente que los rodeaba y que entonces participaba en todo tipo de prácticas depravadas. (Véase Levítico 18:2-18.)
Núm. 3: ¿De que manera nos defiende Jehová de los peligros que amenazan nuestra espiritualidad?
*** w10 15/1 págs. 9-11 Pertenecemos a Jehová gracias a su bondad inmerecida ***
Jehová cuida de cada uno de sus siervos
9 A algunos les da miedo dedicarse, pues piensan que podrían caer en el pecado, hacerse indignos de Jehová y perder su favor. Pero eso no tiene por qué sucederles, pues él brinda a todos sus siervos los medios necesarios para proteger su valiosa relación con él. Veamos cómo expresa esta verdad el Salmo 91.
10 "Cualquiera que more en el lugar secreto del Altísimo se conseguirá alojamiento bajo la mismísima sombra del Todopoderoso. Ciertamente diré a Jehová: 'Tú eres mi refugio y mi plaza fuerte, mi Dios, en quien de veras confiaré'. Porque él mismo te librará de la trampa del pajarero." (Sal. 91:1-3.) Observemos que Dios promete amparar a quienes lo aman y confían en él (léase Salmo 91:9, 14). Pero ¿significa eso que brinda protección física a sus siervos? Bueno, es cierto que en el pasado lo hizo en algunos casos, a menudo para conservar la línea genealógica que condujo al Mesías. No obstante, también permitió que muchos otros fueran encarcelados, torturados e incluso asesinados por los secuaces del Diablo (Heb. 11:34-39). Con todo, los protegió infundiéndoles valor para aguantar y no violar su ley. Por consiguiente, podemos tomar el Salmo 91 como una promesa de protección espiritual.
11 Entonces, ¿qué es "el lugar secreto del Altísimo" mencionado por el salmista? Es un lugar simbólico donde Dios brinda protección espiritual a sus huéspedes, resguardándolos de toda persona o cosa que amenace su fe y devoción (Sal. 15:1, 2; 121:5). ¿Por qué se dice que es "secreto"? Porque los incrédulos no pueden descubrirlo, ya que Jehová recibe en él únicamente a quienes le dicen: "Tú eres [...] mi Dios, en quien de veras confiaré". Siempre que nos mantengamos dentro de este refugio, no debería inquietarnos en exceso el peligro de caer en las trampas del "pajarero", Satanás, y perder el favor divino.
12 ¿Qué peligros amenazan nuestra preciosa relación con Jehová? Entre otros, los representados por "la peste que anda en las tinieblas" y "la destrucción que despoja violentamente al mediodía" (Sal. 91:5, 6). En efecto, en el mundo actual, el "pajarero" consigue que muchísima gente sucumba al egoísmo y las ansias de independencia (2 Cor. 11:3). También caza a un número muy grande con las trampas de la codicia, el orgullo y el materialismo. Además, extravía a multitudes con las ideas del patriotismo, el evolucionismo y la religión falsa (Col. 2:8). Y atrapa en el lazo de las relaciones sexuales prohibidas a un sinnúmero de personas. Con estas plagas espirituales ha logrado que millones pierdan el amor por Dios (léase Salmo 91:7-10; Mat. 24:12).
Cómo proteger nuestro amor por Dios
13 ¿De qué manera nos defiende Jehová de estos peligros? El salmista señala: "Dará a sus propios ángeles un mandato acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos" (Sal. 91:11). Ciertamente, estas criaturas celestiales nos guían y amparan para que podamos predicar las buenas nuevas (Rev. 14:6). Además, Dios nos cuida mediante los superintendentes, quienes se apegan estrictamente a las Escrituras al enseñar en la congregación y así nos libran de ser engañados por razonamientos falsos. Y si ven que un cristiano está luchando por superar actitudes mundanas, le brindan la ayuda que necesita (Tito 1:9; 1 Ped. 5:2). Por otro lado, Jehová nos ha dado al "esclavo fiel y discreto", que nos proporciona alimento espiritual para protegernos de trampas como las doctrinas evolucionistas, la inmoralidad, el afán de riquezas y fama, y muchas otras influencias y ambiciones nocivas (Mat. 24:45). Pregúntese: "¿Qué cosas me han ayudado a mí a resistir peligros como estos?".
14 ¿Qué debemos hacer para mantenernos dentro del "lugar secreto del Altísimo"? Adoptar siempre medidas de protección, tal como hacemos en la vida diaria a fin de evitar accidentes, asaltos o infecciones. Para prevenir los peligros espirituales, tenemos que seguir la guía que nos proporciona Jehová a través de las publicaciones, las reuniones y las asambleas cristianas. También hemos de pedir consejo a los ancianos y aprender de los demás hermanos y sus muchas cualidades. ¡Cuánto nos ayuda la congregación a actuar con sabiduría! (Pro. 13:20; léase 1 Pedro 4:10.)
15 Sin duda, Jehová tiene la capacidad de protegernos de cualquier peligro que pudiera hacernos perder su favor (Rom. 8:38, 39). Tomemos como ejemplo los ataques que han lanzado contra la congregación nuestros poderosos enemigos religiosos y políticos. En la mayoría de los casos, su principal interés no ha sido tanto matarnos como apartarnos de nuestro santo Dios. Pero Jehová nos ha protegido, cumpliendo vez tras vez esta promesa: "El arma que se forme contra ti [...] no tendrá éxito" (Isa. 54:17).
¿Quién nos ofrece verdadera libertad?
16 ¿Perdemos libertad al pertenecer a Jehová? De ningún modo. La perderíamos, más bien, si fuéramos parte del mundo, el cual está alejado de Jehová y sometido a Satanás, un dios cruel y tiránico (Juan 14:30). ¿Qué medios utiliza él para esclavizar a las personas? Entre otros, presiones de tipo económico (compárese con Revelación 13:16, 17). También recurre al poder engañoso del pecado (Juan 8:34; Heb. 3:13). Por eso, la liberación que promete este sistema incrédulo es falsa. Como la forma de vivir que promueve es contraria a las enseñanzas de Jehová, quienes la adopten caerán bajo el yugo del pecado y la degradación (Rom. 1:24-32).
17 Por otro lado, si entregamos nuestra vida a Jehová, él nos liberará de todo lo que pueda perjudicarnos. Tal como un cirujano competente es capaz de corregir enfermedades muy serias, Jehová puede curarnos de un gravísimo mal: el pecado heredado. Solamente lograremos librarnos de sus efectos y obtener vida eterna si nos ponemos en manos de Dios, es decir, si nos dedicamos a él en virtud del sacrificio de Cristo (Juan 3:36). Al igual que aumenta nuestra confianza en un médico cuando conocemos su historial, cuando aprendemos más detalles sobre Jehová crece nuestra fe. Así pues, una razón para estudiar a fondo la Biblia es que nos ayudará a conocer y amar más a Dios, lo que a su vez disipará cualquier miedo a ser posesión suya (1 Juan 4:18).
18 Jehová nos concede a todos libertad de elección. Por eso, en su Palabra nos dice a cada uno de nosotros: "Tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo, tú y tu prole, amando a Jehová tu Dios" (Deu. 30:19, 20). Él desea que decidamos libremente servirle y así le demostremos nuestro amor. De modo que al pertenecer a nuestro querido Dios no solo no perdemos libertad, sino que ganamos una satisfacción que nunca tendrá fin.
19 Al ser pecadores, no somos dignos de ser propiedad de Dios, quien es perfecto. Conseguimos pertenecer a él únicamente gracias a su bondad inmerecida (2 Tim. 1:9). Pablo escribió: "Tanto si vivimos, vivimos para Jehová, como si morimos, morimos para Jehová. Por consiguiente, tanto si vivimos como si morimos, pertenecemos a Jehová" (Rom. 14:8). Podemos tener la total seguridad de que nunca lamentaremos la decisión de entregarle nuestra vida.
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