Lectura de la Biblia: Salmos 38 a 44
Núm. 1: Salmo 41:1–42:5
Núm. 2: Ejemplos bíblicos, dignos de imitar, de virtudes y amistades entrañables
Núm. 3: ¿Entre quiénes se están cumpliendo en la actualidad las profecías relativas a la restauración de Israel? (rs pág. 222 párrs. 1-4)
Núm. 2: Ejemplos bíblicos, dignos de imitar, de virtudes y amistades entrañables
Núm. 3: ¿Entre quiénes se están cumpliendo en la actualidad las profecías relativas a la restauración de Israel? (rs pág. 222 párrs. 1-4)
(Salmos 38:encabezamiento-44:26)
Melodía de David, para hacer recordar.
38 Oh Jehová, en tu indignación no me censures, ni en tu furia me corrijas. 2 Porque tus propias flechas se han hundido muy adentro en mí, y sobre mí tu mano ha bajado. 3 No hay parte sana en mi carne a causa de tu denunciación. No hay paz en mis huesos debido a mi pecado. 4 Porque mis propios errores han pasado sobre mi cabeza; como una carga pesada son demasiado pesados para mí. 5 Mis heridas se han hecho hediondas, han supurado, a causa de mi tontedad. 6 Me he desconcertado, me he inclinado hasta grado extremo; todo el día he andado triste. 7 Porque mis lomos mismos se han llenado de ardor, y no hay parte sana en mi carne. 8 Me he entumecido y he quedado aplastado hasta grado extremo; he rugido por causa del gemido de mi corazón. 9 Oh Jehová, enfrente de ti está todo mi deseo, y de ti mi suspirar mismo no ha sido ocultado. 10 Mi propio corazón ha palpitado pesadamente, me ha dejado mi poder, y la luz de mis propios ojos tampoco está conmigo. 11 En cuanto a mis amadores y mis compañeros, se quedan parados lejos de mi plaga, y mis conocidos íntimos mismos se han quedado parados a distancia. 12 Pero los que andan buscando mi alma tienden trampas, y los que están procurando una calamidad para mí han hablado de adversidades, y siguen hablando engaños entre dientes todo el día. 13 En cuanto a mí, como alguien sordo, no escuchaba; y como alguien mudo, no abría la boca. 14 Y llegué a ser como un hombre que no oía, y en mi boca no hubo contraargumentos. 15 Porque en ti, oh Jehová, esperé; tú mismo procediste a responder, oh Jehová Dios mío. 16 Pues yo dije: “De otro modo se regocijarían a causa de mí; cuando mi pie se moviera con inseguridad, ciertamente se darían grandes ínfulas contra mí”. 17 Porque estaba a punto de cojear, y mi dolor estaba enfrente de mí constantemente. 18 Porque procedí a informar acerca de mi propio error; empecé a inquietarme a causa de mi pecado. 19 Y mis enemigos que están vivos se hicieron poderosos, y los que me odian sin motivo alguno se hicieron muchos. 20 Y estuvieron pagándome con mal por bien; siguieron resistiéndome en cambio por haber ido yo en pos de lo que es bueno. 21 No me dejes, oh Jehová. Oh Dios mío, no te mantengas lejos de mí. 22 Ven de prisa, sí, en mi auxilio, oh Jehová, mi salvación.
Al director de Jedutún. Melodía de David.
39 Yo dije: “Ciertamente guardaré mis caminos para no pecar con la lengua. Pondré un bozal, sí, como guardia para mi propia boca, mientras esté alguien inicuo enfrente de mí”. 2 Me volví mudo con silencio; me quedé callado de lo que es bueno, y el estar yo con dolor fue puesto en extrañamiento. 3 Mi corazón se acaloró dentro de mí; durante mi suspirar el fuego siguió ardiendo. Con mi lengua hablé: 4 “Hazme conocer, oh Jehová, mi fin, y la medida de mis días... lo que es, para que yo sepa cuán transitorio soy. 5 ¡Mira! Has hecho que mis días sean solo unos cuantos; y la duración de mi vida es como nada enfrente de ti. De seguro todo hombre terrestre, aunque firmemente plantado, no es nada salvo una exhalación. Sélah. 6 De seguro en apariencia el hombre anda en derredor. De seguro se alborotan en vano. Uno amontona cosas y no sabe quién estará recogiéndolas. 7 Y ahora, ¿qué he esperado, oh Jehová? Mi expectación está vuelta hacia ti. 8 De todas mis transgresiones líbrame. No me pongas por oprobio del insensato. 9 Me quedé mudo; no pude abrir la boca, porque tú mismo actuaste. 10 Quita de sobre mí tu plaga. Debido a la hostilidad de tu mano, yo mismo me he acabado. 11 Con censuras contra el error has corregido al hombre, y consumes sus cosas deseables tal como lo hace una polilla. De seguro todo hombre terrestre es una exhalación. Sélah. 12 Oye mi oración, sí, oh Jehová, y a mi clamor por ayuda de veras presta oído. Ante mis lágrimas no guardes silencio. Porque solo soy residente forastero contigo, poblador lo mismo que todos mis antepasados. 13 Retira de mí tu mirada, para que pueda alegrarme antes que me vaya y no sea”.
Al director. De David, melodía.
40 Solícitamente esperé en Jehová, y por lo tanto inclinó a mí [su oído] y oyó mi clamor por ayuda. 2 También procedió a hacerme subir de un hoyo de rugidos, desde el cieno del sedimento. Entonces levantó mis pies sobre un peñasco; firmemente estableció mis pasos. 3 Adicionalmente, puso en mi boca una canción nueva, alabanza a nuestro Dios. Muchos verán [esto] y temerán, y confiarán en Jehová. 4 Feliz es el hombre físicamente capacitado que ha puesto a Jehová por confianza suya, y que no ha vuelto el rostro hacia gente desafiadora, ni hacia los que se apartan a mentiras. 5 Muchas cosas has hecho tú mismo, oh Jehová Dios mío, aun tus maravillosas obras y tus pensamientos para con nosotros; no hay nadie que pueda ser comparado a ti. Si me inclinara a informar y hablar [de ellos], han llegado a ser más numerosos de lo que yo pueda relatar. 6 En sacrificio y ofrenda no te deleitaste; estos oídos míos los abriste. Ofrenda quemada y ofrenda por el pecado no pediste. 7 En vista de eso, dije: “Aquí he venido, en el rollo del libro está escrito de mí. 8 En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado, y tu ley está dentro de mis entrañas. 9 He anunciado las buenas nuevas de la justicia en la congregación grande. ¡Mira! No restrinjo mis labios. Oh Jehová, eso tú mismo lo sabes bien. 10 No he encubierto tu justicia dentro de mi corazón. He declarado tu fidelidad y tu salvación. No he escondido tu bondad amorosa ni tu apego a la verdad en la congregación grande”. 11 Tú mismo, oh Jehová, no restrinjas de mí tu piedad. Que tu bondad amorosa y tu apego a la verdad mismos me salvaguarden constantemente. 12 Porque calamidades me rodearon hasta no poder contarlas. Me alcanzaron más errores míos de los que podía ver; llegaron a ser más numerosos que los cabellos de mi cabeza, y mi propio corazón me dejó. 13 Sea de tu agrado, oh Jehová, librarme. Oh Jehová, de veras ven de prisa en mi auxilio. 14 Queden avergonzados y corridos todos juntos los que andan buscando mi alma para barrerla totalmente. Vuélvanse atrás y sean humillados los que están deleitándose en mi calamidad. 15 Quédense mirando asombrados como resultado de su vergüenza los que me están diciendo: “¡Ajá! ¡Ajá!”. 16 Alborócense y regocíjense en ti, todos los que te están buscando. Digan aquellos constantemente: “Sea engrandecido Jehová”, los que están amando la salvación por ti. 17 Pero yo estoy afligido y soy pobre. Jehová mismo me toma en cuenta. Tú eres mi auxilio y el Proveedor de escape para mí. Oh Dios mío, no tardes demasiado.
Al director. Melodía de David.
41 Feliz es cualquiera que obra con consideración para con el de condición humilde; en el día de calamidad Jehová le proveerá escape. 2 Jehová mismo lo guardará y lo conservará vivo. Será pronunciado feliz en la tierra; e imposible es que lo entregues al alma de sus enemigos. 3 Jehová mismo lo sustentará sobre un diván de enfermedad; ciertamente cambiarás toda su cama durante su enfermedad. 4 En cuanto a mí, dije: “Oh Jehová, muéstrame favor. De veras sana mi alma, porque he pecado contra ti”. 5 En cuanto a mis enemigos, ellos dicen lo que es malo respecto a mí: “¿Cuándo morirá, y realmente perecerá su nombre?”. 6 Y si uno sí viene a ver[me], falsedad es lo que su corazón habla; recoge para sí algo perjudicial; sale; allá afuera habla [de ello]. 7 En unidad contra mí cuchichean unos con otros todos los que me odian; contra mí siguen tramando algo malo para mí: 8 “Una cosa que para nada sirve está derramada sobre él; ahora que se ha acostado, no volverá a levantarse”. 9 También el hombre que estaba en paz conmigo, en quien yo confiaba, que estaba comiendo mi pan, ha engrandecido contra mí [su] talón. 10 En cuanto a ti, oh Jehová, muéstrame favor y haz que me levante, para que les dé el pago. 11 Por esto sí sé que te has deleitado en mí, porque mi enemigo no grita en triunfo sobre mí. 12 En cuanto a mí, a causa de mi integridad me has sostenido, y me colocarás delante de tu rostro hasta tiempo indefinido. 13 Bendito sea Jehová el Dios de Israel desde tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido. Amén y Amén.
Al director. Maskil para los hijos de Coré.
42 Como la cierva que ansía las corrientes de agua, así mi alma misma te ansía, oh Dios. 2 Mi alma realmente tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios? 3 Para mí mis lágrimas han llegado a ser alimento día y noche, mientras [ellos] me dicen todo el día: “¿Dónde está tu Dios?”. 4 De estas cosas ciertamente me acordaré, y ciertamente derramaré mi alma dentro de mí. Porque yo solía pasar con el gentío, solía andar lentamente delante de ellos a la casa de Dios, con la voz de un clamor gozoso y acción de gracias, de una muchedumbre que está celebrando una fiesta. 5 ¿Por qué estás desesperada, oh alma mía, y por qué estás alborotada dentro de mí? Espera a Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación de mi persona. 6 Oh Dios mío, dentro de mí está desesperada mi alma misma. Por eso me acuerdo de ti, desde la tierra del Jordán y los picos del Hermón, desde la montaña pequeña. 7 Profundidad acuosa está llamando a profundidad acuosa ante el sonido de tus mangas (de agua). Todas tus ondas rompientes y tus olas... sobre mí han pasado. 8 De día Jehová ordenará su bondad amorosa, y de noche su canción estará conmigo; habrá oración al Dios de mi vida. 9 Ciertamente diré a Dios mi peñasco: “¿Por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué ando triste a causa de la opresión del enemigo?”. 10 Con asesinato contra mis huesos me han vituperado los que me muestran hostilidad, mientras me dicen todo el día: “¿Dónde está tu Dios?”. 11 ¿Por qué estás desesperada, oh alma mía, y por qué estás alborotada dentro de mí? Espera a Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación de mi persona y como Dios mío.
43 Júzgame, oh Dios, y de veras conduce mi causa judicial contra una nación no leal. Del hombre de engaño e injusticia quieras proveerme escape. 2 Porque tú eres el Dios de mi plaza fuerte. ¿Por qué me has desechado? ¿Por qué ando triste a causa de la opresión por el enemigo? 3 Envía tu luz y tu verdad. Que estas mismas me guíen. Que me traigan a tu santa montaña y a tu magnífico tabernáculo. 4 Y yo ciertamente vendré al altar de Dios, a Dios, mi regocijo alborozado. Y te elogiaré, sí, con el arpa, oh Dios, Dios mío. 5 ¿Por qué estás desesperada, oh alma mía, y por qué estás alborotada dentro de mí? Espera a Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación de mi persona y como Dios mío.
Al director. De los hijos de Coré. Maskil.
44 Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros antepasados mismos nos han relatado la actividad que tú ejecutaste en sus días, en los días de mucho tiempo atrás. 2 Tú mismo por tu mano expulsaste aun a naciones, y [en cambio] procediste a plantarlos a ellos. Te pusiste a quebrar grupos nacionales y a enviarlos [de allí]. 3 Porque no por su propia espada tomaron en posesión la tierra, y no fue su propio brazo lo que les trajo salvación. Pues fue tu diestra y tu brazo y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos. 4 Tú mismo eres mi Rey, oh Dios. Ordena magnífica salvación para Jacob. 5 Por ti empujaremos a nuestros adversarios mismos; en tu nombre pisotearemos a los que se levantan contra nosotros. 6 Pues no fue en mi arco en lo que seguí confiando, y no fue mi espada la que me estuvo salvando. 7 Porque tú nos salvaste de nuestros adversarios, y a los que nos odiaban intensamente los avergonzaste. 8 En Dios ciertamente ofreceremos alabanza todo el día, y hasta tiempo indefinido elogiaremos tu nombre. Sélah. 9 Pero ahora [nos] has desechado y sigues humillándonos, y no sales con nuestros ejércitos. 10 Sigues haciendo que nos volvamos atrás ante el adversario, y los mismísimos que nos odian intensamente han saqueado para sí. 11 Nos entregas como ovejas, como algo de comer, y entre las naciones nos has esparcido. 12 Vendes a tu pueblo por lo que no tiene ningún valor, y no has ganado riqueza alguna por el precio de ellos. 13 Nos pones como oprobio a nuestros vecinos, escarnio y mofa a los que están todo en derredor nuestro. 14 Nos pones como dicho proverbial entre las naciones, un sacudimiento de la cabeza entre los grupos nacionales. 15 Durante todo el día mi humillación está enfrente de mí, y la vergüenza de mi propio rostro me ha cubierto, 16 debido a la voz del que vitupera y habla injuriosamente, a causa del enemigo y del que toma su venganza. 17 Todo esto nos ha sobrevenido, y nosotros no te hemos olvidado, y no hemos obrado falsamente en tu pacto. 18 Nuestro corazón no se ha vuelto atrás con falta de fe, ni se desvían nuestras pisadas de tu senda. 19 Porque nos has aplastado en el lugar de chacales, y nos cubres con sombra profunda. 20 Si hemos olvidado el nombre de nuestro Dios, o extendemos las palmas de las manos a un dios extraño, 21 ¿no averiguará esto Dios mismo? Porque él está enterado de los secretos del corazón. 22 Pero por tu causa se nos ha matado todo el día; se nos ha tenido por ovejas para degollación. 23 Despierta, sí. ¿Por qué sigues durmiendo, oh Jehová? De veras despierta. No sigas desechando para siempre. 24 ¿Por qué mantienes oculto tu rostro mismo? ¿Por qué te olvidas de nuestra aflicción y de nuestra opresión? 25 Porque nuestra alma se ha inclinado hasta el polvo mismo; nuestro vientre se ha adherido a la tierra misma. 26 Levántate, sí, en nuestro auxilio y redímenos por causa de tu bondad amorosa.
38 Oh Jehová, en tu indignación no me censures, ni en tu furia me corrijas. 2 Porque tus propias flechas se han hundido muy adentro en mí, y sobre mí tu mano ha bajado. 3 No hay parte sana en mi carne a causa de tu denunciación. No hay paz en mis huesos debido a mi pecado. 4 Porque mis propios errores han pasado sobre mi cabeza; como una carga pesada son demasiado pesados para mí. 5 Mis heridas se han hecho hediondas, han supurado, a causa de mi tontedad. 6 Me he desconcertado, me he inclinado hasta grado extremo; todo el día he andado triste. 7 Porque mis lomos mismos se han llenado de ardor, y no hay parte sana en mi carne. 8 Me he entumecido y he quedado aplastado hasta grado extremo; he rugido por causa del gemido de mi corazón. 9 Oh Jehová, enfrente de ti está todo mi deseo, y de ti mi suspirar mismo no ha sido ocultado. 10 Mi propio corazón ha palpitado pesadamente, me ha dejado mi poder, y la luz de mis propios ojos tampoco está conmigo. 11 En cuanto a mis amadores y mis compañeros, se quedan parados lejos de mi plaga, y mis conocidos íntimos mismos se han quedado parados a distancia. 12 Pero los que andan buscando mi alma tienden trampas, y los que están procurando una calamidad para mí han hablado de adversidades, y siguen hablando engaños entre dientes todo el día. 13 En cuanto a mí, como alguien sordo, no escuchaba; y como alguien mudo, no abría la boca. 14 Y llegué a ser como un hombre que no oía, y en mi boca no hubo contraargumentos. 15 Porque en ti, oh Jehová, esperé; tú mismo procediste a responder, oh Jehová Dios mío. 16 Pues yo dije: “De otro modo se regocijarían a causa de mí; cuando mi pie se moviera con inseguridad, ciertamente se darían grandes ínfulas contra mí”. 17 Porque estaba a punto de cojear, y mi dolor estaba enfrente de mí constantemente. 18 Porque procedí a informar acerca de mi propio error; empecé a inquietarme a causa de mi pecado. 19 Y mis enemigos que están vivos se hicieron poderosos, y los que me odian sin motivo alguno se hicieron muchos. 20 Y estuvieron pagándome con mal por bien; siguieron resistiéndome en cambio por haber ido yo en pos de lo que es bueno. 21 No me dejes, oh Jehová. Oh Dios mío, no te mantengas lejos de mí. 22 Ven de prisa, sí, en mi auxilio, oh Jehová, mi salvación.
Al director de Jedutún. Melodía de David.
39 Yo dije: “Ciertamente guardaré mis caminos para no pecar con la lengua. Pondré un bozal, sí, como guardia para mi propia boca, mientras esté alguien inicuo enfrente de mí”. 2 Me volví mudo con silencio; me quedé callado de lo que es bueno, y el estar yo con dolor fue puesto en extrañamiento. 3 Mi corazón se acaloró dentro de mí; durante mi suspirar el fuego siguió ardiendo. Con mi lengua hablé: 4 “Hazme conocer, oh Jehová, mi fin, y la medida de mis días... lo que es, para que yo sepa cuán transitorio soy. 5 ¡Mira! Has hecho que mis días sean solo unos cuantos; y la duración de mi vida es como nada enfrente de ti. De seguro todo hombre terrestre, aunque firmemente plantado, no es nada salvo una exhalación. Sélah. 6 De seguro en apariencia el hombre anda en derredor. De seguro se alborotan en vano. Uno amontona cosas y no sabe quién estará recogiéndolas. 7 Y ahora, ¿qué he esperado, oh Jehová? Mi expectación está vuelta hacia ti. 8 De todas mis transgresiones líbrame. No me pongas por oprobio del insensato. 9 Me quedé mudo; no pude abrir la boca, porque tú mismo actuaste. 10 Quita de sobre mí tu plaga. Debido a la hostilidad de tu mano, yo mismo me he acabado. 11 Con censuras contra el error has corregido al hombre, y consumes sus cosas deseables tal como lo hace una polilla. De seguro todo hombre terrestre es una exhalación. Sélah. 12 Oye mi oración, sí, oh Jehová, y a mi clamor por ayuda de veras presta oído. Ante mis lágrimas no guardes silencio. Porque solo soy residente forastero contigo, poblador lo mismo que todos mis antepasados. 13 Retira de mí tu mirada, para que pueda alegrarme antes que me vaya y no sea”.
Al director. De David, melodía.
40 Solícitamente esperé en Jehová, y por lo tanto inclinó a mí [su oído] y oyó mi clamor por ayuda. 2 También procedió a hacerme subir de un hoyo de rugidos, desde el cieno del sedimento. Entonces levantó mis pies sobre un peñasco; firmemente estableció mis pasos. 3 Adicionalmente, puso en mi boca una canción nueva, alabanza a nuestro Dios. Muchos verán [esto] y temerán, y confiarán en Jehová. 4 Feliz es el hombre físicamente capacitado que ha puesto a Jehová por confianza suya, y que no ha vuelto el rostro hacia gente desafiadora, ni hacia los que se apartan a mentiras. 5 Muchas cosas has hecho tú mismo, oh Jehová Dios mío, aun tus maravillosas obras y tus pensamientos para con nosotros; no hay nadie que pueda ser comparado a ti. Si me inclinara a informar y hablar [de ellos], han llegado a ser más numerosos de lo que yo pueda relatar. 6 En sacrificio y ofrenda no te deleitaste; estos oídos míos los abriste. Ofrenda quemada y ofrenda por el pecado no pediste. 7 En vista de eso, dije: “Aquí he venido, en el rollo del libro está escrito de mí. 8 En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado, y tu ley está dentro de mis entrañas. 9 He anunciado las buenas nuevas de la justicia en la congregación grande. ¡Mira! No restrinjo mis labios. Oh Jehová, eso tú mismo lo sabes bien. 10 No he encubierto tu justicia dentro de mi corazón. He declarado tu fidelidad y tu salvación. No he escondido tu bondad amorosa ni tu apego a la verdad en la congregación grande”. 11 Tú mismo, oh Jehová, no restrinjas de mí tu piedad. Que tu bondad amorosa y tu apego a la verdad mismos me salvaguarden constantemente. 12 Porque calamidades me rodearon hasta no poder contarlas. Me alcanzaron más errores míos de los que podía ver; llegaron a ser más numerosos que los cabellos de mi cabeza, y mi propio corazón me dejó. 13 Sea de tu agrado, oh Jehová, librarme. Oh Jehová, de veras ven de prisa en mi auxilio. 14 Queden avergonzados y corridos todos juntos los que andan buscando mi alma para barrerla totalmente. Vuélvanse atrás y sean humillados los que están deleitándose en mi calamidad. 15 Quédense mirando asombrados como resultado de su vergüenza los que me están diciendo: “¡Ajá! ¡Ajá!”. 16 Alborócense y regocíjense en ti, todos los que te están buscando. Digan aquellos constantemente: “Sea engrandecido Jehová”, los que están amando la salvación por ti. 17 Pero yo estoy afligido y soy pobre. Jehová mismo me toma en cuenta. Tú eres mi auxilio y el Proveedor de escape para mí. Oh Dios mío, no tardes demasiado.
Al director. Melodía de David.
41 Feliz es cualquiera que obra con consideración para con el de condición humilde; en el día de calamidad Jehová le proveerá escape. 2 Jehová mismo lo guardará y lo conservará vivo. Será pronunciado feliz en la tierra; e imposible es que lo entregues al alma de sus enemigos. 3 Jehová mismo lo sustentará sobre un diván de enfermedad; ciertamente cambiarás toda su cama durante su enfermedad. 4 En cuanto a mí, dije: “Oh Jehová, muéstrame favor. De veras sana mi alma, porque he pecado contra ti”. 5 En cuanto a mis enemigos, ellos dicen lo que es malo respecto a mí: “¿Cuándo morirá, y realmente perecerá su nombre?”. 6 Y si uno sí viene a ver[me], falsedad es lo que su corazón habla; recoge para sí algo perjudicial; sale; allá afuera habla [de ello]. 7 En unidad contra mí cuchichean unos con otros todos los que me odian; contra mí siguen tramando algo malo para mí: 8 “Una cosa que para nada sirve está derramada sobre él; ahora que se ha acostado, no volverá a levantarse”. 9 También el hombre que estaba en paz conmigo, en quien yo confiaba, que estaba comiendo mi pan, ha engrandecido contra mí [su] talón. 10 En cuanto a ti, oh Jehová, muéstrame favor y haz que me levante, para que les dé el pago. 11 Por esto sí sé que te has deleitado en mí, porque mi enemigo no grita en triunfo sobre mí. 12 En cuanto a mí, a causa de mi integridad me has sostenido, y me colocarás delante de tu rostro hasta tiempo indefinido. 13 Bendito sea Jehová el Dios de Israel desde tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido. Amén y Amén.
Al director. Maskil para los hijos de Coré.
42 Como la cierva que ansía las corrientes de agua, así mi alma misma te ansía, oh Dios. 2 Mi alma realmente tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios? 3 Para mí mis lágrimas han llegado a ser alimento día y noche, mientras [ellos] me dicen todo el día: “¿Dónde está tu Dios?”. 4 De estas cosas ciertamente me acordaré, y ciertamente derramaré mi alma dentro de mí. Porque yo solía pasar con el gentío, solía andar lentamente delante de ellos a la casa de Dios, con la voz de un clamor gozoso y acción de gracias, de una muchedumbre que está celebrando una fiesta. 5 ¿Por qué estás desesperada, oh alma mía, y por qué estás alborotada dentro de mí? Espera a Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación de mi persona. 6 Oh Dios mío, dentro de mí está desesperada mi alma misma. Por eso me acuerdo de ti, desde la tierra del Jordán y los picos del Hermón, desde la montaña pequeña. 7 Profundidad acuosa está llamando a profundidad acuosa ante el sonido de tus mangas (de agua). Todas tus ondas rompientes y tus olas... sobre mí han pasado. 8 De día Jehová ordenará su bondad amorosa, y de noche su canción estará conmigo; habrá oración al Dios de mi vida. 9 Ciertamente diré a Dios mi peñasco: “¿Por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué ando triste a causa de la opresión del enemigo?”. 10 Con asesinato contra mis huesos me han vituperado los que me muestran hostilidad, mientras me dicen todo el día: “¿Dónde está tu Dios?”. 11 ¿Por qué estás desesperada, oh alma mía, y por qué estás alborotada dentro de mí? Espera a Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación de mi persona y como Dios mío.
43 Júzgame, oh Dios, y de veras conduce mi causa judicial contra una nación no leal. Del hombre de engaño e injusticia quieras proveerme escape. 2 Porque tú eres el Dios de mi plaza fuerte. ¿Por qué me has desechado? ¿Por qué ando triste a causa de la opresión por el enemigo? 3 Envía tu luz y tu verdad. Que estas mismas me guíen. Que me traigan a tu santa montaña y a tu magnífico tabernáculo. 4 Y yo ciertamente vendré al altar de Dios, a Dios, mi regocijo alborozado. Y te elogiaré, sí, con el arpa, oh Dios, Dios mío. 5 ¿Por qué estás desesperada, oh alma mía, y por qué estás alborotada dentro de mí? Espera a Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación de mi persona y como Dios mío.
Al director. De los hijos de Coré. Maskil.
44 Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros antepasados mismos nos han relatado la actividad que tú ejecutaste en sus días, en los días de mucho tiempo atrás. 2 Tú mismo por tu mano expulsaste aun a naciones, y [en cambio] procediste a plantarlos a ellos. Te pusiste a quebrar grupos nacionales y a enviarlos [de allí]. 3 Porque no por su propia espada tomaron en posesión la tierra, y no fue su propio brazo lo que les trajo salvación. Pues fue tu diestra y tu brazo y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos. 4 Tú mismo eres mi Rey, oh Dios. Ordena magnífica salvación para Jacob. 5 Por ti empujaremos a nuestros adversarios mismos; en tu nombre pisotearemos a los que se levantan contra nosotros. 6 Pues no fue en mi arco en lo que seguí confiando, y no fue mi espada la que me estuvo salvando. 7 Porque tú nos salvaste de nuestros adversarios, y a los que nos odiaban intensamente los avergonzaste. 8 En Dios ciertamente ofreceremos alabanza todo el día, y hasta tiempo indefinido elogiaremos tu nombre. Sélah. 9 Pero ahora [nos] has desechado y sigues humillándonos, y no sales con nuestros ejércitos. 10 Sigues haciendo que nos volvamos atrás ante el adversario, y los mismísimos que nos odian intensamente han saqueado para sí. 11 Nos entregas como ovejas, como algo de comer, y entre las naciones nos has esparcido. 12 Vendes a tu pueblo por lo que no tiene ningún valor, y no has ganado riqueza alguna por el precio de ellos. 13 Nos pones como oprobio a nuestros vecinos, escarnio y mofa a los que están todo en derredor nuestro. 14 Nos pones como dicho proverbial entre las naciones, un sacudimiento de la cabeza entre los grupos nacionales. 15 Durante todo el día mi humillación está enfrente de mí, y la vergüenza de mi propio rostro me ha cubierto, 16 debido a la voz del que vitupera y habla injuriosamente, a causa del enemigo y del que toma su venganza. 17 Todo esto nos ha sobrevenido, y nosotros no te hemos olvidado, y no hemos obrado falsamente en tu pacto. 18 Nuestro corazón no se ha vuelto atrás con falta de fe, ni se desvían nuestras pisadas de tu senda. 19 Porque nos has aplastado en el lugar de chacales, y nos cubres con sombra profunda. 20 Si hemos olvidado el nombre de nuestro Dios, o extendemos las palmas de las manos a un dios extraño, 21 ¿no averiguará esto Dios mismo? Porque él está enterado de los secretos del corazón. 22 Pero por tu causa se nos ha matado todo el día; se nos ha tenido por ovejas para degollación. 23 Despierta, sí. ¿Por qué sigues durmiendo, oh Jehová? De veras despierta. No sigas desechando para siempre. 24 ¿Por qué mantienes oculto tu rostro mismo? ¿Por qué te olvidas de nuestra aflicción y de nuestra opresión? 25 Porque nuestra alma se ha inclinado hasta el polvo mismo; nuestro vientre se ha adherido a la tierra misma. 26 Levántate, sí, en nuestro auxilio y redímenos por causa de tu bondad amorosa.
Núm. 1: Salmo 41:1–42:5
Al director. Melodía de David.
41 Feliz es cualquiera que obra con consideración para con el de condición humilde; en el día de calamidad Jehová le proveerá escape. 2 Jehová mismo lo guardará y lo conservará vivo. Será pronunciado feliz en la tierra; e imposible es que lo entregues al alma de sus enemigos. 3 Jehová mismo lo sustentará sobre un diván de enfermedad; ciertamente cambiarás toda su cama durante su enfermedad. 4 En cuanto a mí, dije: “Oh Jehová, muéstrame favor. De veras sana mi alma, porque he pecado contra ti”. 5 En cuanto a mis enemigos, ellos dicen lo que es malo respecto a mí: “¿Cuándo morirá, y realmente perecerá su nombre?”. 6 Y si uno sí viene a ver[me], falsedad es lo que su corazón habla; recoge para sí algo perjudicial; sale; allá afuera habla [de ello]. 7 En unidad contra mí cuchichean unos con otros todos los que me odian; contra mí siguen tramando algo malo para mí: 8 “Una cosa que para nada sirve está derramada sobre él; ahora que se ha acostado, no volverá a levantarse”. 9 También el hombre que estaba en paz conmigo, en quien yo confiaba, que estaba comiendo mi pan, ha engrandecido contra mí [su] talón. 10 En cuanto a ti, oh Jehová, muéstrame favor y haz que me levante, para que les dé el pago. 11 Por esto sí sé que te has deleitado en mí, porque mi enemigo no grita en triunfo sobre mí. 12 En cuanto a mí, a causa de mi integridad me has sostenido, y me colocarás delante de tu rostro hasta tiempo indefinido. 13 Bendito sea Jehová el Dios de Israel desde tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido. Amén y Amén.
Al director. Maskil para los hijos de Coré.
42 Como la cierva que ansía las corrientes de agua, así mi alma misma te ansía, oh Dios. 2 Mi alma realmente tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios? 3 Para mí mis lágrimas han llegado a ser alimento día y noche, mientras [ellos] me dicen todo el día: “¿Dónde está tu Dios?”. 4 De estas cosas ciertamente me acordaré, y ciertamente derramaré mi alma dentro de mí. Porque yo solía pasar con el gentío, solía andar lentamente delante de ellos a la casa de Dios, con la voz de un clamor gozoso y acción de gracias, de una muchedumbre que está celebrando una fiesta. 5 ¿Por qué estás desesperada, oh alma mía, y por qué estás alborotada dentro de mí? Espera a Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación de mi persona.
Núm. 2: Ejemplos bíblicos, dignos de imitar, de virtudes y amistades entrañables
Núm. 3: ¿Entre quiénes se están cumpliendo en la actualidad las profecías relativas a la restauración de Israel? (rs pág. 222 párrs. 1-4)
Al leer en la Biblia encontramos los relatos de Rut y Noemí, de David y Jonatán y de Pablo y Timoteo, que fueron buenos amigos y que cultivaron hermosas virtudes
Pero me centrare en como trabajo Rut y su lealtad con Noemí una mujer que no quedo atada tras la muerte de su esposo y sin embargo actuó con verdadero amor.
***w78 15/7 p 16-20
UNA HUMILDE ESPIGADORA HALLA FAVOR
18 Noemí y Rut han venido a Belén “al comienzo de la siega de la cebada,” a principios de la primavera. (Rut 1:22) Rut, que es industriosa y está dispuesta a servir, se va con el permiso de Noemí y empieza a espigar detrás de los segadores en los campos de grano. Ella sabe que el espigar es la provisión amorosa de Jehová para los pobres y afligidos, el residente forastero, el huérfano de padre y la viuda. En Israel a éstos se les permite recoger o espigar cualquier porción de un sembrado que inadvertidamente o intencionadamente los segadores dejen atrás. (Lev. 19:9, 10; Deu. 24:19-21) Aunque Rut tiene el derecho de espigar, humildemente solicita permiso para hacerlo en cierto campo, y lo recibe. Pero evidentemente la mano de Jehová está en el asunto cuando “por casualidad” ella llega a dar “en la porción del campo que le pertenecía a Booz.”—Rut 2:3.
19 ¡Mire! Booz se acerca. Es “un hombre poderoso en riquezas,” y es el hijo de Salmón y Rahab. Sí, Booz es de la tribu de Judá. No solo es Booz un amo considerado a quien sus trabajadores estiman altamente, sino que también es un adorador devoto del Dios verdadero, porque saluda a los segadores con las palabras: “Jehová esté con ustedes,” y ellos responden: “Jehová te bendiga.”—Rut 2:1-4.
20 Del joven que está a cargo de los segadores, Booz se entera de que Rut es la moabita que recientemente ha venido a Belén con Noemí. Después de recibir permiso, ella ha estado espigando continuamente durante la frescura de la mañana hasta que el Sol ha subido en el cielo, y ha estado aguantando el calor sin quejarse. Pero ahora ella estaba sentada temporáneamente en la casa, que aparentemente era una simple cabaña de segadores. ¡Ciertamente Rut no es una consentida!—Rut 2:5-7.
21 Más tarde, Booz insta a Rut a no espigar en otro campo, sino permanecer cerca de las jóvenes de él, quienes probablemente seguían a sus segadores y ataban las gavillas. Booz ha dado a los hombres jóvenes el mandato de no tocarla, y ella puede beber de las vasijas de agua que ellos han llenado. Con profundo aprecio, Rut cae humildemente sobre su rostro y se inclina a tierra y pregunta: “¿A qué se debe que yo haya hallado favor a tus ojos de modo que se me preste atención, cuando soy una extranjera?” Pues bien, Booz no está tratando de ganarse el afecto de ella para satisfacer el capricho de un viejo. Más bien, ha oído que la moabita ha dejado a su padre y madre y su país y se ha apegado a su suegra de edad avanzada. Obviamente impresionado por el amor leal y la humildad de Rut, él se siente impulsado a decir: “Que Jehová recompense tu manera de obrar, y que llegue a haber para ti un salario perfecto procedente de Jehová el Dios de Israel, bajo cuyas alas [protectoras] has venido a buscar refugio.” De seguro, como reconoce Rut, Booz la ha consolado y le ha hablado de tal modo que le ha inspirado confianza.—Rut 2:8-13; Sal. 91:2, 4.
22 A la hora de comer de los segadores, Booz le dice a Rut: “Acércate acá, y tienes que comer parte del pan y mojar tu pedazo en el vinagre [vino agrio].” ¡Qué refrescante condimento durante el calor del día! A Rut, Booz le brinda grano tostado, y ella participa de éste hasta quedar satisfecha, y sobrarle alguno.—Rut 2:14; compare con La Santa Biblia, Ediciones Paulinas.
23 Entonces a trabajar de nuevo. Con espíritu de generosidad, Booz dice a sus hombres jóvenes que dejen que Rut espigue “también entre las espigas cortadas.” Hasta les da la instrucción de “sacarle algunas espigas de los manojos,” y dejarlas atrás para que ella las espigue. Llega la noche, y Rut todavía está ocupada ‘batiendo,’ o desgranando, lo que ha recogido. Usando una vara o desgranador para batir el grano a mano directamente en el suelo, uno puede hacer que la cebada se separe de su tallo y tamo. ¡Fíjese, lo que Rut ha espigado en el día pasa de 18 litros de cebada! Ella se lleva esto a su casa en Belén. Altruistamente, Rut también saca el alimento que le había sobrado a la hora de la comida antes en aquel día y lo da a su necesitada suegra.—Rut 2:14-18.
24 De nuevo Rut está desplegando amor leal para con Noemí. Añádase a esto el amor de la joven a Jehová, su industriosidad y humildad, y no sorprende el que la gente la viera como “una mujer excelente.” (Rut 3:11) De seguro Rut no come “el pan de la pereza,” y debido a su duro trabajo tiene algo que compartir con el que está en necesidad. (Pro. 31:27, 31; Efe. 4:28) Y al asumir responsabilidad para con su suegra viuda y de edad avanzada, la moabita tiene que conocer la felicidad que resulta de dar. (Hech. 20:35; 1 Tim. 5:3-8) Rut ciertamente es un ejemplo excelente para cualquier mujer piadosa.
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Lo que la llevó a estar muy bien considerada fueron principalmente sus cualidades espirituales, a saber, su humildad, abnegación y amor leal. Dejó a sus padres y su tierra natal, y no se separó de Noemí, reduciendo así sus perspectivas de contraer matrimonio y disfrutar de la seguridad que este podría proporcionarle. Además, expresó el deseo de servir a Jehová, el Dios de su suegra. El relato bíblico pone de manifiesto su valía al decir que para Noemí, Rut era “mejor que siete hijos” (Rut 1:16, 17; 2:11, 12; 4:15).
Es digno de encomio el buen nombre que Rut se ganó entre sus contemporáneos; sin embargo, de mayor importancia fue que Dios valorara positivamente sus cualidades y la recompensara con el privilegio de ser antepasada de Jesucristo (Mateo 1:5; 1 Pedro 3:4). Rut es un ejemplo admirable, no solo para las mujeres cristianas, sino para cuantos afirman adorar a Jehová.
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Pero me centrare en como trabajo Rut y su lealtad con Noemí una mujer que no quedo atada tras la muerte de su esposo y sin embargo actuó con verdadero amor.
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UNA HUMILDE ESPIGADORA HALLA FAVOR
18 Noemí y Rut han venido a Belén “al comienzo de la siega de la cebada,” a principios de la primavera. (Rut 1:22) Rut, que es industriosa y está dispuesta a servir, se va con el permiso de Noemí y empieza a espigar detrás de los segadores en los campos de grano. Ella sabe que el espigar es la provisión amorosa de Jehová para los pobres y afligidos, el residente forastero, el huérfano de padre y la viuda. En Israel a éstos se les permite recoger o espigar cualquier porción de un sembrado que inadvertidamente o intencionadamente los segadores dejen atrás. (Lev. 19:9, 10; Deu. 24:19-21) Aunque Rut tiene el derecho de espigar, humildemente solicita permiso para hacerlo en cierto campo, y lo recibe. Pero evidentemente la mano de Jehová está en el asunto cuando “por casualidad” ella llega a dar “en la porción del campo que le pertenecía a Booz.”—Rut 2:3.
19 ¡Mire! Booz se acerca. Es “un hombre poderoso en riquezas,” y es el hijo de Salmón y Rahab. Sí, Booz es de la tribu de Judá. No solo es Booz un amo considerado a quien sus trabajadores estiman altamente, sino que también es un adorador devoto del Dios verdadero, porque saluda a los segadores con las palabras: “Jehová esté con ustedes,” y ellos responden: “Jehová te bendiga.”—Rut 2:1-4.
20 Del joven que está a cargo de los segadores, Booz se entera de que Rut es la moabita que recientemente ha venido a Belén con Noemí. Después de recibir permiso, ella ha estado espigando continuamente durante la frescura de la mañana hasta que el Sol ha subido en el cielo, y ha estado aguantando el calor sin quejarse. Pero ahora ella estaba sentada temporáneamente en la casa, que aparentemente era una simple cabaña de segadores. ¡Ciertamente Rut no es una consentida!—Rut 2:5-7.
21 Más tarde, Booz insta a Rut a no espigar en otro campo, sino permanecer cerca de las jóvenes de él, quienes probablemente seguían a sus segadores y ataban las gavillas. Booz ha dado a los hombres jóvenes el mandato de no tocarla, y ella puede beber de las vasijas de agua que ellos han llenado. Con profundo aprecio, Rut cae humildemente sobre su rostro y se inclina a tierra y pregunta: “¿A qué se debe que yo haya hallado favor a tus ojos de modo que se me preste atención, cuando soy una extranjera?” Pues bien, Booz no está tratando de ganarse el afecto de ella para satisfacer el capricho de un viejo. Más bien, ha oído que la moabita ha dejado a su padre y madre y su país y se ha apegado a su suegra de edad avanzada. Obviamente impresionado por el amor leal y la humildad de Rut, él se siente impulsado a decir: “Que Jehová recompense tu manera de obrar, y que llegue a haber para ti un salario perfecto procedente de Jehová el Dios de Israel, bajo cuyas alas [protectoras] has venido a buscar refugio.” De seguro, como reconoce Rut, Booz la ha consolado y le ha hablado de tal modo que le ha inspirado confianza.—Rut 2:8-13; Sal. 91:2, 4.
22 A la hora de comer de los segadores, Booz le dice a Rut: “Acércate acá, y tienes que comer parte del pan y mojar tu pedazo en el vinagre [vino agrio].” ¡Qué refrescante condimento durante el calor del día! A Rut, Booz le brinda grano tostado, y ella participa de éste hasta quedar satisfecha, y sobrarle alguno.—Rut 2:14; compare con La Santa Biblia, Ediciones Paulinas.
23 Entonces a trabajar de nuevo. Con espíritu de generosidad, Booz dice a sus hombres jóvenes que dejen que Rut espigue “también entre las espigas cortadas.” Hasta les da la instrucción de “sacarle algunas espigas de los manojos,” y dejarlas atrás para que ella las espigue. Llega la noche, y Rut todavía está ocupada ‘batiendo,’ o desgranando, lo que ha recogido. Usando una vara o desgranador para batir el grano a mano directamente en el suelo, uno puede hacer que la cebada se separe de su tallo y tamo. ¡Fíjese, lo que Rut ha espigado en el día pasa de 18 litros de cebada! Ella se lleva esto a su casa en Belén. Altruistamente, Rut también saca el alimento que le había sobrado a la hora de la comida antes en aquel día y lo da a su necesitada suegra.—Rut 2:14-18.
24 De nuevo Rut está desplegando amor leal para con Noemí. Añádase a esto el amor de la joven a Jehová, su industriosidad y humildad, y no sorprende el que la gente la viera como “una mujer excelente.” (Rut 3:11) De seguro Rut no come “el pan de la pereza,” y debido a su duro trabajo tiene algo que compartir con el que está en necesidad. (Pro. 31:27, 31; Efe. 4:28) Y al asumir responsabilidad para con su suegra viuda y de edad avanzada, la moabita tiene que conocer la felicidad que resulta de dar. (Hech. 20:35; 1 Tim. 5:3-8) Rut ciertamente es un ejemplo excelente para cualquier mujer piadosa.
***w02 15/6 p 32
Lo que la llevó a estar muy bien considerada fueron principalmente sus cualidades espirituales, a saber, su humildad, abnegación y amor leal. Dejó a sus padres y su tierra natal, y no se separó de Noemí, reduciendo así sus perspectivas de contraer matrimonio y disfrutar de la seguridad que este podría proporcionarle. Además, expresó el deseo de servir a Jehová, el Dios de su suegra. El relato bíblico pone de manifiesto su valía al decir que para Noemí, Rut era “mejor que siete hijos” (Rut 1:16, 17; 2:11, 12; 4:15).
Es digno de encomio el buen nombre que Rut se ganó entre sus contemporáneos; sin embargo, de mayor importancia fue que Dios valorara positivamente sus cualidades y la recompensara con el privilegio de ser antepasada de Jesucristo (Mateo 1:5; 1 Pedro 3:4). Rut es un ejemplo admirable, no solo para las mujeres cristianas, sino para cuantos afirman adorar a Jehová.
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Núm. 3: ¿Entre quiénes se están cumpliendo en la actualidad las profecías relativas a la restauración de Israel? (rs pág. 222 párrs. 1-4)
*** rs pág. 222 párrs. 1-4 Judíos ***
¿Entre quiénes se están cumpliendo en la actualidad las profecías relativas a la restauración de Israel?
Gál. 6:15, 16: “Ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación es algo. Y a todos los que hayan de andar ordenadamente por esta regla de conducta, sobre ellos sea paz y misericordia, sí, sobre el Israel de Dios.” (Así que el cumplir el requisito impuesto a Abrahán, que todos los varones de su familia se circuncidaran, no es lo que determina quiénes componen el “Israel de Dios”. Más bien, como se declara en Gálatas 3:26-29, los que pertenecen a Cristo y que son hijos de Dios engendrados por espíritu “realmente son descendencia de Abrahán”.)
Jer. 31:31-34: “‘¡Mira! Vienen días,’ es la expresión de Jehová, ‘y yo ciertamente celebraré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto [...] Y ya no enseñarán cada uno a su compañero y cada uno a su hermano, diciendo: “¡Conozcan a Jehová!” Porque todos ellos me conocerán, desde el menor de ellos aun hasta el mayor de ellos,’ es la expresión de Jehová.” (Ese nuevo pacto fue hecho, no con la nación del Israel natural, sino con los seguidores leales de Jesucristo a quienes se había extendido la esperanza de vida celestial. Cuando instituyó la Conmemoración de su muerte, Jesús les dio una copa de vino y dijo: “Esta copa significa el nuevo pacto por virtud de mi sangre” [1 Cor. 11:25].)
Rev. 7:4: “Oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel.” (Pero en los versículos siguientes se hace mención de “la tribu de Leví” y de “la tribu de José”. Estas no se hallaban en las listas de las 12 tribus del Israel natural. Es interesante el hecho de que, aunque se dice que habría quienes serían “sellados de toda tribu”, no se menciona a las tribus de Dan y Efraín. [Compárese con Números 1:4-16.] Este pasaje tiene que referirse al Israel espiritual de Dios, a personas de quienes Revelación 14:1-3 muestra que participarán con Cristo en su Reino celestial.)
Heb. 12:22: “Ustedes se han acercado a un monte Sión y a una ciudad del Dios vivo, a Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles.” (Así que no es a la Jerusalén terrestre, sino a la “Jerusalén celestial” a la que los cristianos verdaderos miran a la espera del cumplimiento de las promesas de Dios.)
Nota del Blog. Para una explicación mas detallada pueden ver el tomo de la Atalaya del año 1962 paginas 688 y 689 se examina cuidadosamente el porque no aparecen las tribu de Dan y Efraín en Revelación capitulo 7 . Seguro esta disponible en la Biblioteca tu Salón. Veré puedo escanear el tomo que tengo en casa el pondré un link.
También pueden consultar el "Misterio terminado (1971)"pagina 91 .
Por kapapri
Escaneo de estudio de la Atalaya del 15 de Noviembre de 1962.
¿Entre quiénes se están cumpliendo en la actualidad las profecías relativas a la restauración de Israel?
Gál. 6:15, 16: “Ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación es algo. Y a todos los que hayan de andar ordenadamente por esta regla de conducta, sobre ellos sea paz y misericordia, sí, sobre el Israel de Dios.” (Así que el cumplir el requisito impuesto a Abrahán, que todos los varones de su familia se circuncidaran, no es lo que determina quiénes componen el “Israel de Dios”. Más bien, como se declara en Gálatas 3:26-29, los que pertenecen a Cristo y que son hijos de Dios engendrados por espíritu “realmente son descendencia de Abrahán”.)
Jer. 31:31-34: “‘¡Mira! Vienen días,’ es la expresión de Jehová, ‘y yo ciertamente celebraré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto [...] Y ya no enseñarán cada uno a su compañero y cada uno a su hermano, diciendo: “¡Conozcan a Jehová!” Porque todos ellos me conocerán, desde el menor de ellos aun hasta el mayor de ellos,’ es la expresión de Jehová.” (Ese nuevo pacto fue hecho, no con la nación del Israel natural, sino con los seguidores leales de Jesucristo a quienes se había extendido la esperanza de vida celestial. Cuando instituyó la Conmemoración de su muerte, Jesús les dio una copa de vino y dijo: “Esta copa significa el nuevo pacto por virtud de mi sangre” [1 Cor. 11:25].)
Rev. 7:4: “Oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel.” (Pero en los versículos siguientes se hace mención de “la tribu de Leví” y de “la tribu de José”. Estas no se hallaban en las listas de las 12 tribus del Israel natural. Es interesante el hecho de que, aunque se dice que habría quienes serían “sellados de toda tribu”, no se menciona a las tribus de Dan y Efraín. [Compárese con Números 1:4-16.] Este pasaje tiene que referirse al Israel espiritual de Dios, a personas de quienes Revelación 14:1-3 muestra que participarán con Cristo en su Reino celestial.)
Heb. 12:22: “Ustedes se han acercado a un monte Sión y a una ciudad del Dios vivo, a Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles.” (Así que no es a la Jerusalén terrestre, sino a la “Jerusalén celestial” a la que los cristianos verdaderos miran a la espera del cumplimiento de las promesas de Dios.)
Nota del Blog. Para una explicación mas detallada pueden ver el tomo de la Atalaya del año 1962 paginas 688 y 689 se examina cuidadosamente el porque no aparecen las tribu de Dan y Efraín en Revelación capitulo 7 . Seguro esta disponible en la Biblioteca tu Salón. Veré puedo escanear el tomo que tengo en casa el pondré un link.
También pueden consultar el "Misterio terminado (1971)"pagina 91 .
Por kapapri
Escaneo de estudio de la Atalaya del 15 de Noviembre de 1962.
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