Lectura de la Biblia: Jeremías 12 a 16
Núm. 1: Jeremías 13:1-14
Núm. 2: ¿Quiénes son los que deben participar de la Cena del Señor? (rs pág. 84 párr. 5—pág. 85 párr. 1)
Núm. 3: ¿Cada cuanto tiempo se debe celebrar la Conmemoración, y cuando? (rs pág. 86 párrs.1, 2)
(Jeremías 12:1-16:21)
12 Tú eres justo, oh Jehová, cuando me dirijo a ti con mi queja, realmente cuando hablo contigo hasta de asuntos de juicio. ¿Por qué será que el camino de los inicuos ha tenido éxito, que todos los que están cometiendo traición son los despreocupados? 2 Los has plantado; también han echado raíz. Siguen avanzando; también han producido fruto. Tú estás cerca en su boca, pero lejos de sus riñones. 3 Y tú mismo, oh Jehová, me conoces bien; me ves, y has examinado mi corazón en unión contigo mismo. Apártalos como ovejas para la degollación, y ponlos a un lado para el día de matanza. 4 ¿Hasta cuándo debe seguir marchitándose la tierra, y secarse la vegetación misma de todo el campo? A causa de la maldad de los que en ella moran, las bestias y las criaturas voladoras han sido barridas de allí. Pues ellos han dicho: "Él no ve nuestro futuro". 5 Porque con hombres de a pie has corrido, y te rendían de cansancio, ¿cómo, pues, puedes correr en una carrera con caballos? ¿Y en la tierra de paz estás con confianza? De modo que, ¿cómo actuarás entre los orgullosos [matorrales] a lo largo del Jordán? 6 Porque hasta tus propios hermanos y la casa de tu propio padre, aun ellos mismos te han tratado con traición. Hasta ellos mismos han gritado vigorosamente detrás de ti. No pongas fe en ellos, simplemente porque te hablan cosas buenas. 7 "He dejado mi casa; he abandonado mi herencia; he dado a la amada de mi alma en la palma de la mano de sus enemigos. 8 Mi herencia ha llegado a ser para mí como un león en el bosque. Ha dado salida a su voz hasta contra mí. Por eso la he odiado. 9 Mi herencia es para mí como ave de rapiña de muchos colores; las aves de rapiña están sobre ella en derredor. Vengan, reúnanse, todas las bestias salvajes del campo; tráigan[las] a comer. 10 Muchos pastores mismos han arruinado mi viña; han pisado duro la parte que me corresponde. Han convertido la parte deseable que me corresponde en un desierto de un yermo desolado. 11 Uno la ha hecho un yermo desolado; se ha marchitado; para mí está desolada. Todo el país ha quedado desolado, porque no hay hombre que [lo] haya puesto en [su] corazón. 12 Por todas las sendas trilladas a través del desierto han venido los violentos despojadores. Porque la espada que pertenece a Jehová está devorando desde un extremo del país aun hasta el otro extremo del país. No hay paz para carne alguna. 13 Han sembrado trigo, pero han segado espinas. Han trabajado hasta enfermar; no serán de ningún provecho. Y ellos ciertamente quedarán avergonzados de los productos de ustedes a causa de la ardiente cólera de Jehová." 14 Esto es lo que ha dicho Jehová contra todos mis malos vecinos, que están tocando la posesión hereditaria que yo hice que mi pueblo, aun Israel, poseyera: "Aquí voy a desarraigarlos de sobre su suelo; y a la casa de Judá desarraigaré de en medio de ellos. 15 Y tiene que ocurrir que, después de desarraigarlos, yo ciertamente volveré a tenerles misericordia y de veras los traeré de vuelta, cada uno a su posesión hereditaria y cada uno a su tierra". 16 "Y tiene que ocurrir que si ellos sin falta aprenden los caminos de mi pueblo en cuanto a jurar por mi nombre: '¡Tan ciertamente como que Jehová vive!', tal como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, ellos también serán edificados en medio de mi pueblo. 17 Pero si no obedecen, ciertamente desarraigaré también a esa nación, desarraigando y destruyéndo[la]", es la expresión de Jehová.
13 Esto es lo que me ha dicho Jehová: "Ve, y tienes que conseguirte un cinto de lino y ponértelo sobre las caderas, pero no debes meterlo en agua". 2 De manera que conseguí el cinto de acuerdo con la palabra de Jehová, y me lo puse sobre las caderas. 3 Y la palabra de Jehová procedió a ocurrirme por segunda vez, y dijo: 4 "Toma el cinto que conseguiste, que está sobre tus caderas, y levántate, ve al Éufrates, y escóndelo allí en una hendidura del peñasco". 5 De modo que fui y lo escondí junto al Éufrates, tal como me había mandado Jehová. 6 Pero al cabo de muchos días aconteció que Jehová procedió a decirme: "Levántate, ve al Éufrates y toma de allí el cinto que te mandé esconder allí". 7 En conformidad, fui al Éufrates y cavé y tomé el cinto del lugar en el cual lo había escondido, y, ¡mire!, el cinto se había arruinado; no servía para nada. 8 Entonces me ocurrió la palabra de Jehová, diciendo: 9 "Esto es lo que ha dicho Jehová: 'De la misma manera arruinaré el orgullo de Judá y el abundante orgullo de Jerusalén. 10 Esta gente mala, que está rehusando obedecer mis palabras, que está andando en la terquedad de su corazón y que sigue andando tras otros dioses a fin de servirles e inclinarse ante ellos, también llegará a ser justamente como este cinto que no sirve para nada'. 11 'Porque tal como un cinto se adhiere a las caderas de un hombre, así hice que toda la casa de Israel y toda la casa de Judá se adhirieran aun a mí —es la expresión de Jehová—, a fin de que llegaran a ser para mí un pueblo y un nombre y una alabanza y una cosa hermosa; pero no obedecieron.' 12 "Y tienes que decirles esta palabra: 'Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: "Todo jarro grande es algo que se llena de vino"'. Y ellos ciertamente te dirán: '¿Acaso no sabemos nosotros positivamente que todo jarro grande es algo que se llena de vino?'. 13 Y tienes que decirles: 'Esto es lo que ha dicho Jehová: "Miren, voy a llenar de borrachera a todos los habitantes de este país, y a los reyes que se sientan por David sobre su trono, y a los sacerdotes, y a los profetas, y a todos los habitantes de Jerusalén. 14 Y ciertamente los estrellaré uno contra otro, tanto a los padres como a los hijos, al mismo tiempo —es la expresión de Jehová—. No mostraré compasión, ni sentiré pena, y no tendré la misericordia de guardarme de arruinarlos"'. 15 "Oigan, y presten oído. No sean altivos, porque Jehová mismo ha hablado. 16 Den gloria a Jehová su Dios, antes que él cause oscuridad y antes que los pies de ustedes se den uno contra otro en las montañas al entrar el crepúsculo vespertino. Y ciertamente esperarán que haya luz, y él realmente la hará sombra profunda; [la] convertirá en densas tinieblas. 17 Y si ustedes no quieren oír esto, en escondrijos llorará mi alma a causa del orgullo, y positivamente derramará lágrimas; y mi ojo dejará rodar lágrimas, porque el hato de Jehová habrá sido llevado cautivo. 18 "Di al rey y a la dama: 'Siéntense en un lugar más bajo, porque ciertamente caerá de sus cabezas su corona de hermosura'. 19 Las mismísimas ciudades del sur han sido cerradas, de manera que no hay nadie que [las] abra. Judá entero ha sido llevado al destierro. Ha sido llevado al destierro por completo. 20 "Levanta tus ojos y ve a los que están viniendo del norte. ¿Dónde está el hato que se te dio, tu hermoso rebaño? 21 ¿Qué dirás cuando uno te dirija su atención, cuando tú misma les has enseñado como amigos íntimos a tu mismo lado al comienzo? ¿No se apoderarán de ti los mismísimos dolores de alumbramiento, como los de una esposa que está dando a luz? 22 Y cuando digas en tu corazón: '¿Por qué me han acaecido estas cosas?', a causa de la abundancia de tu error se te han quitado las faldas como cubierta; han sido tratados violentamente tus talones. 23 "¿Puede un cusita cambiar su piel?, ¿o un leopardo sus manchas? También pudieran hacer lo bueno ustedes mismos, que son personas a quienes se ha enseñado a hacer lo malo. 24 De modo que los esparciré como rastrojo que va pasando en el viento desde el desierto. 25 Esta es tu suerte, tu porción medida de parte mía —es la expresión de Jehová—, porque te has olvidado de mí y sigues cifrando tu confianza en la falsedad. 26 Y yo mismo también alzaré tus faldas sobre tu rostro, y ciertamente se verá tu deshonra, 27 tus actos de adulterio y tus relinchos, tu conducta relajada en prostitución. Sobre las colinas, en el campo, he visto tus cosas repugnantes. ¡Ay de ti, oh Jerusalén! No puedes ser limpia... ¿después de cuánto tiempo más?".
14 [Esto es] lo que le ocurrió como palabra de Jehová a Jeremías respecto a los asuntos de las sequías: 2 Judá se ha dado al duelo, y sus mismísimas puertas se han desvanecido. Han quedado contristadas hasta la tierra, y aun el alarido de Jerusalén ha subido. 3 Y sus majestuosos mismos han enviado a sus insignificantes por agua. Han llegado a las zanjas. No han hallado agua. Han regresado con sus vasijas vacías. Han quedado avergonzados y han sido desilusionados, y se han cubierto la cabeza. 4 A causa del terreno que se ha resquebrajado por no haber ocurrido aguacero sobre la tierra, los labradores se han avergonzado; se han cubierto la cabeza. 5 Porque hasta la cierva en el campo ha parido, pero [lo] deja, pues resulta que no hubo hierba tierna. 6 Y las cebras mismas se han quedado paradas sobre las colinas peladas; con avidez han aspirado el viento como los chacales; sus ojos han fallado porque no hay vegetación. 7 Aunque nuestros propios errores de veras testifican contra nosotros, oh Jehová, actúa por causa de tu nombre; porque nuestros actos de infidelidad han llegado a ser muchos; contra ti hemos pecado. 8 Oh tú, la esperanza de Israel, el Salvador suyo en el tiempo de angustia, ¿por qué te haces como residente forastero en el país, y como viajero que se ha desviado para pasar la noche? 9 ¿Por qué te pones como hombre atónito, como hombre poderoso que no puede hacer nada en cuanto a salvar? Sin embargo, tú mismo estás en medio de nosotros, oh Jehová, y sobre nosotros tu propio nombre ha sido llamado. No nos falles. 10 Esto es lo que ha dicho Jehová respecto a este pueblo: "De esta manera han amado el vagar; no han tenido refrenados los pies. De modo que Jehová mismo no se ha complacido en ellos. Ahora se acordará del error de ellos y dará atención a sus pecados". 11 Y Jehová procedió a decirme: "No ores a favor de este pueblo para bien alguno. 12 Cuando ayunan, no estoy escuchando su clamor rogativo; y cuando ofrecen el holocausto y la ofrenda de grano, no estoy complaciéndome en ellos; pues a espada y por hambre y por peste voy a acabar con ellos". 13 Ante esto, yo dije: "¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que los profetas están diciéndoles: 'No verán espada, y no habrá hambre que les suceda a ustedes, sino que paz verdadera es lo que les daré en este lugar'". 14 Y Jehová pasó a decirme: "Falsedad es lo que los profetas están profetizando en mi nombre. Yo no los he enviado, ni les he ordenado ni les he hablado. Una visión falsa y adivinación y una cosa que nada vale y la artimaña de su corazón es lo que ellos les están hablando proféticamente. 15 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová respecto a los profetas que están profetizando en mi nombre y a quienes yo mismo no envié, y que están diciendo que no ocurrirá espada ni hambre en este país: 'A espada y por hambre serán acabados aquellos profetas. 16 Y la mismísima gente a la que están profetizando llegará a ser gente echada fuera a las calles de Jerusalén a causa del hambre y de la espada, sin que haya quien los entierre... a ellos, sus esposas y sus hijos y sus hijas. Y ciertamente derramaré sobre ellos su calamidad'. 17 "Y tienes que decirles esta palabra: 'Que mis ojos dejen correr lágrimas noche y día, y que no se queden quietos, porque con un gran estallido la virgen hija de mi pueblo ha sido quebrantada, con un golpe de extrema enfermedad. 18 Si realmente salgo al campo, ¡ea!, ¡mira, los muertos a espada! Y si realmente entro en la ciudad, ¡mira, también, las dolencias resultantes del hambre! Porque tanto el profeta mismo como el sacerdote mismo han dado la vuelta hacia una tierra que no han conocido'". 19 ¿Has rechazado absolutamente a Judá, o ha aborrecido tu alma aun a Sión? ¿Por qué nos has golpeado, de modo que no hay curación para nosotros? Hubo un esperar paz, pero no [vino] ningún bien; y tiempo de curación, y, ¡mira!, ¡terror! 20 De veras reconocemos, oh Jehová, nuestra iniquidad, el error de nuestros antepasados, porque hemos pecado contra ti. 21 No [nos] muestres falta de respeto, por causa de tu nombre; no desprecies tu glorioso trono. Recuerda; no rompas tu pacto con nosotros. 22 ¿Existe entre los vanos ídolos de las naciones quien haga caer lluvia, o acaso pueden hasta los cielos mismos dar chaparrones copiosos? ¿No eres tú Ese, oh Jehová nuestro Dios? Y en ti esperamos, porque tú mismo has hecho todas estas cosas.
15 Y Jehová procedió a decirme: "Si Moisés y Samuel estuvieran de pie delante de mí, mi alma no estaría hacia este pueblo. Habría un despedirlos de delante de mi rostro, para que salieran. 2 Y tiene que ocurrir que si te dijeran: '¿Adónde saldremos?', también tienes que decirles: 'Esto es lo que ha dicho Jehová: "¡El que esté para la plaga mortífera, a la plaga mortífera! ¡Y el que esté para la espada, a la espada! ¡Y el que esté para el hambre, al hambre! ¡Y el que esté para el cautiverio, al cautiverio!"'. 3 "'Y ciertamente comisionaré sobre ellos cuatro familias —es la expresión de Jehová—: la espada para matar, y los perros para arrastrar, y las criaturas voladoras de los cielos y las bestias de la tierra para comer y arruinar. 4 Y ciertamente los daré para trepidación a todos los reinos de la tierra, a causa de Manasés hijo de Ezequías, el rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalén. 5 Porque, ¿quién te mostrará compasión, oh Jerusalén, y quién se condolerá de ti, y quién se desviará para preguntar acerca de tu bienestar?' 6 "'Tú misma me has abandonado —es la expresión de Jehová—. Hacia atrás es como sigues andando. Y extenderé mi mano contra ti y te arruinaré. Me he cansado de sentir pesar. 7 Y los aventaré con un bieldo en las puertas del país. Ciertamente [los] privaré de hijos. De veras destruiré a mi pueblo, [puesto que] no se han vuelto de sus propios caminos. 8 Para mí sus viudas han llegado a ser más numerosas que los granos de arena de los mares. Ciertamente traeré para ellos, sobre madre, sobre joven, al violento despojador al mediodía. Ciertamente haré caer sobre ellos de repente excitación y disturbios. 9 La mujer que dio a luz siete se ha desvanecido; su alma ha luchado por aliento. Se ha puesto su sol mientras todavía es de día; este se ha avergonzado y ha quedado corrido.' 'Y a la espada daré el simple resto de ellos delante de sus enemigos', es la expresión de Jehová". 10 ¡Ay de mí, oh madre mía, porque me has dado a luz, hombre sujeto a riña y hombre sujeto a contienda con toda la tierra! No he dado un préstamo, y no me han dado un préstamo. Todos ellos están invocando el mal contra mí. 11 Jehová ha dicho: "De seguro te ministraré, sí, para bien. De seguro intercederé por ti, sí, en el tiempo de la calamidad y en el tiempo de la angustia, contra el enemigo. 12 ¿Puede uno quebrar en pedazos el hierro, hierro del norte, y cobre? 13 Tus recursos y tus tesoros daré para simple saqueo, no por precio, sino por todos tus pecados, aun en todos tus territorios. 14 Y ciertamente [los] haré pasar con tus enemigos a una tierra que no has conocido. Porque un fuego mismo se ha encendido en mi cólera. Contra ustedes está ardiendo". 15 Tú mismo has sabido. Oh Jehová, acuérdate de mí y dirígeme tu atención y véngame de mis perseguidores. En tu tardanza para la cólera, no me quites. Nota que he soportado oprobio por causa de ti mismo. 16 Fueron halladas tus palabras, y procedí a comerlas; y tu palabra llega a ser para mí el alborozo y el regocijo de mi corazón; porque tu nombre ha sido llamado sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. 17 No me he sentado en el grupo íntimo de los que gastan bromas, para empezar entonces a alborozarme. A causa de tu mano me he sentado absolutamente solo, porque es con denunciación con lo que me has llenado. 18 ¿Por qué se ha hecho crónico mi dolor, e incurable mi golpe? Ha rehusado sanarse. Tú positivamente llegas a ser para mí como una cosa engañosa, como aguas que han resultado indignas de confianza. 19 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: "Si te vuelves, entonces te traeré de vuelta. Delante de mí estarás de pie. Y si sacas lo que es precioso de las cosas que nada valen, llegarás a ser como mi propia boca. Ellos mismos se volverán a ti, pero tú mismo no te volverás a ellos". 20 "Y yo he hecho que seas para este pueblo un muro fortificado de cobre; y ciertamente pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti. Porque yo estoy contigo, para salvarte y para librarte —es la expresión de Jehová—. 21 Y ciertamente te libraré de la mano de los malos, y ciertamente te redimiré de la palma de los tiránicos."
16 Y continuó ocurriéndome la palabra de Jehová, y dijo: 2 "No debes tomar para ti esposa, y no debes llegar a tener hijos e hijas en este lugar. 3 Porque esto es lo que ha dicho Jehová respecto a los hijos y respecto a las hijas que nacen en este lugar, y respecto a sus madres que los están dando a luz y respecto a sus padres que están causando su nacimiento en este país: 4 'De muertes por dolencias morirán. No serán plañidos, ni serán enterrados. Como estiércol sobre la superficie del suelo llegarán a ser; y a espada y por hambre serán acabados, y sus cuerpos muertos realmente servirán de alimento para las criaturas voladoras de los cielos y para las bestias de la tierra'. 5 "Porque esto es lo que ha dicho Jehová: 'No entres en la casa de un banquete de dolientes, y no vayas para plañir, y no te conduelas de ellos'. "'Porque yo he quitado mi paz de este pueblo —es la expresión de Jehová—, aun bondad amorosa y misericordias. 6 Y ciertamente morirán, los grandes y los pequeños, en esta tierra. No serán enterrados, ni se golpeará la gente por ellos, ni se hará nadie cortaduras ni se hará calvo por ellos. 7 Y no les repartirán pan a causa del duelo para consolar a alguien por el muerto; ni les darán a beber la copa de consolación a causa del padre de uno ni a causa de la madre de uno. 8 Y no debes entrar en ninguna casa de banquete para sentarte con ellos a comer y a beber.' 9 "Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: 'Miren, voy a hacer cesar de este lugar, ante los ojos de ustedes y en sus días, la voz de alborozo y la voz de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia'. 10 "Y tiene que ocurrir que, cuando anuncies a este pueblo todas estas palabras, y ellos realmente te digan: '¿Por qué razón ha hablado Jehová contra nosotros toda esta gran calamidad, y cuál es nuestro error y cuál es nuestro pecado con el cual hemos pecado contra Jehová nuestro Dios?', 11 también tienes que decirles: '"Por la razón de que sus padres me dejaron —es la expresión de Jehová— y siguieron yendo tras otros dioses y sirviéndoles e inclinándose ante ellos. Pero a mí me dejaron, y no guardaron mi ley. 12 Y ustedes mismos han actuado peor en su obrar que sus padres, y aquí están ustedes andando cada uno tras la terquedad de su corazón malo al no obedecerme. 13 Y ciertamente los arrojaré de sobre esta tierra a la tierra que ustedes mismos no han conocido, ni sus padres, y allí tendrán que servir a otros dioses día y noche, porque no les daré favor alguno"'. 14 "'Por lo tanto, ¡miren!, vienen días —es la expresión de Jehová— cuando ya no se dirá: "¡Tan ciertamente como que vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto!", 15 sino: "¡Tan ciertamente como que vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte y de todas las tierras a las cuales los había dispersado!", y ciertamente los traeré de vuelta a su terreno, el cual di a sus antepasados.' 16 "'Aquí voy a enviar a llamar muchos pescadores —es la expresión de Jehová—, y ciertamente los pescarán; y después enviaré a llamar muchos cazadores, y ciertamente los cazarán de toda montaña y de toda colina y de las hendiduras de los peñascos. 17 Porque mis ojos están sobre todos sus caminos. No han estado ocultos de delante de mí, ni ha estado escondido su error de enfrente de mis ojos. 18 Y, en primer lugar, ciertamente pagaré la plena cantidad de su error y de su pecado, por razón de que profanaron mi tierra. Con los cadáveres de sus cosas repugnantes y sus cosas detestables habían llenado mi herencia'". 19 Oh Jehová mi fuerza y mi plaza fuerte, y mi lugar adonde huir en el día de angustia, a ti vendrán las naciones mismas desde los cabos de la tierra, y dirán: "Realmente nuestros antepasados llegaron a poseer pura falsedad, vanidad y cosas en las que no había nada provechoso". 20 ¿Puede el hombre terrestre hacerse dioses cuando ellos no son dioses? 21 "Por lo tanto, ¡miren!, voy a hacerles saber; en esta sola vez les haré conocer mi mano y mi poderío, y tendrán que saber que mi nombre es Jehová."
Núm. 1: (Jeremías 13:1-14)
(Jeremías 13:1-14) Esto es lo que me ha dicho Jehová: "Ve, y tienes que conseguirte un cinto de lino y ponértelo sobre las caderas, pero no debes meterlo en agua". 2 De manera que conseguí el cinto de acuerdo con la palabra de Jehová, y me lo puse sobre las caderas. 3 Y la palabra de Jehová procedió a ocurrirme por segunda vez, y dijo: 4 "Toma el cinto que conseguiste, que está sobre tus caderas, y levántate, ve al Éufrates, y escóndelo allí en una hendidura del peñasco". 5 De modo que fui y lo escondí junto al Éufrates, tal como me había mandado Jehová. 6 Pero al cabo de muchos días aconteció que Jehová procedió a decirme: "Levántate, ve al Éufrates y toma de allí el cinto que te mandé esconder allí". 7 En conformidad, fui al Éufrates y cavé y tomé el cinto del lugar en el cual lo había escondido, y, ¡mire!, el cinto se había arruinado; no servía para nada. 8 Entonces me ocurrió la palabra de Jehová, diciendo: 9 "Esto es lo que ha dicho Jehová: 'De la misma manera arruinaré el orgullo de Judá y el abundante orgullo de Jerusalén. 10 Esta gente mala, que está rehusando obedecer mis palabras, que está andando en la terquedad de su corazón y que sigue andando tras otros dioses a fin de servirles e inclinarse ante ellos, también llegará a ser justamente como este cinto que no sirve para nada'. 11 'Porque tal como un cinto se adhiere a las caderas de un hombre, así hice que toda la casa de Israel y toda la casa de Judá se adhirieran aun a mí —es la expresión de Jehová—, a fin de que llegaran a ser para mí un pueblo y un nombre y una alabanza y una cosa hermosa; pero no obedecieron.' 12 "Y tienes que decirles esta palabra: 'Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: "Todo jarro grande es algo que se llena de vino"'. Y ellos ciertamente te dirán: '¿Acaso no sabemos nosotros positivamente que todo jarro grande es algo que se llena de vino?'. 13 Y tienes que decirles: 'Esto es lo que ha dicho Jehová: "Miren, voy a llenar de borrachera a todos los habitantes de este país, y a los reyes que se sientan por David sobre su trono, y a los sacerdotes, y a los profetas, y a todos los habitantes de Jerusalén. 14 Y ciertamente los estrellaré uno contra otro, tanto a los padres como a los hijos, al mismo tiempo —es la expresión de Jehová—. No mostraré compasión, ni sentiré pena, y no tendré la misericordia de guardarme de arruinarlos"'.
Núm. 2: ¿Quiénes son los que deben participar de la Cena del Señor? (rs pág. 84 párr. 5—pág. 85 párr. 1)
*** rs pág. 84 - pág. 85 Conmemoración (La Cena del Señor) ***
¿Quiénes participan del pan y del vino?
¿Quiénes participaron del pan y del vino cuando Jesús instituyó la Cena del Señor poco antes de su muerte? Los once seguidores fieles a quienes Jesús dijo: "Hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino" (Luc. 22:29). Todos ellos eran personas a quienes se había invitado a participar con Cristo en su Reino celestial (Juan 14:2, 3). Hoy día, los que participan del pan y del vino tienen que ser también personas a quienes Cristo haya introducido en ese 'pacto para un reino'.
Núm. 3: ¿Cada cuanto tiempo se debe celebrar la Conmemoración, y cuando? (rs pág. 86 párrs.1, 2)
*** rs pág. 86 Conmemoración (La Cena del Señor) ***
¿Cuántas veces se debe celebrar la Conmemoración, y cuándo?
Jesús no dijo específicamente cuán a menudo se habría de celebrar. Sencillamente dijo: "Sigan haciendo esto en memoria de mí" (Luc. 22:19). Pablo dijo: "Porque cuantas veces coman este pan y beban esta copa, siguen proclamando la muerte del Señor, hasta que él llegue" (1 Cor. 11:26). "Cuantas veces" no tiene que significar muchas veces al año; puede significar una vez al año durante el espacio de muchos años. Cuando se conmemora un acontecimiento importante, como un aniversario de bodas, o cuando una nación conmemora un acontecimiento importante de su historia, ¿cuántas veces lo hace? Una vez al año en la fecha del aniversario. Esto estaría de acuerdo con el hecho de que la Cena del Señor se instituyó en la fecha de la Pascua judía, celebración anual que ya no tenían que observar los judíos que habían llegado a ser cristianos.
Los testigos de Jehová celebran la Conmemoración después de la puesta del Sol el 14 de Nisán, según el cálculo del calendario judío que era común en el primer siglo. El día judío comienza con la puesta del Sol, y se extiende hasta la siguiente puesta del Sol. De modo que, de acuerdo con el calendario judío, Jesús murió el mismo día en que instituyó la Conmemoración. El principio del mes de Nisán tenía lugar con la puesta de sol que acontecía después que la luna nueva más próxima al equinoccio primaveral se hacía visible en Jerusalén. La fecha de la Conmemoración cae 14 días después. (Por consiguiente, la fecha de la Conmemoración quizás no coincida con la de la Pascua que observan los judíos del día moderno. ¿Por qué no? Porque el comienzo de los meses de su calendario se ha fijado de modo que coincida con la luna nueva astronómica, no con la luna nueva que se hace visible sobre Jerusalén, lo cual podría realizarse entre 18 y 30 horas más tarde. Además, la mayoría de los judíos hoy día celebran la Pascua el 15 de Nisán, no el 14 como hizo Jesús en conformidad con lo que se declara en la Ley de Moisés.)
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